La tesis explora cómo se ha instrumentado y justificado la exclusión de la flora medicinal en la biomedicina mexicana, a partir de cuatro espacios clave:
A,- La formación médica B,- La investigación clínica C,- La práctica terapéutica D,- La regulación sanitaria.
En esos cuatro escenarios, se construye y legitima una realidad terapéutica en la que se articula el uso de unos recursos determinados, en función de las características y rasgos esenciales del modelo médico hegemónico.
El proceso analizado corresponde básicamente a la primera mitad del siglo XX, habiéndose recurrido a investigación hemerográfica, entrevistas y observación participante. Los principales referentes teóricos utilizados son los aportes de Berger y Luckmann, Menéndez, Gramsci, Stengers, Abbott, Mant, Mayoral Pardo y Leclerc. Se plantea que dos ejes en este proceso de exclusión biomédica relativa de la flora en tanto que recurso terapéutico han sido la minusvaloración del conocimiento empírico, tanto médico como popular, y la naturaleza de los instrumentos de validación terapéutica experimental, en el marco de la mercantilización y estandarización de la terapéutica.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados