LA FORMA DE HISTORIA QUE NOS DOMINA DESEMPEÑA EN LA ACTUALIDAD FUNCIONES LEGITIMATORIAS EN VIRTUD DE SU FUNDAMENTACION METAFISICA Y POSITIVISTA. DEPENDIENTE DEL PARADIGMA DE LA MODERNIDAD, CONTEMPLA AHORA LA CRISIS DE SUS CONCEPTOS NUCLEARES (HOMBRE, TIEMPO, CAUSA, SOCIEDAD, POLITICA, OBJETO, ETC), TANTO EN LAS ESCUELAS POSITIVISTAS CLASICAS COMO EN LAS TRADICIONES, SUPUESTAMENTE RENOVADORAS, DE LA HISTORIA MARXISTA. PARA GARANTIZAR ESE FUNCIONAMIENTO ESTRICTAMENTE LEGITIMADOR, CUENTA CON LA NECESARIA "POLICIA" ENCARGADA DE PRESERVAR LA ORTODOXIA DISCIPLINARIA: LA PRESCRIPTIVA METODOLOGIA, DE UN LADO, Y LA CRITICA HISTORIOGRAFICA, DE OTRO. DE ESTE DOBLE TRABAJO COERCITIVO SE SIGUE LA HEGEMONIA DE UN DISCURSO HISTORICO LOGOCENTRICO, DISCIPLINARIO, INCAPAZ DE ENGARZAR CON LA PRAXIS REAL DEL SUJETO DE LA PROTESTA.
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