La irrupción del modelo de producción fordista supuso un cambio en el paradigma de la industrialización. La llegada del Ford T en 1907 permitió a millones de familias el acceso a un producto hasta ese momento exclusivo de las clases altas de la sociedad. No fueron pocos los arquitectos que soñaron con la aplicación de este nuevo modelo de cadena de montaje a la edificación. Pero la arquitectura, por entonces, ya acumulaba siglos de tradición en las bellas artes, y esta inercia lastró la incorporación a la construcción de los nuevos procesos de producción.
Sin embargo, a finales de los años 20 y como respuesta a las extremas condiciones sociales y de acceso a la vivienda durante la Gran Depresión, Buckminster Fuller, un creador ajeno a toda la herencia de la tradición arquitectónica, propuso en su texto 4D Timelock un nuevo concepto de vivienda totalmente inspirada en el modelo fordista. Este manifiesto escrito en 1928 no solo presentaba un modelo de vivienda radicalmente nuevo a nivel estructural o constructivo sino que, además, integraba la última tecnología en instalaciones e introducía un nuevo concepto en la arquitectura, la obsolescencia, derivada necesariamente de los procesos de caducidad de las tecnologías empleadas.
Esto le condujo a proponer la vivienda como una prestación de servicio, frente a su consideración tradicional de bien inmueble. Es decir, en este nuevo concepto de Scientific Dwelling la vivienda siempre sería propiedad de la industria y el usuario solo pagaría por su uso, teniendo derecho a la renovación de los sistemas de instalaciones obsoletos y a servicios como el traslado de la casa causado por la movilidad geográfica de la población promovida por las nuevas dinámicas sociales.
La primera revisión de este nuevo paradigma iniciado por Fuller a finales de los años 20 tendría lugar en la década de los 40 en los Estados Unidos a causa de las excepcionales condiciones socioeconómicas de la Segunda Guerra Mundial y de su periodo de postguerra. Dos expertos en la tradición industrial alemana como eran Walter Gropius y, sobre todo, Konrad Wachsmann desarrollarán un sistema constructivo viable para la producción en serie de viviendas. Frente a la rigidez de la propuesta de Fuller, Wachsmann, autor del diseño, opta por permitir el máximo grado de libertad generando un sistema constructivo de nudos extremadamente versátil. Este acercamiento a la vivienda partiendo desde el hecho constructivo supondrá un importante avance sobre el caso de Fuller, porque, manteniendo máximas como la eficiencia, la movilidad, la precisión y el rápido montaje, este modelo llegó a producirse industrialmente y a convertirse en una realidad.
La segunda revisión llegaría en la década de los 60 a causa de la llegada de la mecanización y el desarrollo de los medios de transporte que provocaron una primera deslocalización industrial con graves consecuencias en el empleo. A esto se unió la irrupción de una nueva ciencia que todo lo cambiaría desde entonces, la cibernética, un salto tecnológico sin precedentes de igual o superior repercusión que el avance que supuso el modelo fordista a inicios de siglo.
En este nuevo escenario iniciaría su trayectoria el arquitecto británico Cedric Price, un reconocido seguidor de la obra de Fuller que aplicando el paradigma inaugurado por el norteamericano al nuevo marco de condiciones sociales y utilizando la cibernética como herramienta principal produciría una nueva forma de acometer el proyecto en arquitectura.
Price propone un nuevo modelo de arquitectura móvil, modificando sobre los casos anteriores un parámetro fundamental: el tiempo de respuesta. Si para Fuller la movilidad se basaba fundamentalmente en el cambio de ubicación de la vivienda, y Wachsmann incorporaba, además, la ampliación de la misma en base a un posible cambio de necesidades, Price añade un aumento de la velocidad, la movilidad inmediata, donde los cambios se sucedían con horas de diferencia. Esta respuesta tan rápida obligaba a emplear sistemas constructivos de fácil manejo cuya incorporación el proyecto arquitectónico introdujo finalmente un nuevo concepto en el diseño: el juego.
Sin embargo, a partir del último tercio del siglo XX, toda la línea de trabajo que se había desarrollado bajo este nuevo paradigma fue malinterpretada como un elemento más de la emergente nueva economía de consumo. Esto se debió, en parte, a que algunos críticos consideraron esta arquitectura y a sus autores como integrantes de un nuevo e imparable movimiento cultural, el Pop, siendo el grupo británico Archigram uno de los responsables indirectos de este proceso de banalización, ya que su impacto mediático eclipsó a toda la línea de trabajo anterior que le había servido de referencia. Las propuestas arquitectónicas de este colectivo estaban más ceca de la utopía que del pragmatismo que originalmente había guiado a sus predecesores y al emplear en sus proyectos las imágenes generadas durante años por todos aquellos autores que habían trabajado en este nuevo paradigma completaron un proceso involuntario de apropiación que selló el destino de todos los implicados por igual hasta el día de hoy.
If the irruption of the Fordist model of production meant a change in the paradigm of the industrialization with the arrival of the Ford T in 1907, and this is because this allowed millions of families access to a product up to that moment exclusive of the upper classes of society, the car.
They were not a few the architects that dreamt with the application of this new model of assembly line to the production of building. But, unlike industrial production, architecture was already accumulating centuries of tradition in the fine arts, and its inertia would influence this new way of approaching the productive process, …… However, when in the late 1920s the Great Depression stretched social conditions and access to housing, Buckminster Fuller, a creator oblivious to the entire heritage of the academy, through the writing of 4D Timelock would propose a new model of housing totally inspired by the Fordist model. This manifesto written in 1928 would not only revise and propose a radically new housing model at a structural or constructive level, whose aesthetic connotations would be evident, but would also integrate the latest technology into comfort facilities, finally introducing a new concept in architecture, obsolescence, derived from the presence of these modern facilities.
This would lead him to propose the housing as a real provision of services, compared to the traditional treatment of real estate. That is, in this new concept of Scientific Dwelling, sketched by Fuller in the 4D Timelock, housing would always be owned by the industry and the user would only pay for the use, having the right to both a constant renovation of systems of obsolete facilities, as well as some adaptation to changing needs, as the new social dynamics already promoted permanent geographical mobility, and this service included transfers accompanying the user, in fact this new housing model would finally be mobile.
The first revision of this new paradigm initiated by Fuller in the late 1920s would take place in the 1940s and in the United States. As a result of the exceptional socio-economic conditions of World War II and its postwar period, two experts in industrialization and inheritors of the German industrialization tradition, such as Walter Gropius and above all Konrad Wachsmann, would develop a constructive system for the industrialization of housing produced in series. But faced with the rigidity of Fuller’s design, in this case Wachsmann would choose to allow the maximum degree of freedom generating an extremely versatile knuckle system. This approach to housing starting from the constructive fact would imply an important advance on the model of Fuller, because in addition to maintaining maxims as the efficiency to look for the optimal solutions, given the technology of his time, or mobility thanks to the lightness, the precision and rapid assembly of the system of dry knots, this model came to be produced industrially, becoming a real case.
The second revision would come in the 60s with the changes introduced in the production models, since the arrival of mechanization and the development of means of transport would allow a first industrial relocation with serious consequences on employment. To this we would add the irruption of a new science that would change everything, cybernetics, an unprecedented technological leap of equal or superior impact that the jump that the Fordist model assumed at the beginning of the century.
In this new scenario, the British architect Cedric Price, a renowned follower of the work of Fuller, began his career by applying the paradigm initiated by him to the new framework of social conditions, using new systems and construction techniques, and using cybernetics as a tool would produce a new way of undertaking the project in architecture.
Therefore Price proposes a new model of mobile architecture, modifying on the previous cases a fundamental parameter, the response time, because if for Fuller the mobility was based mainly on the change of location of the house, and Wachsmann also incorporated its extension on the basis of changing needs. Price would propose a change in speed, the immediate mobility, where the changes had to happen in a day, being adaptations already made in time slots. And this rapid response required the provision of easy-to-use construction systems, resulting in the introduction to the architecture of a new concept, the game.
However, all this work carried out under this new paradigm entered into a process of trivialization as it was interpreted as an element of the new consumer economy. This was partly due to the identification as a member of the new Pop Art, with the British group Archigram being one of the true protagonists of this process of banalization, because with its media impact eclipsed all this work previously done. Using in their proposals the superficial layer of the new universe, and above all the images generated for years by all these authors who worked in this new paradigm, turning them into real icons for this new architecture designed by them. Being this universe Archigram a production much closer to utopia than to the true pragmatism that originally generated it.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados