Optimización del cultivo a la intemperie y producción de exopolisacárido por el alga verde-azulada, (cianobacteria) Anabaena sp. ATCC 33047

• Autores: José Moreno Fernández
• Directores de la Tesis: Manuel Losada Villasante (dir. tes.), Miguel García Guerrero (dir. tes.)
• Lectura: En la Universidad de Sevilla ( España ) en 1995
• Idioma: español
• ISBN: 9788469319154
• Enlaces
  • Tesis en acceso abierto en: Idus
• Resumen

  • Las microalgas constituyen un conjunto heterogéneo de microorganismos que poseen clorofila a y otros pigmentos, con características metabólicas propias de plantas superiores, entre las que destacan la capacidad de convertir eficientemente energía solar en en ... ergía química, vía fotosíntesis oxigénica (con agua como donador de electrones), y la simplicidad de sus requerimientos nutritivos, pudiendo sintetizar una variedad de biomoléculas a partir de sustratos inorgánicos disponibles en abundancia, como son las formas oxidadas de los bioelementos primordiales (dióxido de carbono, nitrato o nitrógeno molecular, sulfato y fosfato), como aceptores de electrones. Conforman un grupo heterógeno, que presenta una gran variedad de formas y tamaños, habitando prácticamente todos los ecosistemas acuáticos, pudiendo también encontrarse en suelos, rocas, plantas, cortezas de árboles, etc.Dentro de las microalgas, las algas verde-azuladas procarióticas o cianobacterias (cianofitas) han sido tradicionalmente consideradas y todavía lo son, miembros del grupo de las microalgas, aunque algunos taxónomos puristas pueden no aceptar este punto de vista. De hecho, las algas verde-azuladas (particularmente el género Spirulina) han representado la principal contribución al desarrollo de la biotecnología de microalgas (Rodríguez y Guerrero, 1992). Actualmente se conocen aproximadamente 30.000 especies de microalgas, cuya clasificación ha ido cambiado significativamente con el tiempo (Ben-Amotz y Avron, 1989; Richmond, 1990; South y Whittick, 1987).Si se comparan con las plantas superiores empleadas en la agricultura convencional, las microalgas presentan “a priori” una serie de ventajas. Desde un punto de vista estructural, el carácter primitivo y sencillo de su organización celular posibilita que toda su biomasa sea aprovechable. Las microalgas presentan alta eficiencia fotosintética, con valores de hasta el 4% respecto a la radiación total incidente (Dubinsky y col., 1978; Hall, 1980), a diferencia de la mayoría de las plantas, que sólo aprovechan en torno al 0,5% de la energía solar incidente, incluso en condiciones favorables de luz, temperatura y aporte de nutrientes. Por otro lado, la naturaleza hidráulica del cultivo de microalgas permite automatizar el proceso de producción, así como suministrar adecuadamente dióxido de carbono, nutriente cuyo bajo nivel en el aire (0,03%) impone una fuerte limitación a la productividad de los cultivos convencionales (Benemann, 1987; Richmond, 1983, 1986a).El cultivo de microalgas no competiría en principio con la mayoría de los cultivos agrícolas convencionales. Estos microorganismos pueden cubrir total y permanentemente las zonas dedicadas a su cultivo, ya que, en las áreas donde no se presentan cambios climáticos drásticos, su crecimiento puede mantenerse a lo largo de todo el año. Entre las microalgas existe una gran variedad ecológica y fisiológicas que hace viable su cultivo en medios diversos, tales como aguas salobres, dulces o residuales, pudiendo también emplearse para la explotación de zonas áridas, como los desiertos, que no son adecuados para la agricultura convencional (Aaronson y Dubinsky, 1982; Richmond y Preiss, 1980).