El objetivo de la tesis es explorar la entrada de la virtud política en el liberalismo contemporáneo. La tesis considera que el uso instrumental de la virtud cumple una función ideológica en la teoría liberal.
La perspectiva genealógica de la tesis busca sacar a la luz los valores dominantes que el liberalismo promueve en nombre de la sociedad justa. Plantea un análisis crítico sobre la función instrumental de la concepción de la persona moral y de la razón imparcial que alienta la reproducción de la ideología liberal.
El primer capítulo presenta el panorama general de la teoría liberal más influyente de los últimos tiempos, con la filosofía política de John Rawls. El objetivo es rastrear las concepciones que requieren de ciertas cualidades de carácter en los ciudadanos de una sociedad justa y estable, a lo que Rawls hace referencia en Liberalismo Político (1993) en la definición de las virtudes políticas que sirven a la prosperidad de la estructura básica. El segundo capítulo examina dos enfoques teóricos que desarrollan el ideal de virtud política en el marco de la concepción pública de la justicia rawlsiana. El primer enfoque es el Liberalismo republicano de Richard Dagger, cuyo planteamiento intenta compatibilizar ideales liberales con republicanos, a saber, la autonomía y los derechos individuales con la virtud cívica y los deberes de los ciudadanos. El otro enfoque es el liberalismo cívico que presenta Stephen Macedo. El autor concibe las virtudes liberales como instrumentos de la ideología individualista que privatiza las formas de vida.
El tercer capítulo de la tesis presenta argumentos de la teoría crítica, que permiten responder a los objetivos de la tesis, esto es, desembarazar la virtud política de la estructura básica, del concepto normativo y de la justicia distributiva. Propone que la virtud política debe ser entendida como una disposición dialéctica entre individuos e instituciones.
Por un lado, se sigue la propuesta de Iris Marion Young que propone desplazar la justicia de su función distributiva y cuestiona el ideal de imparcialidad en tanto función ideológica del individualismo liberal. La autora admite las particularidades de las demandas, conflictos y reivindica un sentido de la justicia menos normativo, que parte de la indignación para reclamar situaciones de opresión.
Por último, la tesis propone restablecer el concepto de virtud liberal a través de la composición dialéctica que Hegel plantea en su noción de virtud moderna. Con todo, se postula un concepto de virtud como una disposición a la contradicción con los valores dominantes, se reivindica la tensión entre lo individual y lo universal mediante una concepción de la virtud emparentada con la razón reflexiva como motor del sentido de justicia y de los reclamos capaces de desenmascarar las normas y valores de la ideología liberal.
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