La tesis estudia la expansión y difusión de un género editorial que experimentó un intenso dinamismo entre 1940 y 1960. Investiga el fenómeno bibliofílico a través del diseño y producción editorial, los parámetros técnicos y estéticos, las manifestaciones socioculturales y la proyección del fenómeno a través de las publicaciones periódicas.
Sostiene que se trató de un fenómeno generalizado -con resultados bastante dispares en cuanto a la calidad de los productos generados- en el que participaron entidades institucionales y, sobre todo, un importantísimo núcleo de promotores privados de muy diferente signo intelectual, político, literario y profesional, que generó un amplio registro de publicaciones.
Sitúa los orígenes de esa modalidad editorial en el ámbito de las publicaciones francesas, con el que se establecen significativas vinculaciones -en la doble dirección- mediante la intervención de ilustrados, tipógrafos, diseñadores tipográficos, promotores editoriales o el interés compartido por cierta línea de temas, especialmente los literarios.
El auge de este movimiento generó algunas manifestaciones especialmente beneficiosas: incremento del patrimonio bibliográfico, caracterizado por dejar un testigo particularmente valioso de una etapa en la que aún estaba vigente toda la gama de técnicas convencionales de las artes del libro; en esta vertiente el sector barcelonés merece la mención más destacada.
Pone de relieve también ciertos aspectos negativos referidos a los rasgos aristocratizantes presentes en el panorama editorial del género que se tradujeron en una excesiva particularización y privatización de estos productos editoriales de lujo.
La investigación aporta en los anexos la elaboración de una serie de tablas estadísticas sobre variables económicas del precio de estas ediciones, relación de ilustradores, listas de suscriptores y miembros de sociedades de bibliófilo. Contiene,
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