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Resumen de Groundcover influence on physical and chemical soil properties, runoff and nutrient loss and grape yield and quality in semiarid Mediterranean vineyards

Andrés García Díaz

  • La erosión es una de las principales formas de degradación del suelo que tiene lugar en ambientes Mediterráneos semiáridos. En este sentido, los viñedos son los cultivos que suelen alcanzar las tasas más elevadas de pérdida de suelo como consecuencia de permanecer desnudos o con una cubierta vegetal muy baja la mayor parte del año, un manejo convencional consistente en un laboreo continuo que degrada la estructura del suelo y favorece la mineralización de la materia orgánica, que ya de por sí suele registrar bajos niveles. Además, muchas zonas vitícolas están asentadas sobre laderas con fuertes pendientes. Como consecuencia, en numerosos emplazamientos las tasas de erosión llegan a ser muy superiores a la velocidad de formación del propio suelo, comprometiendo así la viabilidad de la producción y la calidad de los viñedos a medio y largo plazo.

    En la literatura científica, la erosión en viñedos ha tenido un papel destacado en los últimos años. La pérdida de nutrientes está asociada también con la erosión. Este problema genera déficits en la nutrición de la planta y el agricultor se ve obligado a reponer esos nutrientes de forma artificial. Además, los nutrientes disueltos en la escorrentía, tales como el nitrógeno y el fósforo, pueden provocar un deterioro en las masas de aguas a las que escurran provocando eutrofización. Aunque algunos autores han medido pérdidas de nitrógeno mineral muy importantes en una sola lluvia, la pérdida de nutrientes en cultivos leñosos en ambientes semiáridos ha sido poco estudiada hasta el momento.

    El incremento de la materia orgánica es un elemento imprescindible para la mejora de las propiedades físicas y químicas del suelo, mejorar la estructura y reducir las tasas de erosión y pérdida de nutrientes. Con el fin de revertir los procesos de degradación se propone el uso de cubiertas vegetales para potenciar la mejora en la calidad del suelo a través del incremento de materia orgánica y, por lo tanto, una disminución de la escorrentía y la pérdida de nutrientes. Sin embargo, este manejo alternativo supone un cambio en los paradigmas tradicionales de manejo del suelo y podrían afectar a la producción de uva y su calidad. Para evaluar esta problemática se realizaron dos estudios experimentales de campo.

    El primero localizado en dos subzonas de la Denominación de Origen Vinos de Madrid, en la Comunidad de Madrid, España. A lo largo de tres campañas agrícolas en cuatro viñedos situados en pendiente, se ensayó con dos cubiertas vegetales permanentes en comparación con el laboreo convencional aplicando entre 2 y 3 pases de chisel al año. Las cubiertas utilizadas fueron: vegetación espontánea y sembrada con Brachypodium distachyon. Se analizó la materia orgánica del suelo, la estabilidad de agregados, la macro, meso y microporosidad, la capacidad de retención de agua, la resistencia a la penetración y la capacidad de infiltración. Además, se diseñó, construyó y calibró un simulador de escorrentía con el que se realizaron experimentos en cadena para la determinación de escorrentía y pérdida de nitrógeno mineral disuelto.

    En los cuatro viñedos del centro de España, el uso de cubiertas vegetales permanentes provocó una mejora de las propiedades y funcionalidad del suelo en cascada. El incremento en el input de materia orgánica dio lugar a un aumento en el stock de carbono del suelo, lo cual incrementó significativamente la estabilidad de los agregados del suelo. La falta de laboreo no alteró la porosidad del suelo; sin embargo, sí generó una redistribución de los poros y una mayor conexión que, junto con el efecto de los tallos y las raíces, provocó un aumento drástico de las tasas de infiltración en ambas cubiertas vegetales en comparación al laboreo. Estas mejoras se vieron reflejadas en las simulaciones de escorrentía en las que las cubiertas vegetales redujeron la escorrentía generada en el laboreo siendo la pérdida de nitrógeno mineral mayor. Debido a que la cubierta vegetal compuesta por vegetación espontánea fue la que mostró los mayores inputs de materia orgánica, mostró los incrementos más significativos. La cubierta vegetal sembrada obtuvo, por lo general, valores intermedios entre la vegetación espontánea y el laboreo.

    El segundo experimento, llevado a cabo en el sur de Sicilia, consistió en el análisis de 50 pares de muestras provenientes de viñedos manejados con cubierta vegetal temporal de leguminosas y laboreo convencional. Se calculó la concentración de materia orgánica y se valoraron sus incrementos cinco años después del inicio del experimento. Los incrementos de materia orgánica que tienen lugar mediante el uso de cubierta vegetal temporal fueron significativos, si bien inferiores a los que tuvieron lugar en las cubiertas permanentes. Se comprobó que estos incrementos pueden, en suelos muy erosionables, dar lugar a la exportación de sedimentos muy enriquecidos en materia orgánica dando lugar a pérdidas de carbono superiores en viñedos manejados con cubierta vegetal.


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