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Nuevos aspectos de la patografía de Goya

  • Autores: Gonzalo Briones Espinosa
  • Directores de la Tesis: Sebastián García Díaz (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad de Sevilla ( España ) en 1978
  • Idioma: español
  • Número de páginas: 124
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Sebastián García Díaz (presid.), José Giner Ubago (secret.), Gabriel Sánchez de la Cuesta (voc.), José M. Domínguez Martínez (voc.), Antonio Piñeiro y Carrión (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: Idus
  • Resumen
    • Resumimos todo lo expuesto, para llegar posteriormente a unas conclusiones, que fijen los conceptos que pretendemos demostrar en esta Tesis Doctoral.

      Sabemos que sobre finales de Octubre de 1792, llega Goya a Sevilla, por primera vez, de paso para Cádiz, con el fin de conocer estas ciudad y sus obras de arte, que como se sabe eran muchas las que existían, tales como las de Alejo Fernández, Campaña, Esturmio, Pacheco, Roelas, Herrera el viejo, Alonso Cano, Zurbarán, Murillo, Valdés Leal, etc.

      Visita y no sabemos si se hospeda en casa de su amigo Ceán Bermúdez, pensamos que en estos días pintó los retratos de él y el de su mujer, que como se saben están fechados en 1792, y tuvo que improvisar un taller, terminados los dos cuadros, posiblemente al barnizarlos es cuando sufre una intoxicación por sulfuro de carbono, que como disolvente de los barnices debió emplear.

      Al ponerse enfermo es trasladado a Cádiz, no se dice por quién, pero lo cierto es que llega a esta ciudad en malísimo estado y Don Sebastián Martínez lo aloja en su casa, debiendo suceder esto sobre el mes de Noviembre y permaneciendo en dicha ciudad y casa hasta el mes de Junio o Julio, en total 7 ú 8 meses.

      Coincide perfectamente la sintomatología de dicha intoxicación, con los datos que recogemos en las cartas de Sebastián Martínez a los amigos, dándole a cuentas de la marcha de la enfermedad.

      En cuanto el periodo de recuperación, está dentro del tiempo normal de una polineuritis, teniendo en cuenta los pocos medios de la época para ayudar a una más rápida curación. Siguiendo una evolución natural no influida por una medicación adecuada actual. La intoxicación fue aguda, no crónica, pero intensa, que al desaparecer la causa y dejar las lesiones mielinicas que el sulfuro de carbono había producido como disolvente de los lípidos y por tanto de la mielina neural, no habiendo producido la muerte, solo quedaba esperar la recuperación, con aquellas secuelas de lo irreversible, como sucedió con el nervio acústico, que le produjo la sordera para toda la vida.

      El pensar en una sífilis, o una Parálisis general Progresiva, como hasta ahora se ha venido diagnosticando a posteriori, no encaja en la evolución posterior, ni en los antecedentes familiares, pues vivió el resto de su vida con sus funciones físicas e intelectuales normales, salvo la sordera.

      Una enfermedad infecciosa aguda del sistema nervioso que produjera una polineuritis, no parece encajare sin dejar más secuelas y el no citar en las cartas el término “calenturas”, tan frecuente en esa época no parece indicar nada de esto.

      Un ictus de etiología hemorrágico o embolico, aunque el comienzo es brusco, la afectación de nervios con localizaciones de centros muy próximos, produciría parálisis que afectaran a todo un miembro, y no a grupos musculares aislados con inervación común y de los cuatro miembros, como sucede en la intoxicación que con frecuencia en miembros inferiores el que más se afecta es el ciático poplíteo externo.

      En resumen, las alucinaciones visuales y auditivas, la afectación del sensorio y las parálisis de grupos musculares aislados de los cuatro miembros, con una evolución de recuperación y no repetir en más de 30 años, son argumentos sólidos para diagnosticar una intoxicación por Sulfuro de Carbono.

      Otro tipo de intoxicaciones como las producidas por mercurio o plomo, con afectación del Sistema Nervioso, poseen distinta sintomatología, pues no se habla de temblor y ataques convulsivos que podría producir unas lesiones de la corteza por intoxicación.

      CONCLUSIONES Hemos intentado demostrar que Don Francisco de goya y Luciente, sufrió una Intoxicación Profesional, que esta fue por Sulfuro de Carbono, y que lo empleó como disolvente de los barnices.

      Hemos estudiado dentro de lo posible y con los medios a nuestro alcance, su pintura, bajo el punto de vista y con mentalidad médica y no artística, para conocer la influencia que la enfermedad pudiera tener en su obra.

      Analizamos los datos gráficos y detalles recogidos en las radiografías, con una interpretación de lectura radiográfica de lo que se observa en las mismas y posible relación con la pintura visible del cuadro radiografiado. Y llegamos en este sentido a unas conclusiones que son: firmas ocultas, monstruos y dibujos relacionados con el tema del cuadro, que algunas rectificamos aparentes son más bien intenciones. ¿Hizo todo esto siempre con pinturas cuyos pigmentos eran radiografiables?; pienso que no, que habrá otros dibujos ocultos no demostrables por este procedimiento. Efectivamente en algún tipo de fotografías posiblemente relacionado con la reflexión de la luz pueden manifestar dibujos ocultos que no aparecen en las radiografías.

      Con las fotografías ponemos también de manifiesto microfirmas y microdibujos, así como todo lo soterrado. En las ampliaciones fotográficas existe un “Substrato” característico de Goya e inconfundible, donde pueden verse las Gy aisladas, grupos de tres o cuatro y así como microfechas.

      En el estudio comparado de antes y después de la enfermedad, vimos como después de la misma a pensar de sacar los monstruos a su pintura externa, continua con las ocultaciones. Todo esto lo hemos podido ver desde los años mozos hasta La Lechera de Burdeos, pero lo que no sabemos si lo hizo en todas sus obras.

      Rompió en parte con el academicismo y se intensifico su sátira volviéndose más trágico después de su enfermedad.

      ¿Fueron manías esto de pintar oculto? Pienso que sí, se distraía y jugaba con ello, a la vez le ha servido para que no le falsificaran sus obras.

      Que le dejó una secuela física que fue la sordera quedando perfectamente de sus parálisis de miembros y otros órganos de los sentidos, como la vista. Intensificándose su egocentrismo.

      Creemos que lo que más influyó fue la sordera y la actuación de esta sobre su psiquismo y por tanto en su pintura.

      Con este trabajo médico relacionado con las Bellas Artes, se abren las puertas a un nuevo cauce para los investigadores de las principales Pignotecas, que disponiendo de obras de Goya, tiempo y medios de investigación, puedan ensanchar los caminos iniciados por esta Tesis Doctoral que se ha limitado a exponer las observaciones hechas con una mentalidad médica y con estudios fotográficos.

      Podemos resumir todo lo dicho en una serie de puntos concretos:

      1. La enfermedad que sufrió en 1792 en Sevilla y Cádiz fue una Intoxicación por Sulfuro de Carbono, al emplearlo como disolvente de los barnices.

      2. Que como secuela de la enfermedad le quedó la sordera, siendo este defecto físico el que influyó sobre su psiquismo y ésta a la vez sobre su pintura, pero solo aumentando características que ya poseía.

      3. Fue un hombre Psíquicamente normal toda su vida, salvo al comienzo de su enfermedad, que como todos los Intoxicados por Sulfuro de Carbono sufrió los trastornos descritos anteriormente.

      El pintar monstruos y relacionarlos con la pintura externa o visible, era fruto de su imaginación y como expresión e interpretación del mundo que le rodeaba, así como cuando los saca a la luz pública, no hace otra cosa que manifestarse de una manera más abierta. Tengamos en cuenta su carácter satírico con la sociedad, las luchas internas nacionales, absolutismo y liberalismo, la lucha contra los franceses invasores. Los monstruos en muchas ocasiones con rostros con distintas expresiones. No fueron fruto de una mente torturada ni monstruosa, “los sueños de la razón producen monstruos”. Se ha dicho que padeció una Esquizofrenia, no existiendo en su obra ni en su vida, doble personalidad ni desdoblamiento de ésta.

      4. Después de la enfermedad lo primero que hace es pintar rompiendo con el academicismo, pero con cierta cautela enviándole a Iriarte para su visto bueno, como Protector de la Academia, estos cuadros no los hace por encargo, sino donde el capricho y la invención no tienen ensanches.

      5. No sabemos si estos dibujos ocultos los tiene en todas o en algunas solamente de sus obras. Pero lo que sí es que unos se pondrán de manifiesto con estudios radiográficos y otros fotográficos.

      6. Una vez conocido el mundo micrográfico de Goya, se deduce que poseía una visión perfectísima, aunque se auxiliara con lupas y que deteriorada por la enfermedad pasajeramente, recuperó. A pesar de su autorretrato con lentes, en la que mira con su ojo izquierdo por encima del cristal, lo que denota que padecía presbicia o vista cansada en otros términos, teniendo una edad próxima a los cincuenta años.

      7. Que microfirmó o soterró su firma en todas sus obras, incluso en las firmadas visiblemente.

      8. Según el Doctor Rolf Mudgessy, experto Europeo en Bellas Artes y residente en Montreal y considerado como una de las autoridades en Goya, ha descubierto gran número de obras de Arte atribuidas a otros pintores que son de Goya, los distinguía por las microfirmas.

      9. Son muy frecuentes los dibujos soterrados dentro de la pintura de Goya.

      10. Fue en suma un gran genio como persona y un gigante de la pintura universal.


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