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Resumen de Los carófitos en la restauración de ecosistemas acuáticos. Un caso práctico en el parc natural de l¿Albufera de València

José Luis Alonso-Guillén

  • En esta tesis doctoral se ha abordado una aproximación de la participación y utilidad de los carófitos en la restauración de ambientes acuáticos litorales. Los carófitos (Charales, Chlorophyta) son macroalgas altamente desarrolladas que viven, principalmente, en los sistemas acuáticos epicontinentales de todo el mundo y que desarrollan funciones clave en el mantenimiento de las fases de aguas transparentes de los ambientes acuáticos. Además, son indicadores tanto de la calidad de los ambientes acuáticos presentes, como de paleoambientes. Como primer paso de esta tesis se ha querido tener conocimiento de la actual riqueza específica de carófitos en el ámbito local del Parc Natural de l'Albufera de València, una zona de alto valor ecológico y de importancia internacional, pero afectada desde hace mucho tiempo por graves agresiones medioambientales. Las visitas a malladas, ullals, arrozales, humedales artificiales, acequias y canales de este Parque, y el estudio tanto de los organismos que crecían en el agua, como de sus progágulos sexuales (oósporas y girogonitos) del sedimento, permitieron identificar hasta 15 táxones distintos de carófitos (Chara aspera, C. braunii, C. canescens, C. globularis, C. hispida var. baltica, C. hispida var. hispida f. polyacantha, C. imperfecta, C. vulgaris var. contraria, C. vulgaris var. inconexa, C. vulgaris var. longibracteata, C. vulgaris var. vulgaris, Lamprothamnium papulosum, Nitella hyalina, Tolypella glomerata y T. prolifera), riqueza, por otro lado, que representa una de las mayores en el ámbito peninsular y litoral mediterráneo.

    L'Albufera de València, la laguna litoral más grande de la península Ibérica, perdió la vegetación sumergida que poblaba sus fondos entre finales de los años sesenta y principios de los setenta del pasado siglo XX, a causa de un grave proceso de eutrofización, que, lamentablemente, todavía padece. La única forma de conocer en detalle la dinámica de la vegetación carofítica del pasado y su evolución en función de las distintas fases por las que atravesó este sistema lacustre, es recurrir a los registros sedimentarios. Así, se han estudiado varios testigos de sedimento de una potencia (88 cm) que registra un periodo de tiempo superior a tres siglos. En estos registros sedimentarios, obtenidos de tres zonas distintas de la laguna, se han podido distinguir oósporas y girogonitos pertenecientes a 10 táxones: Chara aspera, C. globularis, C. hispida var. baltica, C. hispida var. major, C. vulgaris, C. tomentosa, Lamprothamnium papulosum, Nitella hyalina, Tolypella glomerata y T. hispanica, además de una morfología de éstos del género Chara no descrita con anterioridad, la cual presenta una ornamentación de la pared no conocida hasta ahora en especies actuales. Los propágulos de los carófitos variaron en cuanto a composición específica y abundancia a lo largo de las diferentes capas del sedimento, revelando un cambio gradual en la salinidad de las aguas de la laguna. Así, en el periodo salino desde ~ 1665 L. papulosum dominó los fondos de l'Albufera, desapareciendo gradualmente a medida que este sistema se fue haciendo cada vez menos salobre. En la etapa oligohalina, otras especies fueron las dominantes (C. vulgaris, C. hispida var. major, etc.). Las últimas especies en desaparecer, por el proceso de eutrofización, fueron C. hispida var. major, C. tomentosa y N. hyalina. A pesar de la antigüedad de estas fructificaciones, se ha podido constatar la viabilidad de algunas de ellas (más de 45 años, incluso 60 años en algunos casos), pues se ha conseguido la germinación y el establecimiento de cultivos a partir de estos germinados, que están a disposición de futuras tareas de restauración. Durante más de 40 años, l'Albufera ha estado recibiendo, junto con nutrientes inorgánicos y materia orgánica, otras sustancias contaminantes procedentes de las aguas residuales de las industrias (metales pesados, etc.) y de la agricultura (todo tipo de pesticidas), sustancias que quedan almacenadas en los sedimentos. Sin embargo, también se ha podido constatar que el sedimento más reciente de l'Albufera permite la germinación y el crecimiento vegetativo de carófitos, aunque parece que sí hay una influencia de la edad de los sedimentos, y consecuentemente de las sustancias que alberguen, tanto sobre el éxito de germinación de oósporas procedentes de otros enclaves, como sobre las tasas de crecimiento vegetativo.

    Con la finalidad de la mejora de la calidad de las aguas que recibe l'Albufera y de incrementar la biodiversidad del Parque, la Confederación Hidrográfica del Júcar inició en 2007 una experiencia piloto que consistió en transformar un antiguo campo de arroz de 40 ha (el llamado Tancat de la Pipa) en un sistema de humedales artificiales, constituido por un conjunto de filtros verdes con vegetación helofítica, dos lagunas someras -Educativa y de Reserva- y un ullal artificial alimentado por un pozo artesiano. La última parte de esta tesis doctoral se ha dedicado al seguimiento de la vegetación sumergida, tanto la introducida por los gestores, como la aparecida de forma espontánea, y a colaborar en las tareas de restauración con la plantación de carófitos. El sedimento del Ullal y de las lagunas contiene un banco de propágulos carofíticos cuya composición específica es muy similar a la del sedimento del lago de l'Albufera. En el Ullal se ha desarrollado una muy densa pradera de Chara hispida var. hispida f. polyacantha estable, la cual está acompañada por Tolypella glomerata en los meses invernales y por Nitella hyalina en el periodo estival. En cambio, en las lagunas, el macrófito dominante es Myriophyllum spicatum y, aunque no hay poblaciones carofíticas estables todavía, se han detectado N. hyalina y C. vulgaris en la Laguna de Reserva y Chara hispida var. hispida f. polyacantha y Tolypella glomerata en la Laguna Educativa. Se ha observado como el resultado final de la restauración de la vegetación depende de una gran cantidad de factores: estado y tipo de sustrato, variabilidad interanual natural, variaciones en la carga de nutrientes, epífitos, presión de herbivoreo y otros efectos de las aves, efectos directos e indirectos de peces, cangrejos, etc. Todos ellos, con sus acciones sinérgicas y/o antagónicas, dificultan concluir sobre la relevancia de cada uno. También se ha constatado que la escasa variación en uno de los factores puede desencadenar cambios en cadena o cascada dentro de las comunidades biológicas y afectar gravemente al estado final y deseable de la restauración. Se ha hecho patente la necesidad de llevar a cabo seguimientos pre y post-restauración a largo plazo de distintas variables, tanto bióticas como abióticas, para conseguir la información necesaria que pueda orientar las tareas de gestión para alcanzar buenos resultados en la restauración de ambientes acuáticos. Los carófitos utilizados han demostrado ser resistentes ante las condiciones químicas del agua en las que se les ha obligado a vivir, pero a su vez se han revelado como frágiles o vulnerables como componentes de un ecosistema complejo que está siendo restaurado.


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