La variabilidad de peso vivo cobra especial relevancia en la porcicultura moderna donde la importancia de la integridad y homogeneidad del lote resulta crucial para no interrumpir los flujos de producción. Una de las consecuencias negativas de obviar la variabilidad de peso vivo es una mayor depreciación de las canales en matadero, obteniéndose un menor rendimiento económico por cerdo engordado. Por ello, el objetivo general de la presente tesis doctoral fue el de conocer algunos factores relacionados con la variabilidad de peso vivo, haciendo especial hincapié en sus efectos al final del ciclo. La variabilidad de peso vivo tiene un origen multifactorial, por lo que muchos factores deben ser tenidos en cuenta. Poder identificar estos factores resulta importante para poder tomar medidas correctoras con prontitud para poder paliar los efectos adversos en matadero. Así, en el Capítulo 4, se identificaron varios factores directamente relacionados con un menor crecimiento de los cerdos a lo largo de todo el ciclo productivo. Estos cerdos con menores tasas de crecimiento, son responsables de un aumento de la variabilidad, y, mediante una metodología de corte epidemiológico se jerarquizaron los principales factores relacionados con este menor crecimiento (peso vivo al nacimiento, días de lactación, peso vivo al destete y ganancia media diaria). El estudio, además, se realizó en tres poblaciones de cerdos independientes, obteniéndose similares resultados. De entre los factores más relevantes que inciden directamente en el arranque de los lechones en las primeras fases del ciclo productivo, destacan los días de lactación. Es posible que la duración de la lactación, además de afectar el crecimiento de los distintos cerdos de la camada (y por tanto su variabilidad) tenga un efecto que perdure hasta el sacrificio. Así, en el Capítulo 5 se confirmó que, dependiendo del manejo utilizado en las granjas, la duración de la lactación tiene un efecto importante en la variabilidad de peso vivo de los cerdos desde el destete hasta el final del ciclo. Una lactación de 26 días, así como un peso al destete de 7 kg serían los valores recomendados para optimizar el peso vivo al final del ciclo. Finalmente, si bien la variabilidad de peso vivo no puede ser erradicada en su totalidad, sí se puede intervenir para reducirla mediante estrategias de carácter práctico y que no impliquen complicaciones de tipo logístico o cambios drásticos en el sistema de producción. En este sentido, un uso correcto de los comederos en cuanto al número de animales por boca, así como una segregación de los animales en función de su peso, combinada con una alimentación diferencial sobre los cerdos de menor peso vivo fue explorado en el Capítulo 6. Los resultados en relación a los comederos mostraron un incremento del peso vivo (80,2 vs. 82,1 kg para 5,5 y 2,2 cerdos/boca respectivamente; P = 0,011) y una tendencia a disminuir el CV (10,53 vs. 8,86% para 5,5 y 2,2 cerdos/boca respectivamente; P = 0,150) al final del ciclo. En cuanto al manejo de la alimentación, los resultados fueron favorables a la alimentación ‘específica, Sp.’ comparado con el ‘estándar, Std. ', con mejores valores de peso vivo (96,2 vs. 94,1 kg para Sp. y Std. respectivamente; P <0,001) y CV (9,7 vs. 11,3% para Sp. y Std. respectivamente; P = 0,005) al sacrificio.
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