Resumen de La construcción del mito de franco. De jefe legionario a caudillo de España
La investigación pretende aportar nuevos elementos en la definición del régimen franquista, a partir de analizar las dinámicas sociales de compenetración ideológica entre el Caudillo y masa. Ya está ampliamente reconocido que los fascismos del siglo XX, además de eliminar toda oposición política, buscaban también cierta identificación emotiva entre el líder y la población, como oxígeno puro en las arterias políticas de la ideología interclasista, en virtud de una especie de "conocimiento instintivo del alma de las masas" que todos "los amos del mundo" tendrían que guardar, según la opinión de hace más de un siglo de Gustave le Bon. Lo que llamamos carisma, base fundamental del liderazgo, toma sustancia de esa compenetración, que no necesita razonamientos ni pruebas, sino que se nutre de la idealización del jefe. A pesar de la importancia de ese factor en la gestión del consenso al régimen, la historiografía sobre el franquismo aún no ha elaborado un estudio parecido al muy citado Mussolini imaginario de Luisa Passerini. En su investigación, la historiadora italiana trazó las múltiples líneas que acaban dibujando un Mussolini mítico que existe exclusivamente donde hace falta, en el imaginario colectivo de los italianos. Las imágenes construidas tienen dinámicas complejas en la vinculación bilateral entre quien la construye y quien la recibe: es una relación que se va renovando a veces de forma independiente de los hechos reales. El eje central de la investigación es pues cómo se construye la imagen mítica de Franco, atendiendo especialmente a la etapa anterior a la instauración del mismo régimen, antes de que esa imagen se concretara en las formas del Generalísimo de España, es decir, antes de que, por el bombardeo propagandista y la manipulación de los medios de comunicación, el imaginario colectivo fuera manejado hacia los "reflejos condicionados" de sabor pavloviano. Respecto a esta fase "propedéutica", el trabajo de investigación se propone focalizar el papel desarrollado por el mismo Franco en la construcción del mito: de hecho, él fue su primer biógrafo, como apunta Paul Preston en Franco: quien instauró en primer lugar una relación privilegiada con el mito del Caudillo fue el mismo Caudillo, en una especie de "diálogo consigo mismo", así que, palabra tras palabra, "él mismo no dejaba de pulir sus propia biografía". La investigación tratará de descubrir las raíces de esa autorrepresentación, a partir de los años en Marruecos, utilizando material aún poco conocido con este enfoque (cartas, apuntes, entrevistas) y pasando después a los escritos más "oficiales", por ejemplo sus biografías; será interesante, entonces, averiguar cómo cambia la representación de Franco en los relatos de los biógrafos franquistas en paralelo a las directivas del General, a sus discursos, a sus recuerdos. Desde allí se podrán trazar unas pautas en el uso, acertado y consciente, de los canales de prensa y de los otros medios de comunicación de masas. La cronología llega hasta los primeros años de la posguerra, en el momento de implantación del régimen y reconstruye el mosaico de la imagen mitificada de Franco a través de ejes distintos: además de los medios de comunicación también se consideran otros canales de formación de la mentalidad, cuales la escuela, la literatura, los rituales políticos, etc.
