La condición sexuada, y aún más la mujer, ocupan un lugar privilegiado en el pensamiento de Julián Marías. Sin embargo, en el debate contemporáneo no aparece como un representante del feminismo. En este sentido, el objetivo de esta tesis es doble.
En primer lugar, exponer de modo sistemático y exhaustivo su visión de la condición sexuada, y el lugar de ésta en la identidad personal. Para cumplir este objetivo se presenta su comprensión de la persona en tres niveles, dos de ellos estructurales, que se condensan en el individuo singular: la estructura analítica (categorías de la vida humana en general), la estructura empírica (categorías de la vida humana tal como empíricamente existe en su corporalidad) y la persona concreta.
En segundo lugar, mostrar que cabe comprender la perspectiva de Marías como un feminismo, con una particular comprensión de la relación del cuerpo y la persona; además de una explicación de la estabilidad y, al mismo tiempo, la variación histórica, de la condición sexuada. El primer aspecto es claro en su expresión de la persona como alguien corporal, es decir, el cuerpo pertenece a la identidad personal. Por tanto, al ser la condición sexuada una dimensión del cuerpo, ésta pertenece al núcleo de la propia identidad. El segundo aspecto se explica porque la condición sexuada es una dimensión de la estructura empírica y ésta es una estructura histórica. Por ser estructural posee estabilidad, y por ser histórica asume diversas manifestaciones en cada época. La variación lo es de algo que subyace a esa variación.
A partir de estos dos puntos, se establecen las convergencias y las divergencias con otras variantes del feminismo contemporáneo.
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