La hipoacusia neurosensorial de inicio súbito,es un proceso de causa desconocida, lo que ha dado lugar a diferentes teorías etiopatogénicas y, por lo tanto, amúltiples protocolos médicos de actuación y diferentes tratamientos empíricos.
La oxigenoterapia hiperbáricaes una técnica terapéutica que se basa en la elevación de la presión parcial de oxígeno en sangre, mediante la respiración de oxígeno puro, a una presión superior a la atmosférica. El aumento de la presión parcial de oxígeno y, sobre todo, el aumento del transporte y la disponibilidad del mismo, puede resultar beneficioso en aquellos procesos patológicos en los que se haya producido un fenómeno relacionado con la hipoxia tisular.
Comoquiera que una de las teorías que se manejan, en la etiopatogenia de la sordera brusca, es la hipoxia del substrato auditivo, se viene utilizando, desde hace tiempo, la oxigenoterapia hiperbárica en el tratamiento empírico del antedicho proceso.
A este respecto, existen diferentes evidencias, tanto a favor, como en contra de la mencionada teoría.
Por ello, hemos planteado, como hipótesis, la idea de que si, en efecto, estamos frente a un proceso hipóxico, la utilización de la oxigenoterapia hiperbárica, resultaría eficaz, en alguna medida.
Para ello, nos hemos propuesto, como objetivo principal, el valorar la eficacia de la oxigenoterapia hiperbárica, como tratamiento coadyuvante, en el tratamiento habitual de la sordera brusca.
Por otra parte, y como objetivos secundarios, hemos querido determinar qué criterios son los más idóneos para seleccionar a los pacientes que se pueden beneficiar de esta terapia, por lo que hemos analizado la edad, el sexo, la precocidad del tratamiento con oxigenoterapia hiperbárica, y el acompañamiento de otros síntomas, como los acúfenos o los vértigos.
Para ello, como material y métodos de nuestro estudio, hemos realizado un estudio observacional descriptivo y analítico de 152 pacientes diagnosticados de sordera brusca (entre enero del 2000 y agosto del 2012). De ellos, 111 pacientes (muestra I) habían recibido tratamiento con corticoides, vasodilatadores, y oxigenoterapia hiperbárica, y 41 pacientes (muestra II) únicamente habían recibido tratamiento con corticoides y vasodilatadores. Los test estadísticos utilizados han sido los de Student y Wilconxon. También, Chi cuadrado en tablas de contingencia 3x3.
Si bien el tipo de estudio no permite una comparación estadística rigurosa de los resultados obtenidos, al no ser ambas muestras similares en todas sus características, sin embargo, sí que se pueden demostrar, con los datos obtenidos, resultados que valoran de forma indirecta la eficacia de la oxigenoterapia hiperbárica en este proceso.
A este respecto, comparando simplemente ambas muestras, la oxigenoterapia hiperbárica, utilizada como tratamiento coadyuvante al tratamiento médico habitual, no puede calificarse, en términos absolutos, como claramente beneficiosa, con respecto al tratamiento médico exclusivo.
No obstante, si (mediante un estudio estadístico) tenemos presentes las diferencias entre ambos tipos de tratamiento, hemos encontrado que la oxigenoterapia hiperbárica aporta una mejoría, de entre 10-30 dB, a la obtenida con el tratamiento médico, en un 50% de los casos tratados.
Este efecto terapéutico es constatable, en mayor medida, cuando se inicia su administración durante los primeros días de evolución del proceso patológico.
Por otra parte, este efecto terapéutico se produce en un porcentaje menor en los pacientes mayores de 60 años, y en aquellos con un tiempo de evolución superior a 30 días.
Tras todo ello, hemos llegado a las siguientes conclusiones: 1ª.- La oxigenoterapia hiperbárica ha sido escasamente efectiva en el tratamiento de la sordera brusca, no obstante, en las condiciones de nuestro estudio pueden considerarse determinados aspectos positivos.
2ª.- La edad puede ser un factor influyente, ya que el mayor número de respuestas positivas se encuentran en los pacientes menores de 60 años.
3ª.- La presencia de síntomas vestibulares influye de forma negativa en la eficacia de la oxigenoterapia hiperbárica, aunque las diferencias no eran tan claras como se esperaban.
4ª.- El tiempo de evolución entre la detección de la sordera brusca y el inicio de la oxigenoterapia hiperbárica, es determinante para la obtención de una mejoría.
5ª.- El número de sesiones influye en la respuesta conseguida, obteniendo las mejores respuestas después de 15 sesiones de oxigenoterapia hiperbárica
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