La ferropenia continúa siendo la deficiencia nutricional más frecuente a todo el mundo, siendo sobre todo prevalente en los paìses en desarrollo debido al pobre contenido en hierro de la dieta y a la baja biodisponibilidad del mismo. Las mujeres embarazadas y los niños pequeños son los dos grupos de la población más afectados por la deficiencia de hierro.
Más del 50% de los niños menores de 5 años y alrededor del 70% de las mujeres embarazadas en los países en desarrollo, padecen anemia, frecuentemente ferropénica, según estimaciones de la OMS y la UNICEF. La deficiencia de hierro, incluso leve puede asociarse a una serie de anormalidades que tienen que ver con las funciones bioquímicas del hierro, y que se traducen entre otros, en depresión de la inmunidad celular y alteración del desarrollo sicomotor. Por ello se ha recomendado la sumplementación rutinaria con hierro a mujeres embarazadas y niños pequeños en todo el mundo. En las zonas en las que el paludismo o malaria es endémica, ésta es otra causa importante de anemia, afectando principalmente a los niños grupos que la deficiencia de hierro.La contribución precisa de la malaria y la ferropenia a la etiología de la anemia en estas zonas se desconoce, aunque es fundamental para el manejo y prevención de la anemia.
Por otro lado, la administración rutinaria de hierro en las regiones endémicas para la malaria ha sido largamente cuestionada, debido a la evidencia conflictiva del efecto adverso del hierro, por el posible aumento de la susceptibilidad a esta infección parasitaria. La enorme carga de morbi-mortalidad asociada a la anemia y a la malaria, hace necesario tratar de resolver el dilema para contribuir a la prevención y control de las mismas. Los trabajos de investigación que tratan de resolver la adecuación de la suplementación con hierro para prevenir la ferropenia, en los dos grupos más susceptibles tanto a la malaria como a la deficiencia de h
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