Estrategias de riego deficitario controlado en nectarina y peral: influencia sobre la productividad, el ahorro de agua y la respuesta agronómica
- Autores: María José Moñino Espino
- Directores de la Tesis: José Miguel Coleto Martínez (dir. tes.), María Henar Prieto Losada (dir. tes.)
- Lectura: En la Universidad de Extremadura ( España ) en 2011
- Idioma: español
- Tribunal Calificador de la Tesis: Joan Girona Gomis (presid.), Abelardo García Martín (secret.), Francisco Javier Viguera Rubio (voc.), Juan Ramón Castel Sánchez (voc.), José Enrique Fernández Luque (voc.)
- Materias:
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- Resumen
Los objetivos principales del riego deficitario controlado (RDC) son el control del vigor en plantaciones intensivas y el ahorro de agua de riego. El éxito de la incorporación de estrategias de RDC al conjunto de prácticas agronómicas en este tipo de plantaciones, está condicionado tanto por la capacidad de respuesta de la planta ante una situación de estrés, que será diferente según el momento fenológico que se produzca, como por las condiciones medioambientales y edáficas en que se encuentra. En este trabajo se ha estudiado el efecto de diferentes estrategias de RDC en dos especies, una de hueso y otra de pepita, sobre la productividad, el ahorro de agua y la respuesta agronómica y fisiológica, adaptando en cada caso las estrategias a las características tanto de la especie como de la variedad en concreto: temprana en el caso de la nectarina, y peral de verano. Los trabajos, realizados en las Vegas del Guadiana, aportan resultados concluyentes que pueden contribuir no solo a racionalizar el uso del agua en agricultura, sino también a obtener beneficios directos añadidos como el control del vigor en plantaciones intensivas, o incluso mejorar el valor de la cosecha.
En la variedad temprana de nectarina (Prunus persica (L.) Batsch var. Nucipersica), las estrategias de RDC se desarrollaron en el período poscosecha, que en estas condiciones de cultivo puede llegar a suponer el 70% de la campaña de riego. En una plantación comercial situada en las Vegas del Guadiana, se establecieron cinco tratamientos de riego con diferentes niveles de estrés, que cubrían desde el 100% hasta el 25% de la evapotranspiración del cultivo (ETc), y se mantuvieron durante cuatro años consecutivos. De los cuatro tratamientos deficitarios, en dos se aportó el 50% y el 25% de la ETc todo el período, y los dos restantes aportaron las mismas cantidades pero se aumentó el riego al 75% de la ETc un mes antes de finalizar el cultivo. El ahorro hídrico medio anual varió entre 446 mm (57%) en el tratamiento de estrés más severo y 246 mm (31%) en el tratamiento menos severo, respecto al agua total de la campaña de riego para árboles sin estrés. Los resultados muestran que el potencial hídrico de tronco (¿s) fue un indicador de estado hídrico sensible a los cambios en la dotación hídrica, con valor umbral de no estrés durante poscosecha en esta variedad temprana y condiciones de cultivo de -0,73 MPa. El RDC poscosecha fue eficaz en el control del vigor de los árboles, medido como la sección de tronco, que fue más efectivo en el tratamiento con estrés más severo, con un crecimiento del tronco un 35% menor que los árboles sin estrés.
El RDC poscosecha aumentó la floración del siguiente año en los tratamientos más estresados, siendo más evidente cuando las condiciones meteorológicas no fueron propicias para la formación de las yemas. Aunque en producción referida a kg/árbol, kg/cm2 y kg/ha se observó cierta tendencia a disminuir a medida que el estrés fue más intenso, la producción acumulada del tratamiento menos severo con alivio del estrés fue 7.000 kg/ha por encima que la del tratamiento de no estrés, aunque en ningún caso las diferencias con el tratamiento control fueron significativas. La eficiencia en el uso del agua (EUA) fue claramente mayor en los tratamientos estresados.
En el caso del frutal de pepita, se estableció en una parcela de peral (Pyrus communis L. cv. Ercolini), un ensayo con tres tratamientos de riego, un control regado con el 100% de la ETc durante todo el ciclo, y los dos tratamientos estresados en que se aportaron el 50% de la ETc en determinados momentos del cultivo. En el tratamiento más moderado los períodos deficitarios fueron desde brotación hasta el inicio de rápido crecimiento del fruto, 155 día del año (dda) y desde recolección hasta el 244 dda. En el tratamiento de estrés más severo el riego fue deficitario durante todo el cultivo excepto los 15 días previos a recolección que se aumentó al 100% de la ETc. Los tratamientos de riego dieron lugar a diferencias en el estado hídrico de los árboles, y las respuestas del ¿s y de la conductancia estomática (gl) ante los cambios en el régimen hídrico estuvieron condicionadas por la presencia de fruta en los árboles. El valor de referencia de ¿s de no estrés, antes y después de recolección fue de -0,84 MPa y -0,70 MPa, respectivamente.
En cuanto al crecimiento vegetativo, el estrés hídrico durante el período comprendido desde el inicio del rápido crecimiento del fruto hasta después de recolección (155 al 244 dda), aumentó significativamente el peso seco de la madera de poda del tratamiento sin estrés respecto a los deficitarios, cada año del estudio (un 37% y 44% más en la madera acumulada respecto al de menor y mayor estrés, respectivamente). El control del vigor, medido como la sección de tronco, fue eficaz en los tratamientos deficitarios: el crecimiento acumulado fue un 24% inferior en el tratamiento menos severo y un 34% menor en el más severo, respecto a los árboles sin restricciones de riego. El período de mayor sensibilidad fue entre el 155 y 185 dda.
El período más sensible al estrés en relación con el crecimiento reproductivo, fue a partir del crecimiento rápido del fruto (155 dda). Las restricciones de riego no tuvieron un efecto significativo sobre la producción y el calibre del fruto en recolección, que estuvieron más influenciados por la fecha de recolección y el número de pasadas. La producción acumulada en el tratamiento deficitario más moderado fue significativamente superior al resto. La EUA fue mayor en los tratamientos estresados.
El estrés hídrico después de recolección (200 al 244 dda) incrementó el número de frutos por árbol y por sección de tronco en el siguiente año.
A la vista de los resultados obtenidos, en las Vegas del Guadiana es recomendable una estrategia de RDC de un 50% menos de la dotación de agua de riego respecto a la dosis de no estrés en dos períodos del ciclo del cultivo: desde brotación hasta el inicio de crecimiento rápido del fruto (122-154 dda) e inmediatamente después de cosecha (200-244 dda).
