Juan Bautista Arriaza fue un poeta madrileño de extraordinaria fama en su época y de gran popularidad que después seria olvidado ante las nuevas corrientes y actitud política. Sin embargo en su poesía de no extraordinaria calidad concurren una serie de valores representativos de la época y de su personalidad que merecen ser recogidos. La claridad de su estilo la belleza de sus versos fáciles y difíciles a un mismo tiempo la variedad de las imágenes lo picante y gracioso de la sátira la agudez del epigrama nos ofrecen la ocasión de reconstruir el prestigio del poeta frente a los injustos desdenes y pareceres que se han ido repitiendo y que causaron el injusto olvido de un poeta que supo cautivar la atención de todo un pueblo e hizo familiares sus conceptos hasta ver impresas sus obras nueve veces en vida.
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