Las conclusiones a las que llegamos con esta tesis son: en primer lugar que la utilización del balón intragástrico para adelgazar antes de la cirugía no disminuye la morbilidad postquirúrgica. En segundo lugar, presenta una importante tasa de fallos del balón y tiene complicaciones no desdeñables por su colocación no desdeñables por lo que no parece una medida eficaz con vistas a disminuir la morbilidad posquirúrgica relacionada con la cirugía bariátrica, añadiendo la morbilidad inherente al balón.
Además, el adelgazamiento prequirúrgico, pese a ser mayor cuando se coloca un BIG, no se relacionó con la morbilidad posquirúrgica. En cuarto lugar, la utilización del balón intragástrico no modifica el tiempo de cirugía ni la estancia hospitalaria ni en REA.
En quinto lugar, en el subgrupo de superobesos, la colocación de un BIG consigue mayor pérdida de peso que en los no superobesos pero sigue sin existir beneficio en disminuir la morbilidad posquirúrgica, la estancia hospitalaria, la estancia en REA ni el tiempo de quirófano a consta de aumentar la morbilidad total.
En sexto lugar, ser varón y/o tener más IMC antes de la cirugía bariátrica aumenta la morbilidad posquirúrgica lo que se puede relacionar de manera indirecta con la grasa intraabdominal que tenga el paciente antes del acto quirúrgico.
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