Arquitectura conventual en Alcalá de Henares (siglos XVI-XIX)

• Autores: Carmen Román Pastor
• Directores de la Tesis: Pedro Navascués Palacio (dir. tes.)
• Lectura: En la Universidad Complutense de Madrid ( España ) en 1987
• Idioma: español
• Tribunal Calificador de la Tesis: Jesús Hernández Perera (presid.), Áurea de la Morena Bartolome (secret.), José Antonio Ruiz Hernando (voc.), Miguel Ángel Castillo Oreja (voc.), Carmen Ariza Muñoz (voc.)
• Materias:
  • Ciencias de las artes y las letras
    • Arquitectura
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• Resumen

  • Los precedentes de la arquitectura del clero regular en Alcalá hay que buscarlos en los dos monasterios de la orden de s. Francisco que se fundaron en la primera mitad del siglo xv si bien con la instalación de la universidad complutense y la llegada a la villa de diversas comunidades religiosas surgieron numerosos colegios y monasterios que constituyeron una interesante arquitectura conventual. La mayoría de los monasterios que se formaron en el siglo xvi lo hicieron con la agrupación de varias viviendas unifamiliares; en estos establecimientos confluyeron diferentes estéticas reminiscencias tardomedievales técnicas y labores mudéjares y repertorio decorativo renacentista. Los nuevos conventos que se levantaron en el siglo xvii estuvieron estilísticamente vinculados a la corte y contribuyendo a modificar en parte el trazado de la población. Hemos considerado que fray Alberto de la Madre de Dios y Juan Gómez de Mora fueron los dos arquitectos que introdujeron el clasicismo en la villa bajo cuyas propuestas se proyectaron estos conjunto pero en manos de cada uno de dichos maestros adquirió matices diferentes. Fray Alberto inició un estilo de frailes arquitectura derivada de la de francisco de mora escueta y un poco seca donde se atiende mas a lo funcional que a lo artístico reflejando como ninguna la estricta religiosidad de Trento. Juan Gómez de Mora representaría la arquitectura clasicista con toda propiedad basada en fuentes librescas y ordenada con proporciones. De estos templos los construidos en la primera mitad del siglo ofrecen sus interiores un aspecto sobrio animados con motivos abstractos mientras que los de las iglesias realizadas en la segunda mitad están tratados según las corrientes ornamentales de moda; en ellos la estética se quiebra para apuntar en cambio una serie de soluciones ampliamente desarrolladas en época barroca.