Existen muy pocos estudios acerca de los efectos del tratamiento de ortodoncia de la mordida cruzada posterior unilateral sobre la corrección o no de sus alteraciones neurofuncionales y morfológicas. El propósito de este estudio fue analizar los cambios electromiográficos, kinesiográficos y en la posición condilar que se producen tras la corrección ortodóncica de la mordida cruzada unilateral en una muestra de 25 pacientes de 10 a 15 años de edad. Todos ellos con clase I esquelética y un patrón de crecimiento mesofacial. Empleamos la electromiografía de superficie, un kinesiógrafo mandibular y las radiografías de Hirtz y tomografías de la articulación temporomandibular. Según las variables estudiadas comparamos el lado de la mordida cruzada frente al otro, en el momento inicial y final, así como entre grupos, antes y después del tratamiento. Los resultados electromiográficos indican que desaparece la simetría muscular que existía durante el reposo y el máximo apretamiento de los músculos masticatorios. Durante el proceso final se mantiene elevada la actividad de los temporales posteriores, y en el aprentamiento final se aproxima la actividad de los maseteros a la de los temporales anteriores que predominaba al inicio. En la kinesiografía disminuyó el espacio libre vertical, se mantuvo la desviación mandibular al abrir hacia el lado sin mordida cruzada, aumentaron las amplitudes de los movimientos mandibulares, y el movimiento de latealidad resultó mayor hacia el lado de mordida cruzada.
En la posición condilar respecto a la base del cráneo, el cándilo del lado normal se situó más posterior que el contralateral, al contrario que al principio.
Los espacios articulares entre el cóndilo y la fosa glenoidea disminuyeron en el lado sin mordida cruzada, y ambos cóndilos se situaron en una posición más centrada en la fosa.
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