La tesis se ocupa del estudio multidisciplinar de los depósitos cuaternarios en un amplio sector de la zona central de la Cuenca del Ebro, que comprende los fundamentalmente los depósitos de terraza pertenecientes al curso medio del río Ebro y los depósitos pertenecientes al curso bajo de varios afluentes del Ebro en la zona (Jalón, Huerva, Gállego).
En la zona de estudio se han reconocido diversos niveles de terraza para los sistemas fluviales del Ebro, Jalón, Huerva y Gállego, configurados como niveles de terraza escalonas o superpuestas.
Se ha caracterizado la arquitectura estratigráfica de los depósitos a través de un análisis sedimentológico detallado, definiéndose 17 de litofacies sedimentarias integradas en 14 elementos arquitectónicos propios del dominio fluvial-aluvial, eólico, lacustre y otros con características especiales. Las relaciones laterales y verticales entre los elementos definidos han permitido definir un modelo sedimentario para el cuaternario de la zona central de la Cuenca del Ebro, que estaría caracterizado por la presencia de sistemas fluviales de tipo entrelazo, con el desarrollo en momentos de baja descarga fluvial de formas eólicas dentro de su llanura fluvial, y que serían destruidas en periodos de avenidas. Gracias al desarrollo de dolinas se generarían zonas lacustres y palustres. Lateralmente el sistema fluvial recibiría aportes de los relieves neógenos cercanos en forma de abanicos de corto recorrido.
El estudio de las estructuras paleokarsticas registradas en los niveles ha permitido definir sus principales mecanismos genéticos y procesos de deformación (flexión, sufosión y colapso), así como su evolución, observándose que gran parte de estas estructuras han presentado un desarrollo muy complejo, con la interacción de varios procesos de deformación. En muchos de los casos se reconoce la sucesión de procesos de flexión seguidos del colapso final de las estructuras. Estos estudios pueden ser de gran utilidad para el estudio del karst actual de la zona presentando una evolución similar en sus principales procesos de deformación.
La presencia de procesos de karstificación en la zona central de esta cuenca ha condicionado en gran medida el depósito de los materiales de terraza, así como su evolución, preservación y deformación post sedimentaria. La subsidencia kárstica ha ayudado a la acumulación y preservación de elementos eólicos o lacustres en áreas marginales del sistema fluvial. Además, esta ha actuado también en zonas activas produciendo el engrosamiento de canales y basculamiento de barras de grava.
Se ha llevado a cabo la datación de los materiales mediante Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL) y paleomagnetismo con tal de establecer un marco cronológico para los niveles de terraza que permita establecer la relación entre los diferentes procesos geodinámicos o la correlación entre niveles.
Los datos de OSL obtenidos serian coherentes con la disposición de los niveles como terrazas superpuestas. Además, las dataciones indicarían una importante agradación fluvial para el sistema fluvial del Ebro entre 180 y 80 Ka, en relación con el paso fases glaciales del estadio isotópico 6, a fases interglaciares dentro del estadio isotópico 5 (interglaciar Eemiense).
Los datos de paleomagnetismo para los niveles más altos revelan el paso de polaridades normales (cron Brunhes) a polaridades inversas (cron Matuyama) a alturas muy dispares dentro de los sistemas fluviales. Igualmente revela la presencia de polaridades normales a cotas muy altas, que probablemente se deberían al registro de subcrones normales dentro del Cron Inverso Matuyama. Esto sugiere una evolución morfológica muy diferente para cada uno de los sistemas fluviales analizados. El estudio de la mineralogía magnética y la aplicación de los test de estabilidad advierte de la presencia, en alguno de los afloramientos, de polaridades secundarias sin valor cronológico y que estarían ligadas a mineralogías magnéticas inestables.
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