John Rawls, convertido ya en un autor clásico del pensamiento político, evolucionó su teoría de forma elocuente a lo largo de su densa obra. Haciendo oídos sordos a las criticas que se le formularon desde el neoliberalismo o el comunitarismo, Rawls mantiene las grandes líneas de su justice as fairness, pero cambia de perspectiva en su justificación. Por un lado, preocupado por la estabilidad de su teoría, despoja de todo contenido metafísico kantiano a su teoría y adopta el método constructivista en la presentación de su propuesta moral.
Para ello recurre a la cultura política pública de las democracias y allí encuentra dos conceptos sobre los que construir el resto de la teoría. Por otro lado, reinterpreta a Kant y a varios clásicos de la filosofía y la psicología para demostrar que el ser humano está dotado, primero, de un sentimiento moral, y por consiguiente, de una capacidad moral que le empuja a tomar a consideración las razones formulabas pro el resto. El sentimiento moral es el sentido de justicia y la capacidad moral es la razonabilidad.
Ambas estrategias son investigadas en este trabajo a la luz de ejemplos concretos usando a lo largo de su obra,. En sus conclusiones, esta investigación cree que la demostración de sentimiento moral llamado sentimiento de justicia, y su correspondiente razonabilidad son una petición de principio excesiva que condiciona toda su posterior teoría. Al comienzo ya se exige lo que se pretende demostrar. Por otra parte, cuando la razonabilidad, y su forma de argumentar, la razón pública, son contrastadas con la realidad histórica, el criterio rawlsiano no funciona. Rawls trae a colocación a menudo, ejemplos históricos y contemporáneos relacionados con la religión que dejan ver la dificultad para marcar la frontera entre la teorías razonables y las no razonables. La abolición de la esclavitud y la defensa delos derechos civiles se consiguieron en gran medida sobre la base de argumentos rel
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