El proceso normal de envejecimiento se asocia con una serie de cambios cardiovasculares que obligan a establecer unos estándares de referencia normales adecuados para la edad. Sin embargo, en ocasiones puede ser difícil demostrar de forma definitiva que los cambios observados se deben a un envejecimiento biológico primario y no a otras causas externas patológicas.
Objetivo: Estudiar el efecto del envejecimiento sobre el corazón de individuos sanos, analizando los hallazgos morfológicos, la función tanto sistólica como diastólica en reposo y las características anatómicas.
Métodos: Se estudian 406 individuos sanos mayores de 65 años y 307 controles sanos entre 20 y 50 años. Se realizó estudio ecocardiográfico en modo M y bidimensional así como Doppler pulsado para la obtención de varios parámetros morfológicos y de función sistólica y diastólica.
Resultados: Se encontró un aumento significativo de los grosores sistólicos y diastólicos tanto de la pared posterior como del septo en el grupo de ancianos comparados con los controles jóvenes, sin diferencias significativas en las dimensiones cavitarias. La función sistólica no se modificó con la edad. Todos los parámetros analizados de función diastólica presentan diferencias significativas entre el grupo de ancianos y el de jóvenes, con aumento de la velocidad de la onda A, el tiempo de desaceleración del flujo mitral y el tiempo de relajación isovolumétrica del ventrículo izquierdo y disminución de la velocidad de la onda E y la relación E/A. La calcificación del anillo mitral y la fibrosis aórtica fueron significativamente más frecuentes en el anciano.
Conclusiones: En nuestra serie de ancianos normales, el envejecimiento se asocia con un ligero engrosamiento de la pared ventricular, con conservación de la función sistólica, y con alteraciones diastólicas que parecen relacionarse de modo independiente con la edad. La existencia de dichas variaciones ha de ser tenida
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