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Seroepidemiología de infecciones asociadas al síndrome de mortalidad perinatal congénita e interacciones entre rumiantes silvestres y domésticos en la Serranía Alta de Cuenca

  • Autores: Pablo Martín Atance
  • Directores de la Tesis: Carmelo García Romero (dir. tes.), Luis León Vizcaíno (dir. tes.), Mónica González Candela (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad de Murcia ( España ) en 2009
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Francisco Domingo Alonso de Vega (presid.), María José Cubero Pablo (secret.), Antonio Arenas Casas (voc.), Santiago Lavín González (voc.), Fulgencio Garrido Abellan (voc.)
  • Materias:
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • El objetivo general de la presente investigación es ganar conocimiento sobre la presentación de infecciones asociadas a enfermedades de la reproducción de los rumiantes domésticos explotados en sistema de pastoreo en el ámbito geográfico de la Reserva de Caza de la Serranía de Cuenca (RCSC), y su posible correlación al compartir hábitat con poblaciones de rumiantes silvestres. A tal fin nos hemos planteado como objetivos parciales las caracterizaciones del territorio de estudio en relación con la capacidad de acogida de rumiantes, de la ganadería rumiante y de los rumiantes silvestres, así como frecuencia de infecciones (pestivirus de la Diarrea Vírica Bovina, Herpesvirus Bovino tipo 1, Brucella sp., Chlamydophila abortus, Coxiella burnetii, Salmonella Abortusovis, Toxoplasma gondii, Neospora caninum) que causan mortalidad perinatal congénita, y su correlación con determinantes ambientales y de hospedador.

      Para el objetivo ambiental hemos aplicado métodos cartográficos digitales con los que elaboramos bases de datos vectoriales que posibilitaron el conocimiento de la interacción faunística, doméstica y de vida libre, y los caracteres territoriales. Respecto al territorio hemos manejado variables abiótica y biológicas, de órdenes dicotómico y categorial, relativas a la geografía (Reserva, 13 unidades administrativas o UA, cuadrículas UTM o cUTM), la geología (10 tipos de afloramientos), la estratigrafía (altitud, rango altitudinal, pendiente), la edafología (régimen térmico y de humedad edáficos), la hidrología (cursos de agua continua, tasa de drenaje, puntos de agua) , y la botánica (7 estructuras vegetales dominantes: pinares salgareños, silvestres y mixtos, sabinares, quercíneas, matorral caducifolio, pastizales).

      A nivel faunístico, para la caracterización zootécnica del ganado rumiante hemos realizado encuestas de estructura simple sobre el sistema de explotación, la composición y dimensión del rebaño, la planificación de la gestión, la ordenación reproductora, los índices productivos y la base productiva vegetal. La caracterización de cada una de las cinco especies de rumiantes silvestres (Cervus elaphus, Dama dama, Capreolus capreolus, Capra pyrenaica, Ovis aries) se ha llevado a cabo en el conjunto de la RCSC y en las UA. Su estudio demográfico (observaciones desde 43 puntos fijos, conteo en 6 recorridos) ha comprendido: presencia, tamaño de la población, densidad poblacional, índice de abundancia, agrupaciones sociales (tamaño, composición segregación sexual), razón de sexos, pirámide de edad, tablas de vida, parámetros reproductivos y estadísticas cinegéticas.

      Por último, el estudio inmunológico indagó la presencia y titulación de anticuerpos frente a Herpesvirus Bovino tipo 1, virus de la Diarrea Vírica Bovina, Chlamydophila abortus, Coxiella burnetii, Brucella sp., Salmonella Abortusovis, Toxoplasma gondii, Neospora caninum. Hemos empleado los métodos de aglutinación Rosa Bengala y fijación del complemento para la brucelosis, aglutinación de Wright para la infección paratífica, y en el resto el análisis inmunoenzimático (ELISA), con antígenos comerciales. Las serorreacciones inmunoenzimáticas fueron valoradas en porcentaje de densidad óptica corregida (% DOC) respecto a sueros testigo positivo y negativo. Los índices seroepidemiológicos comprendieron proporciones de abundancia de seropositivos (prevalencia de rebaños y de individuos domésticos, frecuencia relativa en silvestres), intensidad de la respuesta inmunitaria (títulos medios por rebaño y especie, proporción de serorreacciones muy altas), evolución cronológica, distribución espacial.

      Hemos recalculado en 25.850 ha la superficie de la RCSC. Su altitud media es de 1.420 m, el estrato altitudinal entre 1.200 y 1.500 m es mayoritario (73'1%), y el rango global va de algo menos de 1.000 m a los 1.800. Los estratos geológicos más abundantes y más repartidos son las arenas-calizas del Jurásico Superior-Cretácico Inferior (47'5%, conglomerados-arcillas-margas del Terciario (28'8%) y dolomías del Cretácico Superior (9'2%). Las brechas-calizas-dolomías del Cretácico Superior y Mesozoico emergen (4'7%) en una superficie bien delimitada. Y la finca pastoreable de Valsalobre se asienta sobre dolomías-margas-calizas jurásicas y arcillas-margas-yesos del Triásico Superior. El 58'6 % de su superficie es llana, pendiente el 34'9 % y escarpada un 6'4%. Cuenta con 92 km de cursos de agua continua, con más recorrido en la mitad norte (86'2%), y 0'22 puntos de agua cada 100 ha (58 puntos presentes en 11 UA); solo tres UA no las cursan ríos o arroyo. Predomina el régimen edafológico ústico (63'1%) frente al criotérmico (29'3%) y a los suelos xéricos (7'6%) Un dosel boscoso cubre el 95% de la Reserva. Predominan (75'2%) los pinares; más (32'7%) de pinos salgareños (Pinus nigra salmanzannii) con subpiso de matorral de lino (Salvietum lavanduliforme) que de pino silvestre (Pinus sylvestris) con matorral de enebro (Juniperus communis) y espinos varios y que (17'3%) de pinares mixtos con bojales (Buxetum serpenvirentis. Otras asociaciones arbóreas son los sabinares (14'1%) y los bosques quecíneos (Quercus faginea, Q. ilex). El matorral caducifolio y los pastizales abiertos son escasos (1'3% y 3'6%) y están muy repartidos.

      La RCSC esta dividida en 13 UA, de los que 11 son montes de utilidad pública (MUP) y dos fincas privadas, una de las cuales no alberga ganado. En todas las AU concurren rumiantes domésticos y silvestres. En el centro de la Reserva se halla el Parque Cinegético Experimental el Hosquillo (PCEH), espacio bien delimitado por escarpadas paredes, de 750 ha, en el que participan los MUP 108, 115 y 119, se haya exento de actividad ganadera.

      Durante el bienio 2004-5 fueron oficialmente registrado en la zona de estudio 48 rebaños, 9 vacunos y 39 de pequeños rumiantes (PR), de los que 25 eran mixtos de oveja y cabras. En éstos últimos los ovinos eran de base merina (n=25, 64'7%) o segureña (7'7%), mientras que en los puros eran merinos (25'6%) o de raza castellana (2'5%); de aptitud cárnica todos. Predominan (n=10) los rebaños de tamaño medio (200-600 ovejas) o muy grande (más de 1000 cabezas) (n=5), mientras que el censo de cabras es muy secundario (25'3 ± 25'0 DE cabezas/rebaño), usado como nodrizas. Todo el ganado vacuno explotado es de aptitud cárnica, excepto una ganadería de lidia. Frente al conjunto mestizo bovino (n=6, 66'6%) las tres vacadas puras eran de razas charolesa, avileña y de lidia. La media de animales por explotación es 51 cabezas con un rango de 3 a 98. En todas las especies la monta es natural, no sincronizada en 3 rebaños de PR y discontinua (julio y agosto) en el vacuno. La media del periodo de lactación son 66 ± 36 y 123 ± 23 días en una y otra especie. La productividad (animales vendidos) es muy variable entre las ovejas (623 ± 573 animales) e favorecida por el pastoreo trashumante.

      Los PR ocupan 11 UA, en seis junto a ganado vacuno, y estuvieron ausentes en una (Valsalobre). La carga ganadera por UA es de; muy variable por la ausencia de animales en El Maíllo y de PR en Valsalobre. Los PR han supuesto una carga ganadera mayor (1.605 ± 1.093 cabezas/UA, 0'64 Hugo/ha) que los bovinos (34 ± 31 reses/UA, 0'03 UGM/ha). Los PR se asocian con el rango altitudinal, y por ende con los sabinares, y el ganado vacuno con las llanuras y las quercíneas.

      Ciervos, como los gamos, se extienden por las 320 cUTM de la Reserva. Es una especie no muy abundante (IKA = 0'62 ± 0'47 animales/km; densidad media = 5 individuos/100 ha) y poco gregaria (tamaño medio del grupo, 2'4 ± 1'5; demostración de gregarismo DG = 4'8) con predominio de los ejemplares solitario y las parejas. Como el gamo usa preferentemente el matorral caducifolio (70'2%) y el pinar salgareño (22'5%) en contra del bosque de Quercus (0'2%). Es más proclive a la agrupación unisexual que el resto de las especies, con predominio, como en el gamo, de las agrupaciones femeninas (80'1% avs 80'1) frente a las masculinas (12'1% avs 14'2) y a las mixtas (7'6% avs 5'6). Su sex ratio (4'4) solo es superado por el gamo (7'4); y, no tanto como en los gamos, dominan las hembras en todos los estratos etarios. Su potencial reproductivo es 1'11 y la natalidad operativa 0'19 crías por hembra adulta. Los machos adultos (5'5%) y viejos (0'6%) escasean, posiblemente por la alta presión cinegética, que va en aumento (p<0'00001). En comparación con el gamo el promedio anual histórico de machos abatidos es ligeramente superior (155'5 avs 132'7), aunque en las temporadas cinegéticas 2003-4 a 2005-6 se han cazado más gamos (43'7 avs 74'8).

      El gamo es algo menos abundante que el ciervo (0'55 ± 0'58/km; 4/100Ha). Tiende más al gregarismo que el ciervo (tamaño medio, 6'8 ± 19'4; DG = 5'5). Además de algunos indicadores ya indicados destacan: marcada segregación sexual (92'3%), sex ratio muy desproporcionada (7'4), escasa proporción de machos adultos (1'7%) y viejos (0'1%) e índices reproductivos muy bajos (potencial reproductivo = 1'06, natalidad operativa = 0'03).

      El muflón está presente en el 41'8 % de las cUTM agregados en un único núcleo en la zona central. Ocupa preferentemente terreno xerofíticos de bosques de pino silvestre (65'1%) y pinares mixtos (21'9%) sobre el conjunto dolomías-calizas-arenas cretácico inferiores y arenas-travertino-arcillas cuaternarias. Su población, medida en dos recorridos, muestra un IKA de 0'33 y una densidad de 0'5 a 0'8/100 ha. Tras el gamo es la especie más gregaria (tamaño medio, 6'4 ± 5'5, DG = 4'8). La segregación sexual, más baja (77'5) que en los grandes cérvidos, se acerca a la del corzo (75%), y no se relaciona con el tamaño del grupo. Los grupos de hembras y los mixtos constituyen respectivamente 58'6% y 22'4%. La sex ratio está algo desviada (2'9). En la estructura de edad las crías son relativamente abundantes (18'7%), hay más hembras que nachos adultos, y las diferencias en los estratos de hembras viejas, machos adultos y machos viejos son muy significativa a en decrecimiento. La reproducción viene indicada por un índice reproductivo del 1'17 y una natalidad operativa del 0'11. El promedio histórico de individuos abatidos es bajo y muy variable (17'1 ± 16'5), con una media en crecimiento de 6'0 en las últimas tres temporadas de caza. Los dos núcleos poblacionales de cabra montesa existentes, en el límite meridional e la Reserva y el centro de su mitad septentrional, se extienden en el 25'7 % de las UA, por parajes muy escarpados, asentados sobre arenas cretácico-inferiores y margas-arcillas cretácico-superiores que propician suelos xerofíticos, con cursos de agua continuos, en los que dominan las quercíneas (66'9%) y el pinar mixto (16'1). No así en pastizales de llanura, ocupados por cérvidos y rumiantes domésticos; sí aceptan la cohabitación con muflones. Tanto su gregarismo (DG = 1'1) como el tamaño medio de las agrupaciones sociales (2'1 ± 1'6) son muy bajos; predominan los individuos solitarios (41'2%) y las parejas (31'2%). la segregación sexual es (55% rebaños de hembras, 30 % de machos), y se asocia la unisexualidad colectiva y el tamaño del grupo. La sex ratio está muy equilibrada (1'7); y la estructura de edad no difiere entre sexos. La pirámide de edad es aceptable en los machos, con una alta proporción relativa de adultos (8'6%) y viejos (5'1%); pero es excesiva la proporción de hembras adultas (35¡1%). Los índices reproductivos (potencial = 1'3, natalidad operativa = 0'45) superan a los del otros ungulados. Es la especie menos cazada (promedio histórico = 2'2 ± 4'5; periodo de estudio = 0'1%).

      La presencia ha sido constatada en el 7'5 % de la UA, en zonas de pinares, mixto (83%) y silvestre (15'2%), en escaso número (20 hembras y 12 machos adultos, 14 jóvenes). Es la especie menos gregaria (parejas, 46'4%; solitarios, 39'2%, tamaño medio de los grupos, 5'8 ± 0'9; DG = 0'4). No hay diferencias en la proporción de agrupaciones sexuales (femeninas, 35%; masculinas 39%). La sex ratio está equilibrada (1'4). En la estructura de edad destacan la escasez de crías (3'9%), la ausencia de machos adultos y viejos. Muestra un índice de reproducción muy bajo (0'07), en contra de la natalidad operativa que es muy elevada (0'45). Se considera no cazable El aprovechamiento cinegético de los rumiantes silvestres está muy por debajo de sus posibilidades. Ciervos y gamos constituyen las principales piezas de caza mayor. Las tendencias temporales indican un incremento de los gamos abatidos, ligeramente superior a los ciervos, y mucho más que los muflones, mientras que los machos monteses se mantienen estables y los jabalíes parecen disminuir ligeramente.

      Los tamaños de muestras han sido estadísticamente representativas (nivel de confianza 95%, 5% de error) de las poblaciones de estudio bovinas y ovinas en estudio para todas las infecciones investigadas. En ellos la encuesta serológica se realizó en los años 2004 y 2005 (sólo en 2005 para la herpesvirosis bovina). Fueron analizados 407 vacas y 3.766 ovejas de 8 y 22 rebaños respectivamente. El muestreo en los rumiantes silvestres fue significativo en la mayoría de los casos; durante tres temporadas cinegéticas (2003-4, 2004-5, 2005-6) analizamos 314 ciervos de un censo anual de 1492 ciervos, 555 de 1064 gamos, 211 de 744 muflones, 21 de 226 cabras montesas y 8 de 63 corzos. Han sido empleadas técnicas de referencia y las más específicas y sensibles: microaglutinación Rosa Bengala y fijación de complemento para Brucella, aglutinación lenta con antígenos somático y flagelas compatibles con Salmonella Abortusovis y ELISA con antígenos dominantes de Herpesvirus Bovino tipo 1 (HvB-1), virus de la Diarrea Vírica Bovina tipos 1 y 2 (vDVB), Chlamydophila abortus (CA), Coxiella burnetii (CB), Toxoplasma gondii (TG) y Neospora caninum (NC). Hemos considerado los índices seroepidemiológicos (prevalencia de rebaños y de animales seropositivos, valor medio de anticuerpos y proporción de serorreacciones a títulos muy altos por rebaño y a nivel global, comparaciones espaciales que incluyan zonas de exclusión ganadera, comparaciones temporales) que coaligados permiten establecer, de modo indirecto, con más fiabilidad a situación de cada infección.

      No existen evidencias inmunológicas de infección brucelósica.

      Los índice seroepidemiológicos sugieren que el HvB-1 circula activamente de modo hiperendémico en la ganadería bovina, la cual actúa como reservorio primario: todos los rebaños albergaron vacas seropositivas al HvB-1 en alta seroprevalencia (54'6 ± 5'5) con un ligero riesgo (? = 1'69) en el año 2004, título medio de anticuerpos (336'5 ± 113'3) y proporción de títulos muy altos (80 %) ambos muy elevados. En cambio el ganado ovino, encuestado sólo en el año 2.005, muestra una adaptación secundaria al HvB-1 o se infecta por otros herpesvirus que compartan alguna comunidad antigénica con aquel: las probabilidades de contagio se extiende a numerosos rebaños (63'6%) pero involucra a pocas ovejas (6'9%), que serorreaccionan con título medios (68'2 ± 21'3IC95%) y baja frecuencia (5'6%) de titulaciones muy elevadas. En los silvestres la infección parece activamente hipoendémica en ciervos (seroprevalencia = 14%, ? = 6'75; alta inmunorrespuesta, DOCIC95% = 185 a 253; elevadísima proporción de títulos muy altos, 78%), oligoendémica en gamos (4'2%, ? = 0'15; 182 a 271, 100% respectivamente) y ocasional en el muflón (1'6%, ? = 0'38; 74 a 128, 54%), condicionada por la cohabitación con el ganado vacuno, y tendencia cronológica comparada asincrónica con alza en la segunda temporada cinegética.

      El pestivirus de la DVB tipos 1-2 está presente en los rebaños bovinos (93'7%) con carácter holoendémico sin picos anuales y en estado patente (61'2% de vacas seropositivas, 116'5 % DOC de promedio de títulos de anticuerpos. Igualmente holoendémica es la prevalencia de rebaños ovinos seropositivos (92'4%) al antígenos pg49, dominante del vDVB1-2; la prevalencia de ovejas seropositivas es baja (9'4%), el promedio de DOC raya con el umbral bajo (50'5%), y escasa (2'7%) resulta la proporción de títulos muy altos. La falta de vinculación territorial entre los focos ovinos y vacunos y los reducidos niveles de los índices epidemiológicos de base individual (no de rebaño) sugieren que la infección de la oveja se debe a un pestivirus distinto. En ambas especies domésticas el riesgo a la infección o a que los ejemplares sean adultos o de reposición.

      En los rumiantes silvestres las serorreacciones frente al vDVB1-2 son ligeramente moderadas (muflón, 18'5%; gamo, 12'4%; cabra montesa, 11'2%; ciervo, 10'8%). La ubicación de los casos es indiferente a la cohabitación con el ganado doméstico; y mientras en el ciervo ocurren sin variaciones temporales significativas, el riesgo (?) fue mayor en la temporada 2004-5 para el gamo (5'3) y el muflón (7'2) y durante la temporada 2005-6 para la cabra montesa (7'5); y en conjunto la proporción de títulos muy altos fue muy superior (p = 0'0009) en el la temporada 2004-5 (53%). Todo hace pensar en la existencia de un ciclo natural de mantenimiento de pestivirus, aparte del doméstico.

      En el entorno ganadero las probabilidades de infección por Chlamydophila abortus son muy frecuentes. La prevalencia de rebaños seropositivos es absoluta, y muy similar la de vacas (32'5%) y ovejas (33'5%), pero con más riesgo de serorreaccionar para éstas (?, 3'7 avs 1'1); y de modo significativo el promedio de los niveles de anticuerpos (50'5% avs 80'4%) es menor en la oveja que en la vaca y superior la proporción de títulos muy altos (31'6% avs 23'5%); todo infiere que los ovinos se muestran más adaptados en interacción con el parásito, que los bovinos también actúan como hospedadores principales, y que la infección se haya en estado holoendémico activo. El sistema semiintensivo, las parideras continuas y la reposición joven propician (p<0'05) la receptividad. La infección se halla en todas la UA donde pasta el ganado, con una tendencia geográfica creciente hacia el oeste asociada a la carga ganadera (p < 6 x 10-5). Muflones (6'1%), ciervos (2'5%) y gamos (2'3%) han serorreaccionado, sin que la cohabitación con el ganado ni condiciones agrobiológicas supongan riesgo; bien al contrario la serofrecuencia es mayor en la zona de exclusión para el gamo (11'1%) y, con más riesgo (?=6'2, p=0'037), el muflón (8'6%). Es posible la existencia de un anidamiento parantrópico sostenido sobre todo por el muflón, en especial las hembras jóvenes y subadultas. Ocurren tendencias temporales, decreciente en las tres especies. Resulta sorprendente la ausencia de muflones seropositivos en la última temporada cinegética; que puede explicarse por el insuficiente tamaño de la muestra.

      La situación epidemiológica de la infección por C. burnetii se muestra opuesta entre el ganado vacuno y el ovino. Frente a la práctica ausencia en el primero (un caso solo), en los pequeños rumiantes resulta muy frecuente. La distribución es holoendémica (promedio bianual del 98'5% de los rebaños), sin riesgo geográfico significativo, aunque la frecuencia es baja a media en zonas orientales y alto al sur y en zonas del norte. La prevalencia de ovejas seropositivas es mesoendémica (32'5%), sometida a variaciones interanuales (34'7% avs 12'6%; ? = 3'8, p = 0'0004), con respuestas inmunitarias activas en no pocos animales (moderado título medio de anticuerpos; DOC = 67'2%; baja proporción de serorreacciones muy altas, 2'7%), como reflejo de un ciclo natural doméstico. El riesgo disminuye con la edad (? de reposición = 2'2 avs ? de adulto = 0'6) y no se condiciona por el sexo; tampoco hay un riesgo geográfico significativo, aunque la prevalencia es media a bajo en la zona oriental y alta al sur y en partes del norte. Se involucran casi todas las especies silvestres, aunque con bajas prevalencias (ciervo, 2'5%; muflón, 1'4%; gamo, 0'18%) salvo en las insuficientemente muestreadas cabras montesas (23'8%). El promedio de títulos resulta medio en monteses y gamos (67 ± 19 %) y alto en muflones (93 ± 6%); y tan solo en los ciervos las serorrespuestas son con frecuencia (4/5) muy altas. En el cómputo de las especies, sin marcada influencia temporal, se concentran (p = 8x10-5) los casos en el PCEH, lo que indica la existencia de un ciclo silvestre independiente del doméstico.

      La detección de seroaglutininas frente al antígeno flagelar del serogrupo C se ha mostrado poco más sensible (54 avs 45) y específica (50 avs 40) que frente al somático del serogrupo B compatibles inmunológicamente con Salmonella Abortusovis, a títulos superiores a 1/10. Seropositivos a ambos anticuerpos resultaron muy poco frecuentes (oveja, 3'8%; muflón, 1'4%; gamo 0'3%); y también fueron muy bajos, en el conjunto de especies, los títulos medios geométricos de aglutininas anti-H (1/39'2) y anti-O (1/20). Tan exigua frecuencias limitan las conclusiones epidemiológicas. No hay evidencias de la influencia de los factores de manejo ni de la existencia de nidos naturales; pero sí de la permanencia de los focos ganaderos, del decaimiento temporal de las serofrecuencia y de los títulos, y del riesgo en los machos (?=3'85) y la reposición (2'27).

      La toxoplasmosis muestra una presencia holoendémica en el ambiente ganadero, pues ha sido detectada en el 92% de losa rebaños bovinos y en todos los ovinos. El estado epidémico de cada rebaño es muy variable; pero, si bien la prevalencia de vacas seropositivas es similarmente moderada al de ovejas (42'9 avs 38'8%), en aquellas la respuesta inmunitaria es de intensidad media (promedio de DOC, 45'2%; baja proporción, 7'5%, de títulos muy altos), mientras que en la población de ovejas seropositivas es muy elevado el promedio de títulos (117'1 % DOC) y alta (53'8%) la frecuencia de títulos muy elevados. La edad apenas implica un ligero riesgo (?=1'5) en el viejos de ambas especies; y en cuanto al sexo, la infección es algo más propensa en las vacas (?=2'09) y en los carnero (?=1'3). La suplementación alimentaria, mayor en los meses de penuria, antes de las cubriciones y en los destetes prolongados se vincula estrechamente con la prevalencia (r=0'83, P=0'03).

      Se constata cierto dinamismo temporal de la toxoplasmosis, sobre todo en el ganado ovino, y la falta de asincronía entre las acumulables seroprevalencias, superiores en el año 2.004 (?=2'2), y la intensidad de las serorreacciones, de carácter inmediato y de corta duración, superiores en el año 2.005 (?=1'5). La distribución territorial del grado de seroprevalencia es inversa entre ambas especies ganaderas; en la mitad meridional media para las ovejas y baja para las vacas, y en la septentrional baja con inserciones medias y elevadas en la oveja y media en el vacuno. La prevalencia no se correlaciona con la profusión de rebaños que pastan en una UA (r = -0'85, P=0'01). Los focos se vinculan con los terrenos arenosos jurásico superiores (r=0'75, p=0'04) y cretácico inferiores (r=0'93, p=0'002), con buenas condiciones e humedad y abundancia de pastos y puntos de agua, en contra de las arcillas del Cretácico Superior (r = -0'78, p=0'03).

      Entre los rumiantes silvestres la toxoplasmosis está confirmada. Las frecuencias de seropositivos son bajas en los Caprinae (C. pyrenaica = 3/21, 14'2%, O. aries = 9'0%) y muy bajas en los Cervidae (C. elaphus = 2'2; D. dama = 1'6; C. capreolus = 0/8); que implican riesgo únicamente para el muflón (? = 8'6) y la cabra (? = 5'0). La intensidad de la serorreacción (promedio de DOC, proporción de títulos muy altos) es alta en cabras montesas (88'9) y ciervos (82'5, 57%) y muy alta en muflones (111'5, 52%) y gamos (108'5, 44%). Los que habitan en el PCEH, ajenos al ganado, soportan un riesgo mayor (? = 12'5 avs 0'08), que se traduce en mayores frecuencias (C. elaphus = 8'9%; D. dama = 11'1; O. aries = 10'7) y persistencia temporal. Cabe deducir la existencia de un ciclo silvestre.

      La infección por Neospora caninum ocurre tanto en los rumiantes domésticos como en los silvestres, sin diferencias interespecíficas. La prevalencia de rebaños bovinos seropositivos en media (30'9%) y muy baja en los ovinos (0'25%); la de individuos seropositivos es muy baja en ambos (1'6%, 1'2%); las intensidades comparadas de las serorreacciones son similares, tanto en el alto promedio de títulos, (87'1 y 88'5) como en la baja la proporción de títulos muy altos (7'5, 8'05). Los pocos focos de neosporosis se distribuyen aleatoriamente en el espacio y en el tiempo. La serofrecuencia también es muy baja en ciervos (0'9%), gamos (0'5%) y muflones (0'4%), que se reparten en zonas ganaderas y de exclusión de domésticos, sin riesgo específico. Todo indica un estado oligoendémico patente.


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