La tesis plantea de la manifestación del ojo único y de su mirada, en la pintura del siglo XX, el revolucionario cambio que experimentan y el significado que trasladan al arte contemporáneo.
Significado que parece estar vinculado a los dos ojos arquetípicos que se gestan en los orígenes de la cultura occidental: el ojo del Mito Solar y el que he denominado del Mito Lunar. Ambos están vinculados al Mediterráneo y mediante una constante comparación, sus vestigios me han aportado la posibilidad de encontrar la afinidad y paralelismo con los que se expresan en la actualidad, en el ámbito del arte.
Además del cambio extraordinario en su naturaleza y expresión, transformándose en objetos, creando misterio, innovando con su libertad de movimientos, los ojos arquetípicos alteran el entorno en el que se mueven, y acompañan la metamorfosis prodigiosa del espacio del siglo XX.
Podríamos pensar que con los cambios profundos sería difícil identificarlos, sin embargo arrastran su pasado, haciendo renacer la magia, el mito y un significado sagrado en muchas de las obras de la modernidad.
Vinculados a otros símbolos universales, sobreviven en nuestra cultura debido a su versatilidad y polimorfismo, el ojo se manifiestó en tiempo en los que predominaba el pensamiento mágico, supo ser un tema central en la época en que surgieron los mitos, estuvo presente en las religiones reveladas del Dios Uno, y durante el periodo de ascenso de la conciencia racional ha presidido desde lo alto, con su luz nuestra cultura.
Hoy, absolutamente profano, también sigue vigente en la pulicidad. Todas sus formas cuentan de alguna manera una parte de la historia del hombre y su lucha por adquirir la luz de la conciencia, pero nada como el arte para contar esta historia.
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