Estudia principalmente el desarrollo histórico del estilo de la música eclesiástica en Venezuela durante el obispado de Don Mariano Martí (1770-1792). Incluye 39 piezas inéditas del repertorio colonial venezolana de fines del siglo XVIII, escritas en su mayoría por músicos provenientes delos sectores sociales menos favorecidos de la época, tales como los pardos José Antonio Caro (1758 - ca.1817), José Francisco Velásquez (1755-1805) y el mulato Juan Manuel Olivares (1760-1797).
Compositores relacionados con la práctica instrumental de la Tribuna de la Iglesia Catedral, con la de la congregación de presbíteros regulares del Oratorio San Felipe Neri de Caracas presididos por el músico Pedro Palacios y Sojo (1739-1799) -tío abuelo de Simón Bolívar-, la de la iglesia y convento de San Jacinto de Caracas y la de la cofradía de "morenos libres" San Juan Bautista de la iglesia parroquial San Mauricio. De la urdimbre de relaciones musicales de estas instituciones se reconoce por primera vez el sistema de influencias sociales y culturales sobre el cual el sector crioollo enalteció su llamada "nobleza" venezolana para "enfrentarla" contra el aumento del dominio político de los españoles peninsulares debido al incremento económico y beneficios públicos que resultaron del mejoramiento del comercio desde la instauración de la Real Compañía Guipuzcoana (1728). La profunda identificación cultural que se desvela en la defensa que realizan los músicos criollos de sus costumbres eclesiásticas cultivadas principalmente por los músicos pardos y mulatos venezolanos durante las décadas de 1770-80, resulta en una evidente estrategia de exclusión de los "extranjeros" de esta identificación nacionalista (festiva, cultural y social), resultando en una inevitable pérdida anímica (de identificación cultural) de los españoles con la vida cotidiana venezolana décadas antes de verificarse esa otra independencia política y económica que significó en la pr
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