Debido a su capacidad para inducir emociones en los oyentes, la música constituye una experiencia placentera y por tanto tiene un gran valor en la vida de la mayoría de personas. Estudios de neuroimagen han mostrado que el sistema de recompensa del cerebro humano es reclutado durante una respuesta placentera a la música. Además, el valor reforzador de un extracto musical actúa como mejor predictor de la interacción entre el estriado ventral, especialmente el núcleo accumbens (NAcc), y las regiones corticales implicadas en la percepción y valuación de los estímulos musicales. No obstante, la mayoría de estos experimentos están basados en una muestra de individuos que fueron preseleccionados por indicar que sentían un placer muy intenso con la música.
Aunque pueda resultar paradójico, ahora sabemos que no todo el mundo siente que la música tiene un valor de recompensa. De hecho, el desarrollo de un cuestionario para las experiencias reforzadoras con la música, el Cuestionario de Recompensa Musical de Barcelona (BMRQ, de sus siglas en inglés), ha permitido identificar aproximadamente un 5% de la población con baja sensibilidad al placer musical incluso en ausencia de anhedonia generalizada. Los individuos con anhedonia musical específica responden de forma normal a ambos niveles, conductual y fisiológico (medidas de conductancia dérmica y frecuencia cardíaca), a reforzadores que no son música (recompensas monetarias) pero no experimentan placer con la música a pesar de tener una habilidad perceptiva normal y una percepción preservada para identificar las emociones transmitidas en pasajes musicales. Sin embargo, se precisaban datos de neuroimagen de esta población que pudieran ayudar a comprender los correlatos neurales de la anhedonia musical específica. En esta tesis, nuestro objetivo es llenar esta laguna mediante el examen de las diferencias individuales en la sensibilidad a la recompensa musical a través de distintas técnicas de neuroimagen: resonancia magnética funcional (fMRI de sus siglas en inglés, estudio I) e imagen de tensor de difusión (DTI de sus siglas en inglés, estudio II).
En el estudio I, examinamos primero la hipótesis de que los individuos con anhedonia musical específica presentan una disociación para las respuestas de recompensa a la música y al dinero en el NAcc, una estructura clave del sistema de recompensa. Implementamos un paradigma de fMRI con una tarea de música donde los sujetos tenían que proporcionar puntuaciones de placer a tiempo real para extractos de música clásica y una tarea de apuestas monetarias como control. Nuestros resultados demuestran que los participantes con anhedonia musical presentan una reducción selectiva de la actividad del NAcc para la música, pero niveles normales de activación para la tarea de apuestas monetarias. Más importante aún, investigamos la hipótesis de que la conectividad funcional entre el córtex auditivo y el NAcc está disminuida en la población con anhedonia musical específica. Nuestros hallazgos proporcionan la primera evidencia de una interacción funcional reducida entre los sistemas responsables del análisis de patrones y predicción temporal (cortical) y los sistemas responsables del procesamiento de la recompensa (subcortical) ofreciendo así la base neurobiológica para explicar este fenómeno.
En el estudio II, exploramos la arquitectura de sustancia blanca que podría reflejar diferencias individuales en el procesamiento de la recompensa musical. Específicamente, usamos DTI para mirar de forma detallada los parámetros de difusión en dos tractos que conectan anatómicamente regiones implicadas en percepción, valuación y procesamiento de la recompensa de estímulos musicales, incluyendo el NAcc, el giro temporal superior (STG de sus siglas en inglés) y el córtex orbitofrontal (OFC de sus siglas en inglés). Empleamos tractografía probabilística para reconstruir el tracto accumbofrontal (AF) que conecta el NAcc con el OFC y las vías de conexión entre el STG y el OFC. Los hallazgos de este estudio revelan una correlación negativa entre la difusividad axial (AD) y media (MD) y las puntuaciones de BMRQ en el AF. Además, analizamos la relación función-estructura y encontramos que la AD en este tracto también presentaba una correlación bilateral con la actividad BOLD del NAcc para la recompensa musical. Finalmente, la AD y MD del tracto entre el STG y el OFC también mostraba una correlación inversa con las puntuaciones del BMRQ y este efecto estaba circunscrito al hemisferio derecho.
La disertación presente demuestra por primera vez que individuos con anhedonia musical específica muestran una comunicación deficiente entre el córtex auditivo responsable de las computaciones perceptuales en ese dominio sensorial y el sistema de recompensa. Este hallazgo proporciona evidencia convergente a favor de un marco teórico que postula que el valor de recompensa de la música depende muy estrechamente de interacciones cortico-subcorticales intactas. Además, los resultados de esta tesis representan un fundamento neurobiológico que desafía la visión dominante de la anhedonia como constructo unitario. Desde una perspectiva neuroestética, estos resultados pueden servir de guía para futuros estudios que pretendan extender nuestro conocimiento en torno al largo debate sobre la relación entre la experiencia estética y el placer.
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