Para avanzar en el conocimiento de la estructura de la litosfera en Canarias y su entorno, se ha realizado una análisis gravimétrico e isostático sistemático, que se ha complementado con la información geológica y geofísica más relevante. Para la realización de este trabajo se han adquirido nuevos datos batimétricos en las campañas de la Zona Económica Exclusiva Española, y se han integrado con datos procedentes de otras fuentes. El trabajo se completó con una comparación con el archipiélago de Hawaii, que permitió comparar las características gravimétrica e isostáticas de ambas zonas.
Las Islas Canarias y su entorno oceánico se caracterizan por presentar características gravimétricas complejas, debidas a la superposición de varios efectos de distintas longitudes de onda.
El nuevo mapa de la Anomalía de Bouguer ha permitido identificar la presencia de cuerpos de alta densidad en la corteza que se interpretan como asociados a cámaras magmáticas solidificadas y/o intrusiones de plutones máficos o ultramáficos. Los más significativos están situados en el O de Lanzarote, E de Fuerteventura, Amanay, centro S y NO de Gran Canaria, SO de Tenerife, N de La Gomera y centro de La Palma. Además, se ha localizado la presencia de zonas de menor densidad en el manto, debidas a un aumento de la temperatura y/o un empobrecimiento geoquímico. La más significativa de estas zonas es la situada al SE de la isla de La Palma. La modelización gravimétrica en dicha zona implica que esta anomalía se extienda en profundidad hasta la base de la litosfera.
Las direcciones estructurales deducidas de los gradientes gravimétricos presentan cuatro orientaciones principales que se asocian a 3 procesos:
1,- Las direcciones E-O y N-S se relacionan con la expansión del fondo oceánico y afectan a todo el archipiélago.
2,- La dirección NE-SO es un reflejo del campo de esfuerzos NE-SO hasta el Mioceno superior.
3,- La dirección NO-SE, se rel
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