Inicialmente se analizan las características topográficas morfológicas climáticas hidrogeológicas hidráulicas y geológicas de la zona. Mediante un trabajo simultaneo de campo y de gabinete (fotogeología) se identifican las inestabilidades existentes. A partir de la tipología de los movimientos observados se clasifican estos realizándose a continuación un inventario de inestabilidades concretado en fichas independientes (259); en cada ficha se indica la situación geográfica forma y dimensiones del movimiento pendiente orientación tipo de movimiento y otros datos adicionales. Posteriormente se procede a una investigación conjunta de los datos obtenidos concluyendo en:
1- Las laderas de la zona investigada son altamente inestables.
2- Los movimientos más representativos son los rotacionales.
3- Se han detectado represamientos naturales en los ríos debido a grandes movimientos rotacionales de frente recto.
4- Existe relación entre la evolución de los movimientos rotacionales y su situación en las zonas altas o bajas del valle en que se encuentra.
5- La orientación al n. De una ladera favorece su inestabilidad.
6- La zona posee un gran valor pedagógico para el estudio de los movimientos de ladera.
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