La congestión del tráfico en entornos urbanos y metropolitanos perturba la eficiencia de la logística de la ciudad contemplada como "fábrica de movilidad", afectando a todos los colectivos sociales de forma directa e indirecta, empeorando la calidad de vida y penalizando las actividades comerciales y el acceso y entrega de productos en la última milla. Además de la influencia sobre externalidades como la salud (enfermedades cardiorrespiratorias), los accidentes, el ruido, el efecto barrera, etc., el principal efecto de la congestión para los usuarios es aumentar el tiempo de viaje y su variabilidad, lo que implica una pérdida social neta al no poderse aprovechar. Esta tesis presenta una contribución hacia un tratamiento integrado de la congestión. A pesar de los avances realizados en la medida y cuantificación de la congestión del tráfico y sus efectos, la definición del umbral de congestión (el momento en que los costes marginales comienzan a superar a los costes medios del flujo de tráfico) y de los diversos aspectos de distribución espacial, temporal, efectos y la percepción de los usuarios no han sido tratados de forma integral hasta la fecha. La investigación define indicadores objetivos simples y sus homólogos subjetivos (a partir de la percepción de los usuarios) de forma genérica, lo que permite comparar distintos escenarios temporales y territoriales, y extender el análisis a distintas ciudades. Los indicadores definidos incorporan la distribución espacial de la congestión (para una franja horaria definida) y la distribución temporal a lo largo del día (para una zona concreta) dentro de un indicador global de congestión. La metodología desarrollada constituye un sistema de apoyo a la toma de decisiones para una mejor gestión del viario y permite relacionar índices de congestión con las características urbanísticas más representativas de las ciudades. De esta forma se conforma una herramienta sencilla y eficaz para caracterizar la congestión urbana y comparar sus efectos en áreas metropolitanas independientemente de su tamaño, densidad y población. La aplicación de la metodología se ha realizado en las principales áreas metropolitanas españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao. Entre las conclusiones más relevantes que se derivan de esta tesis tenemos que la consideración del inicio de la congestión por parte de los usuarios se basa en la percepción de la densidad de vehículos presentes en la vía o, lo que es lo mismo, en la percepción del nivel de servicio prestado por la misma. También se comprueba que la fiabilidad de la red respecto al viaje proyectado ya incluye el tiempo extra debido a la congestión de tráfico y se demuestra que se pueden estimar los impactos de la congestión de tráfico mediante datos topológicos relacionados con las redes de calles y carreteras de las áreas metropolitanas, datos de población y superficies urbanas. Además, de la aplicación realizada se obtiene que, en las áreas metropolitanas españolas, la circulación en condiciones de congestión de tráfico supone, como valor medio, un 12% de la movilidad total expresada en vehxkm y afecta a un porcentaje medio del 44% de los usuarios. Respecto a las futuras líneas de investigación, una de las más interesantes sería la búsqueda de relaciones entre la metodología aquí expuesta y la nueva concepción del macrodiagrama fundamental del tráfico para las ciudades (MFD) desarrollada por Carlos Daganzo, para mejorar la comprensión de la congestión de tráfico y poder así proponer soluciones más efectivas en cada caso con datos directos y sencillos de obtener. Otra línea interesante pasa por la extensión de la metodología, incorporando indicadores económicos que permitan analizar posibilidades de disminución de la congestión de tráfico a través de la tarificación urbana.
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