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Circulation of Russian children: case study of international adoption form Russia to Spain

  • Autores: Lilia Khabibullina
  • Directores de la Tesis: Joan Bestard Camps (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat de Barcelona ( España ) en 2011
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Joan Frigolé (presid.), Josefina Roma Riu (secret.), Diana Marre (voc.)
  • Materias:
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • Resumen de la Tesis: CIRCULACIÓN DE LOS NIÑOS RUSOS: EL CASO DE LAS ADOPCIONES INTERNACIONALES DE RUSIA A ESPAÑA Este proyecto de tesis propone investigar el tema de las adopciones transnacionales en Cataluña como un hecho de ¿circulación de niños¿. Las adopciones internacionales en Cataluña han aumentado de forma muy significativa durante los últimos años; Rusia y China siguen siendo los países favoritos para los padres adoptivos de Cataluña. En este sentido, Rusia es el segundo país más importante en Cataluña, y el primero en España de todas las adopciones internacionales, sin embargo hay pocos trabajos escritos al respecto. Encontramos más información sobre los niños adoptados de China por lo que la imagen popular de los niños adoptados es ¿chinita¿. Los niños adoptados de Rusia son ¿invisibles¿ debido a sus rasgos fenotípicos menos exóticos. Por tanto, son necesarios trabajos exhaustivos que analicen esta nueva realidad. La novedad que proponemos investigar es, no sólo lo que corresponde a este complicado proceso de circulación que transcurre en nuestro ámbito territorial, sino también dicho proceso en el país de origen del menor. El hecho de que mi lengua materna sea la rusa, me sitúa en una posición privilegiada a la hora de poder estudiar y analizar los discursos que aparecen en la prensa rusa y los de los trabajadores sociales de las instituciones de adopción.

      En general, el estudio sobre la adopción internacional es interdisciplinaria y últimamente atrae el interés de investigadores de diferentes materias. En el Segundo y Tercer Congreso de Adopción Internacional (ICAR2 and ICAR3), el principal congreso en Europa sobre adopción internacional, hubo muchos investigadores provenientes de países de acogida con un enfoque más psicológico y sociológico. Los psicólogos y los especialistas en educación hablaron sobre los resultados positivos y el ¿catch-up" de los niños adoptados, enfatizando la importancia de la socialización, la educación y el ambiente por encima del país de nacimiento y los genes. Había pocos investigadores procedentes de los países de origen de los niños adoptados, que por lo general tienen un punto de vista más negativo sobre la adopción internacional. Estos últimos enfatizan más el valor de ¿los genes¿, la conexión con los padres biológicos y con el país del menor. Creo que es necesario conocer el punto de vista que hay desde el país de origen y también conocer cuál es la interconexión entre estos dos puntos de vista. Hay mucho ¿miedo¿ por parte de todos los participantes en la adopción internacional, poco diálogo y poco conocimiento mutuo.

      El tema de la adopción internacional sigue siendo popular entre antropólogos, porque cambia la idea tradicional de parentesco. Últimamente han aparecido bastantes etnografías sobre la adopción internacional en Brasil, Suecia, Noruega y EE.UU. (Goody, 1969; Modell, 1994; Howell, 2003; Fonseca, 2004; Yngvesson, 2004; Leifsen, 2004; Dorow, 2006; y otros). Pese a que el tema de la adopción internacional está siendo profundamente estudiado por el grupo de investigación Adopcions, Famílies, Infàncies (AFIN), que lidera la doctora Diana Marre de la UAB, se me antoja que el contexto particular de los países de origen precisa de una atención más pormenorizada. Además, se trata de un terreno que está en proceso de constante cambio. Mi objetivo es analizar la imagen del niño huérfano y adoptado en circulación entre dos países, y plasmar lo qué piensan en Cataluña los padres adoptivos y en Rusia los trabajadores sociales e intermediarios de la adopción nacional e internacional de niños abandonados.

      A pesar de no ser un país del Tercer Mundo en sentido estricto, como muchos otros «países emisores», Rusia es una fuente importante de adopciones para muchos países, incluida España. Según las estadísticas rusas, España es también el segundo país de acogida para los huérfanos rusos, después de EE.UU. mientras Italia les sigue en tercer lugar en cuanto al número de adopciones (Ministerio de Educación y Ciencia de la Federación Rusa, 2006).

      Mientras tanto, en Rusia la adopción internacional es una cuestión polémica; hay muchos debates sobre el tema en los medios de comunicación y la imagen que predomina es negativa. Diariamente aparecen relatos «terroríficos» sobre adopciones en los medios de comunicación. Paralelamente las autoridades prestan cada vez más atención a los problemas de los huérfanos, proponen nuevas políticas sociales y moratorias a la adopción. Las adopciones internacionales en Rusia se tornan más estrictas cada día y parece que en Europa no hay un entendimiento claro sobre estos cambios aparentemente ¿repentinos¿. Sin embargo, estos cambios no son tan repentinos, sino la consecuencia de varias transgresiones de leyes rusas y de la mercantilización de niños. Se documentaron casos de maltrato y casos de homicidio infantil, violación, falsificación y tráfico de niños. Dichas conductas se han asociado con adopciones internacionales en la medida que algunos padres adoptivos extranjeros y representantes de agencias de adopción estuvieron implicados.

      Cuando inicié la investigación en 2004 en el ámbito de las adopciones internacionales la dinámica era muy diferente: había más adopciones internacionales que nacionales, y este hecho preocupó al gobernó ruso. La estadística mostraba que 9.419 niños eran adoptados por extranjeros y 7.413 por nacionales. El número de adopciones internacionales incrementaba, mientras la cantidad de adopciones nacionales disminuía. Este hecho, juntamente con los casos de maltrato infantil de los huérfanos rusos en el extranjero, preocuparon seriamente a las autoridades rusas.

      En los años siguientes, 2005 y 2006, el número de adopciones internacionales disminuyó y el número de adopciones nacionales se incrementó. En 2006 hubo 6.689 adopciones internacionales y 7.742 nacionales (Datos del Ministerio de Educación y Ciencia de la Federación Rusa). Parece que este incremento de las adopciones nacionales ha derivado principalmente del endurecimiento de las normas para la adopción internacional. Además, las adopciones internacionales se congelaron varias veces durante el año 2005 debido a varias moratorias.

      Ahora bien, los niños huérfanos no son exactamente huérfanos en el sentido estricto de la palabra, la mayoría son ¿huérfanos sociales¿, una expresión políticamente correcta especialmente utilizada por juristas, pero la gente de la calle y los trabajadores sociales usan otras palabras. Los niños huérfanos están frecuentemente clasificados en alguna de las siguientes categorías: huérfanos reales (si los padres están muertos), ¿de-privados¿ (cuando las madres y padres han sido privados de sus derechos y obligaciones parentales como la retirada de patria potestad), ¿rechazados¿ (abandonados, palabra que se usa muchísimo en los medios, los niños cuyos padres rechazaron sus deberes parentales), niños internados (cuando sus padres temporalmente no cumplen sus deberes parentales; puede que algunos de padres estén en la cárcel), ¿los huérfanos en casa¿ (cuando tienen padres pero que están como ausentes estos niños pueden huir de sus padres y acabar en orfanatos) (Makarenko, 2006).

      METODOLOGIA De acuerdo con los objetivos propuestos, creemos que era fundamental utilizar el método de trabajo de campo de la antropología: la investigación ¿multi-situada¿ (Marcus, 1998; Hannerz, 2003). Proponíamos hacer el trabajo de campo en los dos países: el país de origen del menor (Rusia) y el país de acogida (Cataluña). Se realizó una etnografía, combinando el trabajo bibliográfico, con técnicas etnográficas basadas en entrevistas personales y observación participante.

      En el país del origen del menor hice 30 entrevistas a personas que trabajaban en organismos competentes en adopción internacional e intermediarios informales. Así mismo realicé entrevistas y observación participante a personas de instituciones de acogida de menores. En Rusia me centré en los directores y trabajadores de orfanatos, los trabajadores sociales, y otros especialistas que trabajan con los niños abandonados. La intención era analizar la idea del niño abandonado en Rusia, las relaciones de parentesco, el valor del niño, la identidad nacional, la contribución genética y otros conceptos.

      En el país de acogida (Cataluña) se realizaron 15 entrevistas principalmente a los padres y madres adoptivos. En Cataluña los niños abandonados se transforman en niños adoptados, pero su futuro podría haber sido otro. Podrían haber permanecido en el orfanato, podrían haber sido adoptados o acogidos por familias rusas o podrían haber sido adoptados por familias de otro país. Después del análisis de los conceptos culturales relacionados con el niño en los países de acogida y de origen, hice un análisis comparativo y focalicé el contraste de la imagen en el país de origen de niño abandonado, tratado como un objeto, rechazado, separado de sus padres, separado de su país y de su cultura, con la imagen en Cataluña de pasar a ser adoptado, valorado, incorporado a otra cultura y otro país. El campo de trabajo en Cataluña era Barcelona y sus cercanías porque en esta zona hay muchas familias con niños adoptivos de Rusia.

      En Rusia, mi intención era trabajar en la región del Volga, que incluye repúblicas culturalmente diferentes. La república del Tatarstán era mi principal foco de investigación porque es en esta región donde ya he desarrollado contactos profesionales referentes al tema que facilitarían una futura y más exhaustiva investigación. Kazán es la capital de la República del Tatarstán. Después de mi primera visita a Rusia en verano de 2006 entendí que sería muy difícil trabajar sobre el tema de la adopción internacional en Rusia porque el secreto de adopción esta bajo la protección de la ley y el incumplimiento del secreto está penalizado por el Código Penal de Rusia. Por eso me concentré en hacer entrevistas con personas que trabajaban en el ámbito de la adopción y protección de menores, quienes han mantenido un anonimato total. Con ayuda de una beca APIF (BRD), durante tres veranos consecutivos me entrevisté con intermediarios del ámbito de adopción en Kazán y en Zelenodolsk. Todas las entrevistas habían de ser anónimas y estrictamente secretas porque el tema de la adopción en Rusia es muy delicado.

      Debo subrayar aquí que Tatarstán es una república multinacional y multireligiosa; tiene dos religiones: Cristianismo e Islam. Ello también resulta de interés para los diferentes conceptos de niño abandonado y de parentesco. En principio, para el Islam la adopción es una circunstancia que es aceptada pues la sociedad o familia musulmana no abandona nunca a ningún miembro, sobretodo porque la familia es extensa. La República del Tatarstán durante años fue soviética y atea, pero ahora tiene un Islamismo bastante secular y moderno.

      Mientras me centraba en las ideas de los padres adoptivos y de los intermediarios del proceso de adopción, la ausencia de voz de los adoptados ha sido resuelta mediante la incorporación de una muestra de trabajos creativos sobre adopción. Permaneciendo invisibles, los niños rusos a menudo carecen de la oportunidad de hablar por sí mismos. No obstante, otras voces han sido capaces de verter buenas dosis de poesía y de narrativa en la tesis, no sin enriquecer, contrastar o incluso llegar a contradecir mi posición como investigadora. Por eso, en términos de Bakhtin, la combinación de literatura y antropología, la combinación de discursos y voces diferentes crean una genuina polifonía de voces totalmente válidas. Segun Bakhtin, los personajes, ¿personas libres y capaces de permanecer de pie junto al autor, pueden estar o no de acuerdo con el autor¿ (Bakhtin, 1963: 6). Congregando con este autor, participo de un diálogo polifónico con mis personajes (progenitores, intermediarios y adoptados). Y también invito a los lectores a participar de la colorida polifonía de esta tesis.

      Las principales cuestiones de mi investigación:

      ¿Cómo se imaginan los padres adoptivos al huérfano ruso? ¿Cómo el huérfano ruso es visto en una transacción entre países, en concreto en los discursos nacionales rusos sobre adopción internacional? ¿Cómo él o ella están representados en la literatura rusa? ¿Cómo se transforma un huérfano en un niño/niña adoptado/a? Cómo están construidas las historias de adopción de huérfanos rusos? Contrastar mis apuntes de investigación etnográfica en Rusia con mi trabajo de campo en España ha resultado especialmente fructífero en orden a desgranar algunos de los enigmas sobre adopción y, también, para de-construir infundados temores. Si bien en un inicio estuve interesada en las consultas de los progenitores adoptivos en España, luego mediante el trabajo de campo, intenté dotar de contenido ciertas lagunas a la vez que contestar algunas de las cuestiones. Finalmente, el proceso de construcción de identidad de los adoptados rusos en Cataluña ha resultado particularmente interesante para las autoridades rusas, quienes a menudo desconocían su situación o existencia pese a haber intervenido en el cuidado de éstos. La última parte pretende ser un acicate para futuros desarrollos y colaboraciones entre Rusia y España en la tarea de ofrecer mejores cuidados y protección a los niños y niñas adoptadas de Rusia.

      HIPÓTESIS DE PARTIDA Mi hipótesis de partida era que la idea del niño abandonado es diferente de un país a otro y que el niño abandonado Ruso cambia su valor cuando cruza la frontera. Parece que el niño abandonado en Rusia es una categoría estable con una cierta estigmatización de estos niños, de sus padres ¿asociales¿, sus problemas de salud, sus ¿genes¿. Por el contrario, en Cataluña, es una categoría variable porque los niños abandonados de Rusia en Cataluña encuentran padres y se incorporan a otra cultura.

      CONCLUSIONES Mi trabajo se estructura en 7 capítulos, introducción, conclusión, bibliografía e índice. La tesis esta formulada como un ¿viaje¿ a país de origen. La investigación sobre adopción internacional no es posible llevarla a cabo sin un viaje al país de origen de los y las adoptadas.

      En todo viaje son requeridos unos preparativos, y por eso los Capítulos 1-3 tienen como objetivo la preparación de este viaje proveyendo al lector las herramientas necesarias para entender el proceso de adopción. Seguidamente paso a explicarlo mejor.

      El primero de los capítulos ofrece un marco teórico de la adopción internacional en tres ámbitos: identidad, infancia y literatura. Hemos argumentado que en estudios sobre la infancia la imagen del niño acostumbra a ser la de un ser vulnerable e inocente, necesitado de cuidado y protección ya que el infante está siempre en riesgo. Las desviaciones sociales de una ¿infancia feliz¿ produce un ¿niño desviado¿ socialmente, contaminado por el maltrato y la violencia. Puede ser un niño de la calle, un vagabundo, que no está considerado como un niño ¿en riesgo¿, sino como un niño ¿como riesgo¿. Los niños de la calle son ¿peligrosos¿ y tienen que ser combatidos. La orfandad es un ejemplo de una infancia desviada socialmente, donde un niño está marcado por la historia vital previa. Un huérfano está en necesidad de ser rescatado y domesticado, ya que pertenece a lugares inadecuados que lo tientan y lo transforman en una amenaza, en un peligro.

      Como se ha argumentado en el Capítulo Primero, la literatura es una poderosa fuente etnográfica para el tópico de la adopción. Y hay mucha literatura dedicada a los huérfanos y al tema de adopción. Es más, padres y madres adoptantes y los propios menores adoptados se han convertido en escritores. Los progenitores adoptivos sienten la necesidad de describir su propio proceso en diarios personales y en foros, también de internet; algunos incluso los publican en formato de libro, e incluso, últimamente han llegado a ser populares en España. Habitualmente, dichos libros están escritos en formato de no-ficción como diarios, libros de viajes o guías para otros padres adoptivos. Pocos de ellos narran sus experiencias en formato de ficción. Y otros progenitores adoptivos sienten la necesidad de contar un relato universal dedicado a la experiencia de un niño tipo adoptado, en libros infantiles.

      Por otra parte, del ámbito literario me inspiró valerme del marco de investigación de Marianne Novy (2001, 2005). Ella, en su análisis de la literatura inglesa y norteamericana, combina magníficamente adopción, literatura y género mostrando en dichos contextos numerosos ejemplos de diferentes interpretaciones de adopción. En el contexto ruso, la adopción es entendida como algo negativo y puede ser ese el motivo que explique que las novelas sobre este tema sean escasas, pero, aún y así paradójicamente hay bastantes imágenes de niños huérfanos y frecuentemente ¿el niño huérfano¿ no es un niño adoptado sino un niño institucionalizado o vagabundo.

      A continuación, el Capítulo Segundo presenta la metodología empleada en mi investigación ya explicada antes. Junto con el Capítulo Primero, este capítulo pretende proveer de las herramientas necesarias para hacer más inteligible el proceso de adopción. Tras la introducción al marco teórico y metodológico, el lector es adentrado en la etnografía con mayor bagaje.

      En el Capítulo Tercero, comenzábamos nuestro viaje con ¿preparaciones¿ en Cataluña. He analizado las expectativas de los progenitores adoptivos sobre el menor adoptado. La elección de un país es un paso importante en la adopción internacional. Algunos padres sienten que se crea un vínculo con el país de origen para siempre, otros piensan que viajarán a dicho país solo una vez y nunca más. Por medio de la elección del país, los progenitores adoptivos a veces tienen que identificar qué tipo de menor desean adoptar. A menudo los progenitores adoptivos desean adoptar un ¿niño o niña ideal¿, un menor que se adapte a su criterio, lo cual no siempre resulta posible. Los padres adoptivos frecuentemente desean una niña o niño que sea pequeño, que sea más inocente (con menos posibilidades de experiencia de maltrato), que sea vulnerable, dependiente y silencioso. El menor ha de ser ¿un menor en riesgo¿, que espera a ser rescatado, preferiblemente una niña, vista como más vulnerable. Menores de mayor edad, especialmente niños, pueden ser ¿menores como riesgo¿, que pueden resultar ¿peligrosos¿ y, por ello, indeseables para adopción.

      Por medio de la elección de un país, los padres adoptivos a menudo hacen una declaración implícita sobre razas. Algunos padres articulan su deseo de ¿niño rubio con ojos azules¿ o simplemente quieren un niño de ¿cultura similar¿, etnia y apariencia similares. Algunas veces, el querer un niño de la misma cultura implica implícitamente el deseo de un niño de la misma raza. Cuando hablamos de Rusia, muchas veces la idea de ¿whiteness¿ (piel blanca) aparece en los estudios, en los cuentos y en los libros sobre adopción como la idea esencial de las adopciones de Rusia.

      En el Capítulo Cuarto, nos vamos a Rusia para ver como el huérfano ruso está representado en la literatura rusa y en los medios de información. De un lado, en la literatura rusa del siglo XIX, el huérfano está referido como sirota, es un huérfano humilde y pobre -como el Lazarillo de Tormes u Oliver Twist- normalmente una mujer que perdió a sus padres pobres, algunas ejercen la prostitución otras proviene de uniones ilegítimas. Las imágenes de las huérfanas de las novelas de Dostoevski son muy poderosas: son humildes y se sacrifican por sus familias para sobrevivir, como Sonechka Marmeladova; otras son rebeldes, como Nastasia Filippovna y empiezan a ser peligrosas.

      Besprizornik, a su vez, obedece a la auténtica imagen del niño ruso que es muy popular en la literatura y la cultura rusa. Es también frecuente utilizar este término en la vida cotidiana. Besprizornik significa literalmente ¿sin control¿-¿bez prizora¿. Puede ser que los niños tengan padre y madre, pero el término implica que los padres no lo cuidan, o no son aptos. Era muy típico a principios del siglo XX que los niños se marchasen de sus casas por no estar bien con sus familias o por otras razones. En un sentido legal son huérfanos sociales, que es el caso de la mayoría de los huérfanos en Rusia, es decir, aquellos que sobretodo tienen madres o abuelas. Durante mi investigación no he encontrado mucha literatura con la palabra ¿sirota¿ ¿huérfano- sino con término ¿besprizorniki¿.

      Las primeras noticias de besprizorniki aparecieron entre los años 1917 y 1920. Los historiadores hablan de tres olas de ¿besprizornost¿, como el niño de la calle en Rusia después de la Guerra Civil, de la Guerra Mundial y de la perestroika. En los años 20 el estado decidió luchar contra este fenómeno de manera muy activa. Para ello envió a todos los besprizorniki a un nuevo tipo de orfanatos donde los niños vagabundos podían convertirse en ciudadanos soviéticos perfectos. En este contexto, la familia no tiene ya tanta importancia ya que lo social es lo más importante como la ideología de los trabajadores. Existen unos orfanatos especiales para aquellos niños que han cometido algún delito, en ellos los huérfanos aprenden a trabajar en las fábricas, y reciben el nombre de ¿kolonia¿.

      En los años 30-40 aparecieron nuevos ¿besprizorniki¿ no sólo como resultado de las guerras, sino también de la política de los años 30 de Stalin, cuando el Estado produce huérfanos de hijos de kulaks, prisioneros políticos, y de otros padres no aptos (Rozhkov, 1997). Este proceso esta explicado bien en ¿Archipiélago GULAG¿ de Solzhenicyun (también en Rubina, D., Pristavkin, A. y otros). Solzhenicyun explica cómo el Estado ¿produce¿ los huérfanos soviéticos y besprizorniki, que son crueles e incontrolables, y son castigados por la ley como adultos desde los 14 años, o a veces desde los 12, incluso con la pena de muerte. Dichos niños entienden que no son queridos por el Estado y sobreviven como pueden, sin tener a nadie que les dé cariño. En síntesis, estos besprizorniki, comparados con las huérfanas de Dostoevski, no tienen vergüenza, no tienen relación con sus familias, pueden matar y robar, son muy violentos, son ¿enemigos del Estado¿, lo saben y se resisten. Para ellos la familia no tiene importancia, y están en un mundo muy masculinizado donde prima la violencia.

      Por todo ello, en Rusia encontramos dos tipos de discursos distintos: uno habla sobre el niño huérfano para adopción, donde niños están representados como pobres huérfanos, cada uno con su historia personal, carácter, edad y hábitos. Y de otro lado, emerge el discurso diferente y problemático sobre besprizonik, niños de la calle que representan una amenaza y , que necesita domesticarse y hay que combatir. Siempre aparece esta dicotomía entre ambos discursos sobre esta infancia: la ideal y la socialmente desviada, de ¿niño en riesgo¿ y ¿niño como riesgo¿ (Stephens, 1996), ¿niños de casa¿ y ¿niños de calle¿ (Scheper-Hughes, 1992, 1998, 2000), ¿niño vulnerable¿ y ¿niño peligroso¿ y otros (Frankenberg, 2000). Sinembargo algunos investigadores reclaman que los menores pueden ser vulnerables y a la vez violentos. En muchos discursos, estos menores normalmente estan bien separados: unos para adopción, como niño ideal, vulnerable, sin voz; y otros, como niños violentos de la calle, rebeldes y peligrosos porque son independientes y permanecen sin control, no son ideales ni se adaptan a la tipología ¿vulnerable¿ o ¿inocente¿. Sin embargo, ningún niño o niña es per se solo ¿ideal¿ or ¿desviado social¿, cada historia vital probablemente contiene elementos de una u otra tipología.

      Los progenitores adoptivos frecuentemente esperan un ¿niño ideal¿, argumentado en el Capítulo Tercero. Mientras ¿el niño ideal¿ es inocente, vulnerable y ¿santo¿, posiblemente sin pasado, la imagen del besprizornik es violenta y peligrosa. El niño ideal tiende a ser casi transparente, desnudo en lo posible, pintado con acuarelas mientras besprizornik es descrito con pinturas densas y pesadas, pintado al óleo y más intensamente colorido. El huérfano ideal no se arraiga a ningún lugar en particular, puede ser de cualquier lugar como Ivan de los libros de Ramos, cuyo análisis se desarrolla en los capítulos tercero, sexto y séptimo.

      En el Capítulo Quinto, aún en Rusia, ofrecí a los lectores algunos discursos sobre huérfanos y adopción internacional que aparecen en las narrativas de trabajadores sociales y en los medios de información rusa.

      La imagen de las adopciones internacionales que ofrece la prensa rusa es muy negativa. La adopción internacional en Rusia esta criminalizada. Consecuentemente, se ha argumentado que el discurso ruso oficial sobre adopciones internacionales hace hincapié en actos criminales cometidos por los padres adoptivos y traficantes de niños. La mayoría de estos casos han ocurrido en los EE.UU. Los progenitores estadounidenses argumentan en su defensa razones médicas que explican que los supuestos ¿maltratos criminales¿ atribuidos son más bien enfermedades congénitas de los menores, como por ejemplo el RAD (Reactive Attachement Disorder) o el FAS (Fetal Alcoholic Syndrome) cuyo origen deriva de estigmas de los progenitores biológicos, como por ejemplo el alcoholismo. Este discurso médico tan frecuente en los países de adopción, no es en absoluto compartido desde Rusia.

      Además, la adopción internacional en oposición a la adopción nacional está siendo representada en la prensa rusa como una ¿mercantilización¿, porque en la adopción internacional existe el factor ¿precio¿. Aunque las historias de padres adoptivos en España tienen frecuentemente referencias directas al precio de los niños, en Rusia las historias de los niños en los orfanatos están construidas acerca de la personalidad, los talentos, las historias personales y, por ello, hay una cierta resistencia a la retórica del ¿mercado¿.

      Otro de los puntos de debate en Rusia acerca de la adopción internacional es el de ¿niños para órganos¿. Las vidas futuras de los niños adoptados son desconocidas y hay muchas fantasías sobre lo que pasará con estos niños, quienes podrían ser vendidos por sus órganos o, incluso, a pedófilos. Este tema ha sido descubierto por Nancy Scheper-Hughes (2000) en el caso de la adopción internacional en Brasil.

      Además, la demanda y la popularidad de los huérfanos de Rusia ha hecho replantear los valores nacionales acerca de la figura de los menores. El gobierno ruso propone ayudar a las mujeres rusas a mantener su segundo hijo o a adoptar su segundo hijo. Las nuevas políticas cambian la imagen de la familia y la de los niños.

      Es importante subrayar que los niños adoptados -quienes hasta hace poco estaban vistos en términos de adopción nacional como los niños ¿rechazados¿, ¿ajenos", ¿malos genes¿, etc.- de repente al cruzar de la frontera pasan a formar parte de la ¿gran nación¿ y son vistos cómo una ¿pérdida de genofund¿ (fondo genético). Mi intención era centrarme en cómo se transforma la categoría del niño cuando su estatus pasa de ser de abandonado en Rusia a adoptado en Cataluña, es decir, cómo se transforma de "niño rechazado" a ¿niño valorado¿ incorporado a una familia y una nación.

      En los Capítulos Sexto y Séptimo, volvemos de nuevo a Cataluña con un huérfano ¿en mano¿ quien se transforma ahora en un niño adoptado. Él viene con una mochilla simbólica o ¿backpack¿. El contenido de esta mochila se desgrana en el análisis del Capítulo Sexto.

      La ¿mochila¿ del huérfano ruso está llena de las cosas materiales y no materiales. Las cosas materiales ayudan a crear un nexo, por eso los progenitores adoptivos sienten la necesidad de tener cosas materiales para justificar su vínculo con el menor, para construir ese vínculo que es la relación paterno-filial. El menor debe arraigarse a una nueva tierra, y para ello necesita de nueva cosas a las que arraigarse. Objetos materiales. Mientras algunos progenitores se quejan de la ausencia de coses materiales del pasado biográfico del menor, algunos de éstos mismos consideran los objetos materiales de la ¿mochila¿ no son deseables, como el pasaporte ruso, las historias sobre padres biológicos. Existe la tendencia de los progenitores adoptivos a despojar al menor para crear ¿second first things¿ o ¿segundas primeras cosas¿ que les conecten con el menor adoptado. En el Capítulo Séptimo, examino atentamente las historias sobre adopción creadas por los progenitores adoptivos y los adoptados.

      Es por ello que, los padres adoptivos seleccionan las partes de las identidades de sus niños adoptados que consideran deseables, y rechazan las que no son deseables, como sus nombres o lenguas con la pretensión de reconstruirles una nueva identidad, una nueva historia biográfica adaptada a la realidad presente. Realidad (de)formada a partir del rechazo de los objetos o ropas con los que aparecieron en sus vidas, y la creación ¿segundas nuevas cosas¿ que sustituyen las primeras, como zapatos o ropa. Las ¿primeras cosas¿ son importantes para cada persona, pero para los adoptados puede resultar dificil conservar ¿las primeras cosas auténticas¿, porque en los primeros años de la vida estaban en orfanatos. Abandonar simbólicamente el nexo con Rusia acaba siendo muy importante, pese a que las cosas más valoradas fueran fotos y ¿souvenirs¿, que los progenitores adoptivos habían escogido ellos mismos en el país de origen. Ellos manejan un cierto control sobre las historias de adopción, y algunas cosas primigenias permanecen selladas en ¿ a sealed folder¿ o ¿una carpeta cerrada¿, olvidadas hasta el momento oportuno.

      Por temor a las historias de los padres biológicos, a veces los progenitores adoptivos intentan ¿desnudar o despojar¿ al niño de su parentesco previo, de los vínculos con su país de origen y su pasado. Sus ¿mochilas¿ son vaciadas, sus nombres cambiados, su lengua olvidada. ¿Los genes rotos¿, asociados a huérfanos rusos en la prensa rusa, parecen permanecer en Rusia. Al cruzar la frontera y alejarse, los huérfanos rusos cambian su valor: para Rusia vuelven a ser ¿a precious genofund¿ o ¿un fondo genético precioso¿; y paradójicamente en Cataluña pasan a ser un niño apreciado ¿similar¿ a progenitores adoptivos. En los orfanatos rusos los progenitores adoptivos catalanes huyen del exotismo de los nombres rusos y de los rasgos, pero esperan semejanzas que los huérfanos rusos puedan aportar a Cataluña, ¿whiteness¿ y ¿invisibilidad¿. Por esta razón, la primeras cosas de los adoptados son olvidadas en sus países de origen, y las ¿segundas primeras cosas¿ son creadas al igual que un ¿nuevo país de origen¿ como si pudiera ser comprimido en una pequeña muñeca matreshka.

      Finalmente, en el Capítulo Séptimo, retornamos al inicio etnográfico, Capítulo Tercero, para comparar las expectativas de los padres adoptivos con historias reales. En algún momento y en algún lugar, los padres adoptivos son presionados para que cuenten su historia sobre la adopción.

      La adopción está plagada de mitos, de rumores y de trabajos creativos. Es por ello que la combinación de literatura y antropología se ha demostrado como muy productiva en este contexto. Los progenitores adoptivos frecuentemente relatan en libros su ¿aventura¿ con la adopción. Cuando los adoptados se convierten en seres adultos, también escriben sus narrativas creativas en libros. Recientemente, han aparecido muchas publicaciones de libros escritos por niños adoptados en Estados Unidos. En Cataluña, los huérfanos rusos todavía no han llegado a la edad adulta, por eso hay escasos libros escritos por adoptados, pero hay muchos publicados en el contexto de adopción nacional. Los progenitores adoptivos suelen crear una historia de la adopción, publicada o no, donde ellos mismos son los protagonistas. En los libros publicados el relato de la adopción finaliza normalmente cuando el menor huérfano llega al país de acogida, mientras el menor permanece en un plano ideal, vulnerable y sin voz. Los progenitores adoptivos tienden a olvidar tanto el pasado como el país de sus hijos adoptados, y así mismo suelen tener miedo de los padres biológicos.

      La historias de adopción y de huérfanos muchas veces aparecen fragmentadas e imaginadas, sustituidas por una relato genérico de adopción. En Cataluña, los niños adoptados a menudo encuentran sus propias historias a través de libros como ¿Vaig arribar de Russia¿, ¿Vaig arribar de China¿, ¿Vaig arribar d¿Etiopia¿. En Rusia, el secreto de la adopción aún está garantizado por ley. Los relatos auténticos sobre las adopciones frecuentemente se funden en una historia universal o tipo de un ¿niño en espera¿ de un rescate, desprovisto de su vínculo con su cultura, con su país. El multiculturalismo no se menciona mucho en contexto de las adopciones en orfanatos de Rusia. Existe pues un peligro real en la fabulación de esta historia universal llena de secretos y, sobretodo, de silencios.

      Mientras que padres adoptivos intentan crear una historia universal adoptive y olvidar que está dentro de ¿carpeta¿, en la mochila del menor, las personas adoptadas tienden en su madurez a cavar en la búsqueda de su identidad completando detalles personales y su particular historia de nacimiento. A menudo éstos no encajan en los patrones ideales por tener unos rasgos diferentes o diferentes hábitos culturales. Mientras los progenitores intentan normalizar la adopción por medio de recrear una historia tipo o historia universal, los adoptados parecen estar interesados en encontrar sus propias historias de origen.

      Pese a que se conoce muy poco sobre las historias de origen reales de los menores huérfanos rusos adoptados en Cataluña, parte de la información original aparece en los informes reales, realidades que pueden ser muy duras y difíciles de explicar. Ninguna de las historias es de los huérfanos rusos es totalmente blanca o negra, exclusivamente ¿feliz¿ y ¿ideal¿ o ¿desviada¿ y ¿desastrosa¿. Todas ellas están formadas por momentos tristes y alegres, pero como hemos visto que para los adoptados en los relatos sobre su identidad, todo es importante. Mientras los padres adoptivos consideran algunas cosas como no deseables, los adoptados prestan atención a cada detalle, a cada olor, a cada ¿primera cosa¿ de la que puedan disponer. Los silencios y las lagunas les producen muchos problemas personales y de identidad.

      Siberia, de donde muchos huérfanos rusos vienen, está llena de imaginario sobre el niño besprizornik, el niño de la calle, salvaje, que apareció en Siberia en grandes números como resultado de las guerras y la política de represión. Mientras los padres adoptivos se imaginan Siberia como un territorio totalmente blanco, transparente y frio, por el contrario Siberia en la historia de los huérfanos rusos no es blanca, sino metafóricamente sangrienta y pintada en colores intensos. Los actuales huérfanos rusos, descritos por sus padres adoptivos como¿ blancos¿, ¿transparentes¿ y ¿sin olor¿, podrían ser conectados con la totalidad de la historia las represiones, que sin duda resulta ¿olorosa¿ y ¿sucia¿.

      Aquellos niños, que no encajen en la historia universal de ¿un niño ideal¿, que tengan problemas de salud u otro tipo de problemas, son vistos como niños ¿deviant¿ ¿desviados sociales¿, y pueden ser ¿asesinados¿, abandonados de nuevo, o devueltos a su país de origen, como hizo Tory Hansen, un madre adoptiva norteamericana. El niño desviante o problemático se transforma en un niño vulnerable en la situación de ser devuelto viajando sólo en un avión, con desconocidos. Las matanzas de niños adoptados rusos se justificaron a veces por la ¿violencia¿ y ¿el peligro¿ de los propios huérfanos Rusos y sus múltiples problemas de salud.

      Parece ser que ¿la similitud¿ entre la cultura rusa y la española a veces no deja a los padres adoptivos desarrollar una imagen positiva de Rusia que beneficie a sus niños. El bagaje ruso esta visto como algo vacío, la apariencia similar se equipara a una cultura similar, y se hacen nulos esfuerzos para desarrollar una imagen positiva de su país de origen que beneficie a los propios menores. Parece como que los niños adoptados de otros países, sobretodo de raca diferente, vienen con un bagaje cultural lleno, como parecen deducir los libros para niños antes reseñados. En el imaginario común, los menores rusos son presentados como blancos, intactos y vacíos, sin carácter ni olor, acordes con los parámetros de los progenitores adoptantes, fácilmente asimilables a la cultura catalana. Tras el conveniente ejercicio de ¿exorcismo¿ de comportamiento, se convertirán en perfectos catalanes, desinteresados de la lengua rusa y de Rusia.

      No obstante, los menores rusos adoptados todavía son pequeños, y mis informantes adoptaron recientemente. Siendo la adopción en España una práctica extendida y normalizada, mayormente aceptada mucho más que en Rusia, sin embargo también coexisten y persisten secretos y mitos alrededor de la adopción, especialmente en el caso de los adoptados rusos, que llevan a pensar que algunos aspectos culturales no importan. Pero en algunos años, muchos huérfanos rusos necesitarán visitar su país de origen, buscar a sus padres biológicos y encontrar historia personal. La adopción en España es una opción normalizada de filiación, pero todavía persiste el secretismo sobre el origen familiar y cultural. Rusia atrae padres adoptantes por su ¿cercanía a Occidente¿, ¿niños rubios con ojos azules¿ y una cultura similar. Por eso, los huérfanos rusos parecen ser vistos como ¿tranquilos¿ e ¿invisibles¿ y sus padres son menos activos en los asuntos culturales.

      Pese a todo, aunque los huérfanos rusos de mi etnografía no puedan ¿hablar¿, con su imagen de que son ¿ideales¿, ¿vulnerables¿ e ¿inocentes¿, las voces de otros adoptados han venido para ayudarme. Hay numerosas y diferentes voces en la tesis, con las que se crea un diálogo polifónico¿ en términos de Bakhtin: ¿las voces de los padres adoptivos de Cataluña¿, discursos de los medios de información y de los trabajadores sociales en Rusia, voces de adoptados de todo el mundo, y finalmente, la voz de humilde y omnisciente de la narradora, de mí misma. Separadamente ninguna de estas voces es ni parecida ni representativa. Sin embargo, creo que todas ellas juntas crean una imagen colorida y rica del huérfano ruso, precisamente la que he querido defender aquí.

      Aunque los huérfanos rusos no hablen en mi tesis, hay un espacio creado para ellos para que tomen la palabra en el futuro. Como resultado de my investigación, tengo previsto editar una guía práctica cultural y organizar un curso para progenitores adoptivos catalanes, dedicado a asuntos culturales en las adopciones de Rusia. La guía y el curso enfatizarán aquellos aspectos que puedan ser importantes para los adoptados rusos y que puedan querer hablar en un futuro, respetar su historia personal, encontrar su propia identidad y encontrarse a ellos mismos. Así, la totalidad de la estructura de la tesis me ayudó a contar la historia de adopción del huérfano ruso. Esta historia está recopilada de muchas voces y relatos, creando una ¿polifonía¿ de voces y de ideas. Estoy convencida que a través de mi tesis he creado colores para un niño o niña rusa trasparente y un espacio de discusión para el debate en un futuro.


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