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Ultraestructura del epitelio glandular en el endometrio humano normal durante el ciclo menstrual

  • Autores: José María Cañas Rodríguez
  • Directores de la Tesis: Diego Ribas Mujal (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad de Sevilla ( España ) en 1968
  • Idioma: español
  • Número de páginas: 284
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: Idus
  • Resumen
    • Examinando el pasado de la Medicina, es indudable que cada adelanto en las técnicas de observación, (perfeccionamiento de la actitud mental o de los instrumentos en uso), ha supuesto un mejor conocimiento de la estructura orgánica.

      A mediados del siglo pasado, la puesta a punto de los micrótomos, trajo consigo la eclosión de los estudios morfológicos microscópicos, al pemitir el máximo aprovechamiento del microscópico óptico, descubierto y perfeccionado muchos años antes.

      A una era morfológica descriptiva pura, que alcanza hasta bien entrado este siglo, (actualmente casi agotada), siguió un florecimiento de la morfología experimental y de la histoquimia (materias aún en desarrollo), basadas en aquellos métodos de observación.

      Para la morfología, la actualidad es un momento comparable a la segunda mitad del siglo pasado. En efecto, la producción comercial del microscopio electrónico desarrollada por Von BORRIES y RUSKA en 1939, prometía la posibilidad de obtener altas resoluciones en los estudios morfológicos.

      Sin embargo la imposibilidad de obtener cortes suficientemente finos para ser atravesados por los electrones, constituía una barrera infranqueable para el aprovechamiento de aquel medio de observación.

      Esta dificultad quedó superada en 1953 al conseguirse la producción de un ultramicrotomo ((PORTER BLU), capaz de obtener cortes de 50 a 100 milimicras, que permiten el paso de los electrones. De nuevo, el micrótomo sería la clave de un progreso morfológico.

      Quince años de microscopía electrónica no representan un lapso demasiado extenso. Si además tenemos en cuenta el escaso número de microscopios electrónicos existentes y la multiplicidad de tareas a realizar en los distintos campos de la morfología, no debe extrañarnos que sea relativamente fácil encontrar temas de investigación inéditos o imperfectamente desarrollados; por otra parte es necesaria una labor de comprobación y crítica de los datos recogidos hasta el momento.

      Mi especial dedicación a la Obstetricia y a la ginecología, así como mi afición a la Histopatología, me decidieron a elegir, para realizar mi Tesis Doctoral, un tema de microscopía electrónica relacionada con mi Especialidad.

      De todos los temas posibles, escogí la investigación de la ultraestructura del epitelio glandular del endometrio humano normal, primordialmente por tres razones.

      En primer lugar, porque, si bien el estudio morfológico del endometrio normal, mediante el microscopio óptico, puede considerar prácticamente completo, en cambio, existen muy escasas publicaciones que se refieran a su ultraestructura, y aún muchas de estas, son incompletas o solo se refieren a aspectos parciales de la cuestión.

      Por otra parte, porque estoy convencido de que el conocimiento morfológico del epitelio glandular y sus modificaciones cíclicas, es básico para comprender sus alteraciones patológicas (esterilidad, hiperplasias endocrinas, neoplasias).

      Por último, porque supuse que toda aportación en el conocimiento de un tipo celular especial, tiene interés citológico general.

      CONCLUSIONES El estudio, mediante microscopía electrónica, de 42 biopsias de endometrio, obtenidas durante los diversos periodos del ciclo, y pertenecientes a enfermas ginecológicas, cuyo proceso no afecta a la mucosa uterina, nos permite sentar las siguientes conclusiones:

      1. Confirmamos, en el epitelio glandular del endometrio, la existencia de tres tipos celulares, denominados células claras, células oscuras y células ciliadas.

      2. Las células claras son las más abundantes. Presentan la máxima capacidad generadoras de glucógeno, en relación con los otros tipos celulares. Disponen de numerosos organoides, que sufren variaciones, concomitantes con el ciclo.

      3. En la superficie apical de la célula, existen microvellosidades. Su número aumenta, hasta que el glucógeno del polo apical, distiende el plasmolema, en forma de cúpula, durante la fase intermedia del periodo de Secreción.

      La superficie lateral presenta unos elementos de unión, que no difieren de los de otras células. Se observan la zonula occludens, la zonula adhaerens y la mácula adhaerens o desmosoma. También se distinguen interdigitaciones entre células vecinas, que alcanzan su máximo desarrollo, en la fase final del periodo de Secreción.

      En el plasmolema basal, aparecen algunos hemidesmosomas, estructuras no descritas, hasta ahora, en este tipo celular.

      4. Las mitocondrias son numerosas en el citoplasma. En la fase intermedia del periodo de Secreción, algunas de ellas, situadas en el polo basal, alcanzan un gran tamaño, aumentando de 3 a 4 veces, su diámetro transversal. Constituyen las denominadas mitocondrias gigantes. Su presencia coincide con la máxima actividad glucogénica.

      5. Resaltamos el desarrollo de una estrecha asociación, entre las mitocondrias y las vesículas del sistema reticuloendo plásmico. Consideramos que puede estar relacionada con la síntesis del glucógeno, ya que su aparición es previa a la presencia de este hidrato de carbono, y desaparecen en el momento en que culmina la elaboración del mismo.

      6. En los endometrios de 12 a 15 días, se aprecian zonas de rarefacción citoplasmática, que corresponden a los primeros depósitos glucogénicos. No hemos podido precisar si son previos a la ovulación.

      El glucógeno se presenta, bien en forma de zonas claras, algodonosas, o a manera de gránulos densos, algo mayores que los ribosomas, y dispuestos en rosetas.

      7. El aparato de Golgi es muy simple en los momentos iniciales del periodo de Proliferación. Alcanza un gran desarrollo, antes de la fase intermedia del de Secreción. Cada uno de sus elementos, está constituido por 6 ó 7 sacos aplanados, rodeados por una miríada de microvesículas y por algunas macrovesículas.

      8. En relación con el aparato de Golgi, y entre las microvesículas, hemos encontrado un tipo vesicular especial, de pequeño diámetro, originado por gemación, a partir de los sacos aplanados. Se caracteriza porque su superficie lleva, adosadas, unas finas prolongaciones, en forma de púas o dientes, a las que hemos denominado, por ello, vesículas dentadas. Su significación es oscura, pero nos parecen relacionadas con la formación de lisosomas. No hemos hallado antecedentes bibliográficos acerca de ellas, no tan solo en las células del endometrio, sino, tampoco, en las restantes del organismo.

      9. Las células claras poseen abundantes lisosomas, en la fase avanzada del periodo de Proliferación. Estas estructuras desaparecen durante el periodo de Secreción, y vuelven a observarse al empezar la menstruación. En relación con ellos, describimos la presencia de cuerpos multivesiculares.

      10. Durante el periodo Menstrual, aparecen en las células claras, algunos citolisomas, hecho no constatado en la bibliografía.

      11. Hemos encontrado, también, en estas células, tonofilamentos, formando plexos y fascículos. Estos, discurren por el citoplasma y, terminan en la superficie lateral de la célula, a nivel de los desmosomas, y en el plano basal, a nivel de los hemidesmosomas. No hay descripciones de estos tonofilamentos, en la bibliografía actual de la ultraestructura del endometrio. Se trata, pues, de una primera observación.

      12. El núcleo es ovoide y está situado en la mitad basal. Tiene escaso material granular, dispuesto difusamente, y formando acúmulos periféricos. Posee uno o dos nucléolos, y con frecuencia, se distingue, en el periodo de Secreción, un desarrollado y complejo cuerpo de inclusión.

      13. Las células oscuras son menos frecuentes que las células claras. Se caracterizan por la elevada densidad electrónica de su citoplasma y de su núcleo. Además, poseen un sistema reticuloendoplásmico, de vesículas muy dilatadas y anastomosadas. Sus variaciones morfológicas durante el ciclo, son poco marcadas. Elabora glucógeno, aunque en menor cantidad que las células claras.

      14. Confirmamos la existencia de las células ciliadas, en la pared glandular. Se distinguen por su núcleo, situado en la mitad apical de la célula, y especialmente, por estar dotadas de cilios, en su superficie apical. También generan, como las anteriores, glucógeno, pero en pequeña cantidad.

      15. En el periodo de Proliferación avanzada, y con más frecuencia, en los periodos Secretor y Menstrual, aparecen aisladamente, entre las células glandulares, un tipo celular, redondo, de citoplasma claro, que no alcanza nunca la superficie glandular. Al igual que otros autores, las interpretamos como células emigrantes, de tipo linfoide.

      16. Describimos, someramente, las variaciones morfológicas de las células reticulares; en especial, para comprobar los fenómenos de glucogénesis, que se realizan en las mismas, y relacionados con los propios del epitelio glandular. Observamos que dichas células, carecen de complejos mitocondrias-reticuloendoplásmico, presentes en las células claras.

      17. El epitelio glandular descansa sobre una membrana basal, bien delimitada.

      18. En los espacios intercelulares del estroma, aparecen fascículos de fibrillas elementales colágenas. Además, hemos hallado, aisladamente, un tipo de fibra más gruesa, sin la estriación transversal típica de la fibra colágena. No hemos encontrado citas bibliográficas de ella, y pensamos que puede tratarse de una fibra elástica, de tipo especial.


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