El proceso globalizador, en el que se encuentran inmersas una mayoría de las empresas y organizaciones en la actualidad, ha provocado que los entornos laborales sean cada vez más interculturales. El mundo empresarial se enfrenta a la necesidad de crear nuevas estrategias para poder identificar y desarrollar el talento o mentalidad global entre profesionales y futuros profesionales que apenas trabajan ya en entornos mono culturales. Esta situación ha despertado un creciente interés por estudiar en profundidad las competencias profesionales necesarias para tener éxito en contextos internacionales o multiculturales. Según múltiples estudios poseer estas habilidades optimiza el rendimiento profesional de cualquier persona que viva y trabaje entre culturas.
Los enfoques con respecto a esta cuestión son muy diversos y difíciles de precisar ya que las características o habilidades que debe tener una persona interculturalmente competente o efectiva no están todavía claramente definidas, ni identificadas. Nos encontramos, por tanto, ante un campo poco explorado del comportamiento organizacional. Además muchas empresas todavía no tienen en cuenta estas competencias profesionales interculturales debido, entre otras cosas, a una falta de estudios empíricos.
Por tanto, el objetivo principal de este estudio es profundizar sobre las competencias profesionales necesarias para trabajar de manera efectiva en entornos internacionales o multiculturales y analizar la relación de dichas competencias con dos factores: la experiencia internacional y la formación intercultural. Adicionalmente el estudio puede proporcionar a las empresas una serie de herramientas útiles para identificar y evaluar el talento global, así como indicativos y elementos que fomenten dichas habilidades.
Para abordar estas cuestiones se ha realizado un análisis bibliométrico de citas conjuntas a documentos con el fin de identificar la estructura intelectual que subyace de las publicaciones científicas relacionadas con las competencias en entornos internacionales y multiculturales. Asimismo se ha hecho un estudio cuantitativo utilizando un modelo factorial de análisis de la varianza con una muestra de 243 informantes. Para evaluar a la muestra se ha utilizado el modelo de personalidad multicultural que engloba una serie de rasgos o características de personalidad específicas que favorecen o impiden el desarrollo de la competencia intercultural. Este modelo desarrollado por Van der Zee y Van Oudenhoven (2000, 2001) se compone de cinco características como son la empatía cultural, apertura mental, iniciativa social, estabilidad emocional y flexibilidad y utiliza como herramienta de medición el Cuestionario de Personalidad Multicultural (MPQ).
Estas características de personalidad multicultural se han relacionado con la cantidad de experiencia internacional adquirida a través del tiempo de estancia en el extranjero (en caso de haberse producido) y con la formación intercultural (en caso de haberse recibido) de un grupo de estudiantes universitarios españoles y extranjeros en el entorno de una universidad española. Además, se estudia el papel que juega la motivación por trabajar en el extranjero y se analiza qué características de personalidad predicen un mayor interés por trabajar en entornos internacionales.
Los resultados apuntan a que la experiencia internacional y la formación intercultural están relacionadas con la apertura mental y con la empatía cultural y la iniciativa social respectivamente. En contra de la presunción inicial, no se ha encontrado una relación entre la experiencia o la formación y la dos características restantes: estabilidad emocional y flexibilidad, lo que refuerza la teoría de varios autores sobre la estabilidad de estos dos rasgos en relación con los tres anteriores. Asimismo, se ha hallado una relación persistente entre el género y la empatía cultural y la estabilidad emocional y entre la cultura y la apertura mental y la flexibilidad. Con respecto al interés por trabajar en el extranjero se explica parcialmente por la apertura mental y la flexibilidad y no parecen guardar relación ni con la cultura, ni con el género.
A través de este estudio se aboga, por tanto, por un modelo de desarrollo de la competencia intercultural, más complejo y extensivo, basado en la educación, la motivación y la experiencia internacional a largo plazo. Los resultados apuntan a una necesidad por parte de las organizaciones y empresas de tomar en consideración la experiencia internacional y la formación o entrenamiento intercultural, así como las herramientas de evaluación de las competencias interculturales para poder identificar y fomentar el talento global y un buen rendimiento profesional en entornos internacionales o multiculturales.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados