La investigación que presentamos desarrolla un discurso cuyo objetivo no es otro que el de abordar a la generación de profesores de la Universidad de Salamanca situada estrictamente en los últimos treinta años del siglo XVI, cuyas proyecciones se extienden hacia otros espacios y tiempos, abarcando en ocasiones el contexto peninsular y la centuria que va entre 1550 y 1650. La primera parte, De Re theorica, supone un acercamiento a las cuestiones puramente teóricas y metodológicas de la investigación. Precisamente la prosopografía abre esta parte como metodología utilizada, con un amplio desarrollo a lo largo del tiempo. A continuación, hemos establecido el objeto de estudio en su marco conceptual, cuestión necesaria debido al empleo de una terminología que necesita de una definición precisa para evitar confusiones, como, por ejemplo, ocurría con los términos profesor y catedrático. Las fuentes conforman otro de los puntos donde se apoya la tesis, tanto las primarias, principalmente los protocolos notariales, como las impresas; todas son aprovechables al ofrecer una parcela de conocimiento de los profesores. Y no menos importante son las herramientas que nos brinda la Informática, particularmente el software de creación de bases de datos, sin el cual la sistematización de la información sobre los catedráticos sería una tarea poco menos que imposible. La base de datos no sólo hace la labor más fácil y productiva, sino que es una pieza clave en la investigación sobre grupos sociales al poder establecer la similitudes y diferencias que definen al colectivo en cuestión, en este caso el docente. Sus posibilidades para la prosopografía son múltiples, aunque no están exentas de limitaciones como veremos al final.
Esta primera parte se cierra con una aproximación al estado de la cuestión tanto de los estudios prosopográficos como del profesorado en el ámbito de las Universidades Hispánicas en la Edad Moderna, en general, y en el espacio peninsular y salmantino, en particular. El contexto actual parece propicio puesto que en los últimos años existe un impulso renovado hacia este tipo de estudios, cuya base cuantitativa y serial es la raíz de la que germina la interpretación histórica.
La segunda parte, Homo Sapiens hace mención al componente humano del profesorado. A través de una síntesis cuantitativa del grupo social hemos abarcado un amplio panorama de cuestiones que pretenden describir unos rasgos comunes del mismo, a la vez que se hace hincapié en su diversidad. Tomada la generación como unidad de medida, no podíamos comenzar sin hablar de la formación académica de los catedráticos, uno de los elementos -si no el que más- que mejor lo caracterizaban. Profesores manteístas, colegiales mayores y religiosos regulares son el trinomio que articula las relaciones académicas y parte de las extra-académicas, los cuales podían lograr los grados de bachiller, licenciado y doctor o maestro y conseguir cátedras temporales o vitalicias. Mismamente, lo que llamamos “movilidad del profesorado”, es decir, el acceso y permanencia en las cátedras o el paso de unas a otras, también marcaba una diferencia según el tipo de docente, igual que las promociones hacia otras instituciones de la Monarquía o la Iglesia. Por otro lado, hemos estudiado otros datos como la edad o los orígenes geográficos, anticipando el peso considerable de la propia ciudad y del entorno próximo en el reclutamiento del profesorado de la Universidad de Salamanca.
En tercer lugar, los aspectos sociales del cuerpo docente serán abordados en Homo socialis. En esta parte hemos partido de una definición de los catedráticos a través de su procedencia social, la cual podía comprender muy variadas situaciones, aunque siempre bajo la cobertura común de pertenecer al gremio universitario. Era el de los profesores un grupo principalmente clerical, con cierta presencia de las órdenes regulares en el conjunto, si bien los que optaron por el matrimonio tejieron una red de relaciones que les otorgó poder e influencia a distintos niveles: interno, es decir, el académico, a través de promociones universitarias; o externo, estableciendo vínculos con otras instituciones urbanas (ayuntamiento, cabildo catedralicio, conventos…).
La cuarta parte, titulada Homo oeconomicus hace mención a la situación económica y patrimonial de los lectores universitarios del Estudio Salmantino. En este sentido, se deshacen tópicos relacionados con el nivel de recursos del profesorado a través del análisis de varios parámetros. Primeramente, sus actividades económicas: ingresos académicos (docencia y otros emolumentos) y réditos por actividades profesionales entre otros beneficios. En segundo lugar, el patrimonio de que fueron dueños, y su tipología: bienes vinculados en un puñado de casos, y, en su mayoría, bienes libres. En tercer lugar, analizaremos los gastos y endeudamiento, gran parte de los cuales radicaban en el momento de graduarse, además de otras deudas más o menos frecuentes.
Finalmente, no queríamos cerrar este estudio sin dar cuenta de la vida y la muerte del profesorado; lo hemos llevado a cabo en Ex vita mors, ex morte vita. Se trata de descubrir los entresijos de la cotidianeidad de los docentes conociendo, entre otros aspectos, dónde vivían, qué había en sus casas y cómo eran físicamente: apariencia, vestido e incluso rasgos de su personalidad. Además, hemos llevado a cabo un breve acercamiento al mundo intelectual y de la cultura, habida cuenta que los catedráticos producían conocimiento (publicaciones) y lo consumían (libros y bibliotecas). Para concluir, aquello inevitable con lo que el hombre de la Edad moderna estaba acostumbrado a convivir: la muerte. Los docentes desvelaron algunas diferencias en sus actitudes ante el óbito con rasgos que lo definían como grupo social, como la celebración de exequias propias. Pero, a su vez, también mostraban otros comportamientos que lo insertaban de lleno en el mundo en que vivieron.
******* From a prosopographic point of view, achievements in Hispanic Universities historiography have just not paid enough attention to professors in recent years. Therefore, there is a lack of studies about professors as a social group, calling into question of whether those constituted a distinct group. In this sense, we present a prosopography of professors, which is necessary to understand the position they held in society of Modern Times. The prosopographic research needs an epistemological reflection because the value of this approach depends on the group of study, that is, its nature, composition and features. The first issue to be resolved by the prosopography is related to the limits of the group to determine the set of individuals who can be considered as university professors. Certainly, the perception of teaching as a profession and as a form of social identification has changed over time, although a double conception was generalized: someone who teaches and someone who is a professional in a knowledge area (medicine, law, studia humanitatis ...). In addition, university professor as a social category includes two historical profiles: clerical, in relation to the disciplines that have a religious-moral character (Theology, Canonical Law, Arts or Moral Philosophy) and lay, per other knowledge imparted, such as Civil Law, Medicine, Latin, ... Secondly, the prosopographical method should answer the following hypothesis: can teachers be considered as a social group in the sociological sense of the term? In other words, our research aims to find out if the faculty is a set of individuals who interact with each other within a framework of values, behaviors and solidarity ties that differentiate them from other groups. Professors at the University of Salamanca in Golden Ages are identified by the fact of belong to the “University guild”. Despite this thought is generic and very common in sources, it is a first identification of the group in relation not only to the Studia, but also to the society in which they develop. This concept it is not exclusive for professors, since it was used in an ambiguous way to emphasize the link between both academic and non-academic staff with the Studia, but without specifying the type of linkage.
Therefore, lecturers of the University of Salamanca constitute a sufficiently homogeneous group to conduct a prosopographical resarch. At the same time, it is a heterogeneous group, with clear differences not only in economic level, but also in social level within the group. Nevertheless, cohesion seems tangible through the elements that join them: belonging to the same institution, teaching work, own jurisdiction and, in short, the social distinction that all it meant. On the other hand, narrowing geographical and chronological dimensions of our study has also particular relevance. The space must be defined depending on the group itself and also must be operational. In this sense, the University of Salamanca was one of the most remarkable Studia during Early Modern period. The importance of its legal studies, among other factors, caused the increasing of enrollments throughout the second half of the sixteenth century, reaching the figure of seven hundred students at the end of the century. Actually, the greatest development of the Studium Salmanticensis took place at this time: not only by those great figures of students, but also because of the “Escuela de Salamanca”, whose economical, legal, philosophic and theological tendencies reached their fullness at this time; to sum up, the Golden Ages of the oldest University of Castile.
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