El principio quien contamina surge, inicialmente, en el ámbito de las ciencias económicas, buscando trasladar el coste que genera la contaminación y que, en principio, es soportado por toda la sociedad, a los potenciales contaminadores.
Así, lo que pretende el principio es que la carga económica de prevenir y controlar la contaminación no sea asumida por el Estado sino internalizado por el contaminador.
El principio se plasma hoy en normas de derecho positivo y constituye un principio orientador del derecho ambiental. Además, alcanza matices muy distintos dependiendo del contesto desde el cual lo estudiemos; así, bajo la óptica del Derecho Internacional Publica implica que cada país deberá tomar todas las medidas oportunas para evitar la contaminación.
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