La importancia del estamento nobiliario en el devenir histórico de nuestro país resulta hoy día un hecho incuestionable. La extensa producción historiográfica que se ha publicado sobre este grupo privilegiado constituye una muestra de ello. Sin embargo, a pesar de que su estudio ha sido abordado desde diversos ámbitos de conocimiento como la Historia Económica, la Historia del Derecho o la Historia Social, apenas existen trabajos realizados desde la perspectiva de la Historia de la Contabilidad. Actualmente resulta desconocido el lenguaje contable utilizado por la Contadurías de muchas Casas nobiliarias, a pesar de que la administración de sus patrimonios –fragmentados y dispersos geográficamente en muchas ocasiones -, precisaba de una adecuada organización contable, bien instrumentada y detallada.
El presente trabajo de investigación tiene como objetivo aportar nuevos datos dentro del campo de la Contabilidad privada señorial, mediante la descripción, análisis y, en su caso, interpretación del sistema de información contable implantado por una Casa nobiliaria con dos títulos castellanos de adscripción canaria: la Casa de los condes de la Gomera y marqueses de Adeje. Concretamente, estudiamos las prácticas y técnicas contables empleadas en los tres señoríos que poseían en Tenerife, El Hierro y La Gomera, a través de las cuales los administradores mantenían informados y rendían cuentas a sus nobles propietarios absentistas.
Además de estos aspectos contables, el estudio realizado sobre sus libros de cuentas nos ha permitido conocer la estructura organizativa de la Casa nobiliaria, las formas de trabajo esclavista y servil presentes en sus haciendas, así como las modalidades de explotación que aplicaban en las diversas actividades económicas que llevaban a cabo, siendo características: la producción azucarera, el cultivo de cereales, la explotación de la orchilla y las aduanas. Asimismo, debido a la extensión temporal que abarca el trabajo, no sólo hemos podido contemplar la sucesión de diversos administradores en la gestión de los referidos estados señoriales, sino también cambios en la línea sucesoria del linaje, siendo la más significativa el traspaso de los señoríos y de los títulos canarios a la Casa Belvis de Moncada, poseedora del marquesado de Belgida y el marquesado de Mondéjar, entre otras dignidades.
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