Historia y teoría del montaje expositivo: el IVAM - Centre del Carme
- Autores: Maite Ibáñez Giménez
- Directores de la Tesis: Román de la Calle (dir. tes.), José Martín (codir. tes.)
- Lectura: En la Universitat de València ( España ) en 2008
- Idioma: español
- Tribunal Calificador de la Tesis: Rafael Gil Salinas (presid.), Ricard Huerta (secret.), M. Carla Padro Puig (voc.), Pablo Pérez Ramírez (voc.), Wenceslao Rambla Zaragozá (voc.)
- Materias:
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- Resumen
La exposición temporal se ha convertido en el mejor escenario para presentar y comunicar el discurso de la obra de arte. El tratamiento contextual que han generado las presentaciones de las piezas es, por lo tanto, necesario en su estudio si consideramos el montaje como el principal promotor de nuestra manera de mirar. Además, en ocasiones, se ha convertido en un nuevo soporte o fórmula de creación artística. El estudio globalizador del fenómeno expositivo a nivel nacional e internacional permite seleccionar puntos comunes entre países y tendencias indicativas de su desarrollo: la ordenación de las colecciones reales, el museo de Hannover de la mano de A. Dorner, el MoMA de Nueva York bajo la dirección de Alfred H. Barr, el Museo Sztuki, los diseños de F. Kiesler, la Bauhaus, etc. En España las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, el Museo Circulante de Pintura, las Exposiciones al Aire Libre, el pabellón de la Exposición Universal de París en 1937, galerías Clan, Estilo, Biosca o la Fundació Joan Miró, configuran algunos de los ejemplos. Siguiendo esta revisión, el caso valenciano nos conduce al IVAM-Centre del Carme como espacio-laboratorio destacado por sus exposiciones. El estudio de sus salas permite establecer comparaciones o referencias con el período correspondiente y con otros centros de esas características.
Esta investigación analiza los factores que por un lado, perfilaron la política de actividades del Centre del Carme y por otro, consolidaron la identidad y reconocimiento de sus salas. La doble personalidad del "IVAM" que dejamos atrás (compuesta por el Centre Julio González como contenedor blanco, y el Centre del Carme como espacio experimental) no sólo fue referencia y modelo para otras instituciones, sino que sirvió de escenario para nuevas lecturas del arte de los noventa.
