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Resumen de Honorio García Condoy (1900-1953)

María Josefa Zahonero

  • El proyecto de tesis doctoral pretende averiguar en profundidad la personalidad del artista plástico zaragozano Honorio García Condoy (1900-1953), uno de los grandes olvidados por la historiografía artística. La trayectoria vital y artística de Honorio García Condoy (nacido en Zaragoza en 1900 y muerto en Madrid en 1953) está marcada, como en tantos otros artistas de su época, por la convulsión que supuso la Guerra Civil y la obligada expatriación tras la derrota de la República en 1939. Lo que le llevó a afincarse en París, fundamentalmente, poniéndole en contacto con artistas como Picasso, Viñes, Peinado, Gómez de la Serna, Parra, Lobo, Domínguez o Palmeiro, entre otros, como vemos algunos de los primeros nombres de la vanguardia artística española en la capital gala y miembros de la importante Escuela de París, de la que llegaría a formar parte.

    Definitivamente Honorio García Condoy fue un artista que traspasó fronteras y consiguió hacerse un hueco en el panorama artístico contemporáneo, viajando y trabajando en sus obras.

    Este estudio inédito propone un discurso vital, un semblante biográfico, una crónica en definitiva, del devenir de este artista zaragozano olvidado y marcado por el destierro en tierras francesas y viajes por Europa.

    El principal objetivo de este trabajo de investigación consiste en esclarecer la figura de Honorio García Condoy y situarlo en el marco del arte local, nacional e internacional.

    Para ello, naturalmente, tendremos que analizar el tiempo en el que vivió el artista, la sociedad que contempló y adquirió sus obras, y el pensamiento que inundó Europa durante la primera mitad del siglo XX.

    Para completar la visión de este artista y su obra, creemos necesario hacer alusión al desarrollo y funcionamiento de la Escuela de París, conformado por artistas españoles que llegarían a desarrollar un importante corpus de obras, alcanzando prestigio internacional, y las relaciones de este grupo con otras vanguardias del momento en sus más diversas variantes.

    Además, entendemos necesario el análisis de la estética contemporánea española y, especialmente, el desarrollo de la escultura.

    Tras la consulta de todas las fuentes hemos podido completar su biografía, que contaba con grandes enigmas, como comentamos al principio, y tras la labor de consulta y corrección de errores, ofrecemos una perspectiva nueva acerca de estos periodos.

    Respecto a las obras artísticas, fue un artista prolífico, realizando numerosas piezas, de las que no podemos ofrecer un número aproximado porque encontramos cómo tras el periodo de investigación de la tesis seguían apareciendo nuevas creaciones en casas de subastas que, en algunos casos, ofrecen dudas de su autoría aunque incluidas en el catálogo pero debidamente señalado.

    Tras la labor de investigación, redacción y consideración de resultados, determinamos que Honorio García Condoy fue un artista con grandes incógnitas en su vida y obra, y con este trabajo enmendamos esto. Aunque es cierto que no es un tema finalizado pues hay abiertas futuras líneas de investigación ya que al ser un artista marcado por el exilio, su obra, a consecuencia de esto, se dispersó por lo que la continuación en su búsqueda, y posible hallazgo de nuevas piezas que pudieran salir al mercado, pudieran arrojar datos inéditos en cuanto a su estilo artístico.

    El artista presenta un compendio de obras de calidad siendo uno de los grandes escultores zaragozanos del momento que, junto a Pablo Gargallo o Pablo Serrano, trabajaron en el cambio hacia la vanguardia de la capital aragonesa. Cultivando líneas de renovación bajo nuevos presupuestos estilísticos, aportando un aire de renovación y enriquecimiento a la escultura del momento.

    Este aire de renovación se explica por su propia convicción de realizar una escultura nueva, alentado por los círculos que frecuentó, tal vez el más representativo fue su participación como miembro de la Escuela de París, junto a artistas como Picasso, el más universal de todos los miembros del grupo, que en el exilio realizaron algunas de sus magnas obras.

    Pero nuestro artista, siempre buscando, se interesó por otras vanguardias, como la checa, agregando nuevos saberes y destrezas a su obra, que se enriquecía al paso del tiempo y las experiencias vividas junto a compañeros y amigos en la convulsa situación europea de primera mitad del siglo XX.

    Fue, en definitiva, un artista inquieto, que miró hacia adelante, a la innovación, preocupado por nuevas fórmulas para desenvolver su arte, nuevas maneras de expresión, escapando del academicismo, que tan poco le aportaba, entregándose a lo largo de los años a la realización de una obra cada vez más liberada de imposiciones y restricciones. Su prematura muerte resultó un desenlace desgraciado pues ya caminaba en los senderos de la vanguardia cuando falleció.

    Pero eso no ha de mermar el valor de su obra, testimonio de una mente creadora que supo ver más allá las posibilidades del arte y que nos dejó piezas que muestran su maestría y lo sitúan como uno de los grandes dentro de la nómina de artistas aragoneses y creadores fundamentales españoles de primera mitad del siglo XX.


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