El inmenso vacío que el hombre siente se ve, a veces, colmado. Es entonces cuando tiene la intuición de una unidad que lo llena y que quiere captar. Esta experiencia es su posibilidad de salvación, el punto de partida hacia algo incognoscible que el poeta llama "el Misterio" y que da al hombre su peso de realidad y su verdadera grandeza. El Misterio revela primero, la gran herida del hombre sin la que éste no intentaría nada, y después, poco a poco, por un movimiento que se apodera del mundo y de la palabra, revela también lo sagrado que lo habita, el Más Allá en el aquí. El Misterio articula todas la etapas de esta gran aventura espiritual que son los poemas. Este concepto dinámico representa al Dios "in abstentia", aquello que está por realizar, la identidad secreta del hombre. Indica también un encuentro posible, unas Bodas que existirían en un equilibrio frágil y que nunca serían consumadas.La naturaleza està preñada de este Misterio que el hombre debe aprender a descubrir. La luz, la fertilidad, los olores, los sabores, toda la Provenza de la infancia del poeta surge de nuevo en todo el mundo. El desafío del poeta es decirnos esa realidad indecible - de allí el papel fundamental del lenguaje en su obra, el nuestro mostrar cómo lo hace y lo que el Misterio aporta al hombre.
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