El estudio de la vida tiene como centro principal el hombre la humanidad. Una vida en evolución convergente que va de la materia inorganizada hasta el dominio del espíritu y del pensamiento complejizándose cada vez más en sumos grados de complejidad hacia la personalización y reagrupamiento universal socializado en omega. El hombre fundamenta en sí mismo la vida que alcanza su grado máximo en la conciencia reflexiva y en la socialización universal por la fuerza del amor. Una mayor centreidad es lo que realmente fundamenta los efectos universales de conciencia y libertad (específicamente humanos). En el hombre como centro universal la vida y el universo mismo llegan a tornarse como una multiplicidad centrada y organizada. Por su complejidad en alto grado es que la vida humana llega a ser cada vez más consciente. La evolución camina cada vez más hacia el espíritu que culmina en lo personal de omega.
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