María Dolores Tortolero García
Las reacciones y estructuras de las moléculas que contienen nitrógeno juegan un papel esencial en Bioquímica. Realmente la importancia de los ácidos nucleicos, proteínas, muchos coenzimas y otros compuestos nitrogenadas no puede subestimarse. Debido a que la Tierra contiene una atmósfera rica en oxígeno y, por consiguiente, proporciona un entorno oxidante, muchos elementos tienden a combinarse con el oxígeno. Así, el carbono es oxidado a Co2, el nitrógeno a NO-3, el azufre a SO2-4. La incorporación de estos elementos oxidados a la materia viviente requiere previamente su conversión a formas reducidas asimilables. La fuente última de poder reductor es la energía de la luz solar. Esta energía es capturada por las plantas verdes y por ciertos microorganismos, a través de la fotosíntesis, para liberar oxígeno molecular del agua y sintetizar compuestos orgánicos a partir del anhídrido carbónico, nitrato y sulfato. Los compuestos así sintetizados, proteínas, grasas, ácidos nucleicos y otra gran variedad de compuestos -entre los que cabe destacar los carbohidratos- serán utilizados después por el reino animal y microorganismos no fotosintéticos para ser oxidados y liberar energía. De la misma forma que el carbono pasa a través de un ciclo de oxidación, CO2 parcialmente a carbohidratos en plantas y posterior conversión a CO2 en animales, también los compuestos de nitrógeno son reducidos para conservar energía y después oxidados para proporcionar poder metabólico. En algunos microorganismos, estas reacciones de óxidoreducción del nitrógeno constituyen de hecho los pilares fundamentales de su existencia
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados