Resumen de Exploración de recursos minerales de co y ni en el Pirineo central
Los afloramientos de materiales hercínicos, más o menos aislados, que caracterizan al occidente europeo, son restos de la orogenia Hercínica y exhiben una cierta polaridad y tonalidad en una sucesión de procesos sedimentarios, metamórficos y magmáticos dentro de un contexto alpino. Los procesos metalogenéticos al depender de la evolución geológica de estos dominios dan como resultado una serie de yacimientos minerales que muestran una gran variedad de morfologías, composiciones y génesis.
Los estudios metalogenéticos desarrollados en el Pirineo central permiten diferenciar tipos de depósitos, algunos de los cuales son hercínicos y otros, alpinos. Por ejemplo, los yacimientos SEDEX y los Mississippi Valley están relacionados con cuencas inestables generadas en regímenes extensiones previos a la compresión hercínica, ocurrida durante el Carbonífero. Los skarns de W-Au son coetáneos con esta compresión, mientras que los filones de baja temperatura aparecen típicamente ligados a la formación del rift pirenaico durante el Mesozoico. Por último, y generados durante la compresión alpina, se identifica la presencia de areniscas cupríferas en la cuenca surpirenaica. En relación con los depósitos de Co y Ni, se han identificado dos ambientes de formación: magmático e hidrotermal. Estos últimos encajan en materiales sedimentarios paleozoicos y triásicos y son el objeto de estudio de esta investigación.
Esta investigación se basa en detallados estudios cartográficos, mineralógicos y geoquímicos en afloramientos y labores mineras abandonadas en cuatro localizaciones: la mina Solita (Peramea, Lérida), la mina Crescencia (Benasque, Huesca), las minas de San Juan de Plan (Huesca) y los indicios de Ruego y Parzán (Bielsa, Huesca). Los resultados obtenidos nos permitirán conocer el origen de los componentes (azufre y metales) que transportados por fluidos originaron las mineralizaciones en un contexto geológico caracterizado por e desarrollo de un rift entre las compresiones tectónicas hercínica (Carbonífero) y alpina (Cretácico superior). La mineralización en la mina Solita (Peramea) se localiza en la superficie de discontinuidad (erosión) que separa las pizarras negras silúricas y los conglomerados del Buntsandstein. Las menas aparecen diseminadas o, en menor medida ocupando fracture milimétricas o rellenando bolsadas. La asociación mineral se caracteriza por la presencia de una primera etapa de sulfoarseniuros de Co y Ni, y una segunda, con minerales de Cu y Ba. Los fluidos mineralizados incorporaron azufre magmático procedente del emplazamiento de las ofitas pirenaicas durante el Jurásico inferior (199-187 Ma), mientras que obtuvieron los metales al lixiviar el basamento hercínico.
Las minas de San Juan de Plan se encuentran en un nivel carbonatado sobre una secuencia de pizarras negras silúricas. Este horizonte tiene una longitud de 500 m y una potencia de 2 m, está metasomatizado y limitado por fracturas E-W. Por encima del mismo se sitúa la superficie de erosión triásica. Ocasionalmente, la mineralización puede encajar en diques de pórfidos graníticos. La mineralización aparece típicamente en forma de bolsadas decimétricas y como diseminaciones y fracturas milimétricas ligadas a juntas estilolíticas ricas en materia orgánica. La asociación mineral está formada por arseniuros, diarseniuros, triarseniuros y sulfoarseniuros de Co y Ni junto a pirita, arsenopirita, calcopirita, marcasita, bismutinita y Bi nativo. La ankerita producto del metasomatismo de las calizas es coetánea a las menas. La mineralización en mina Crescencia rellena una fractura horizontal que pone en contacto pizarras negras y un nivel carbonatado metasomatizado. Existe en el hastial carbonatado una transición hacia menas diseminadas. La asociación mineral esta caracterizada por la presencia de niquelina, sulfoarseniuros de Ni-(Co) así como uraninita.
El rasgo textural más llamativo en estos dos yacimientos es la presencia de reemplazamientos y recrecimientos, puesto de manifiesto por grandes variaciones composicionales tanto en la parte metálica (Fe-Co-Ni) como en la no metálica (As-S).
Se ha utilizado la geoquímica isotópica con el fin de conocer la naturaleza de los constituyentes de la mineralización. Así, los datos obtenidos han permitido conocer que los metales proceden del lixiviado del basamento hercínico, mientras que para el azufre se plantea la mezcla de azufre procedente del basamento mencionado y azufre procedente de la reducción de sulfato. La datación Sm-Nd arrojó una edad de formación para estos yacimientos de 100 y 75 Ma, respectivamente. Durante ese periodo de tiempo, el Pirineo se caracterizó por la generación de un gradiente geotérmico anormalmente alto (80ºC/Km), producto de los procesos tectónicos ligados a la etapa de madurez del rift.
En Ruego y Parzán, las mineralizaciones de Ni y Co se encuentran alojadas en las arenitas rojas del Buntsandstein, siendo los principales minerales, pirita, calcopirita y siegenita, una tioespinela de fórmula (Co,Ni)3S4. Son acumulaciones de dimensiones decimétricas, claramente una rareza. Los isótopos de azufre nos indican que este elemento, y por ende, los metales, procedían de varias fuentes: una, el basamento hercínico y otra, materia orgánica presente en el lugar del depósito como lo atestigua la presencia de framboides.
