En los últimos años la Web ha sido protagonista de una revolución debida al creciente éxito de nuevas aplicaciones para las cuales el rol del usuario es central. La crisis, que a principios del nuevo siglo ha redimensionado las ambiciones de las empresas punto-com, ha tenido como consecuencia un cambio no solo tecnológico, sino también paradigmático: la Web es una nueva base para nuevos desarrollos tecnológicos, sociales, comunicacionales y organizacionales. El usuario está considerado como el motor principal de esta nueva filosofía. Se ha denominado este nuevo paradigma: ¿Web 2.0¿ y aplicaciones como YouTube (http://youtube.com), Wikipedia (http://www.wikipedia.org) o Flickr (http://www.flickr.com) ha basado su éxito en el trabajo de los usuarios que colaborativamente crean, etiquetan, categorizan y filtran de contenidos. Por otro lado, la facilidad de publicación de información ha implicado un rápido crecimiento de la cantidad de datos haciendo indispensable una buena gestión de los contenidos. La Web Semántica (Tim Berners-Lee, 1998) está teniendo un nuevo auge en estos años, debido a su objetivo de cubrir la necesidad de un esquema de información normalizado, organizado e interoperable para una efectiva gestión de los contenidos en la Web. La integración de la Web 2.0 y de la tecnología semántica conlleva claras ventajas, como la mejora de la gestión de los datos y el soporte a la colaboración. En el primer caso permite la integración de contenidos que provienen de diferentes fuentes mediante la descripción formal de relación entre ellos proporcionando mecanismos de integración. En el segundo, gracias a la capacidad de integrar datos e informaciones facilita y fomenta la interacción y en un entorno colaborativo (las aplicaciones 2.0) haciendo este proceso más eficiente incrementando la accesibilidad a los datos y a sus creadores.
El éxito de la Web 2.0 no ha pasado desapercibido en el ámbito empresarial. McAfee (2006) acuña el término Enterprise 2.0 para indicar la adopción del paradigma 2.0 en las corporaciones. Marketing, formación e innovación son las tres áreas de negocio en las cuales la organización en comunidades y el trabajo colaborativo aportan un mayor valor añadido. La innovación se revela especialmente interesante para nuestro análisis, respecto a marketing o formación, a causa del cambio de paradigma que está verificando en estos últimos años: el abandono de los sistemas cerrados y verticales de innovación ha llevado a la adopción de sistemas abiertos que requieren la participación de nuevos actores. Empleados, proveedores y clientes son nuevas fuentes de innovación. Esta nueva tendencia ha adoptado el nombre de ¿Open Innovation¿ (Chesbrough 2003, 2006). Del paradigma ¿Open Innovation¿ se han estudiado las potencialidades, los casos de éxito y las mejoras respecto al modelo clásico, pero meramente desde un punto de vista empresarial. La literatura sobre el argumento, fuertemente orientada a la administración de empresa, carece de análisis acerca del soporte tecnológico necesario para implantar este modelo en una empresa: los trabajos orientados a la definición de herramientas se focalizan en el modelo clásico de innovación y en el proceso de recogida de ideas, sin dar el adecuado soporte al proceso de innovación abierta. El entorno empresarial se revela adecuado también por sus características de dominio cerrado y controlado, haciendo posible la implantación de tecnología semántica, que en entornos abiertos cómo la Web donde sólo recientemente parece estar cumpliendo con las expectativas generadas con su nacimiento.
El objetivo de este trabajo es demostrar la eficacia de la fusión de Web 2.0 y tecnología semántica en el ámbito empresarial. Para ello se construye una arquitectura conceptual basada en filosofía colaborativa y tecnología semántica para el soporte al proceso de innovación abierta. Con este fin se analizan las fases del proceso de innovación y se define un metamodelo formal, especificando los actores y relaciones entre ellos a lo largo de este proceso. El metamodelo permite identificar las actividades y la información intercambiada durante la interacción. A través de una estratega top-down se describen las fases del proceso de innovación (creación, filtro, decisión, promoción, implantación y explotación), las características del marco tecnológico a soporte de este proceso y las funcionalidades asociadas. Se propone entonces una metodología de adopción del proceso y se describen unas métricas de evaluación, tanto del proceso como de la tecnología adoptada.
El trabajo de Gloor (2006) sobre Collaborative Innovation Networks es el punto de partida para la identificación de las características de la tecnología asociada al proceso de innovación. Las consideraciones de McAfee (2006) sobre Enterprise 2.0, de Kollock (1996) y Lee (Lee et al. 2001) sobre los mecanismos de incremento del nivel de interacción social en comunidades online, permiten la definición de funcionalidades de soporte a las actividades en la diferentes fases de Open Innovation. Se describe detalladamente un marco tecnológico que, explotando las características de la Web 2.0 y la Web Semántica, permite (i) la creación de un canal para que empleados, clientes y otras empresas propongan sus ideas (Innovación hacia adentro y hacia afuera, (ii) la interacción en un espacio virtual, donde todos los actores involucrados puedan debatir y refinar sus ideas con el fin de hacer más eficiente el proceso de innovación (Inteligencia Colectiva), (iii) la gestión del flujo de innovación por parte del departamento de I+D. A los detalles de implementación de las aplicaciones para el soporte al proceso de innovación, sigue la descripción de un posible escenario de aplicación en el entorno financiero. Finalmente se presentan tres casos reales, un banco, Repsol y Telefonica I+D, en los cuales las tecnologías definidas en este trabajo han sido adoptadas con éxito, analizando los resultados a través de la definición de unas métricas de evaluación del proceso de innovación y de la tecnología propuesta.
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