La figura de Cervantes de Salazar resulta de especial relevancia porque se trata de uno de los primeros humanistas que viaja a la Nueva España, donde llega a desempeñar numerosas ocupaciones, entre las que destaca el rectorado de la recién establecida Universidad de México o la canonjía de la catedral de México.
En torno al año 1557, comienza a escribir una crónica de la conquista de México, cuya redacción se alarga durante años y que nunca llegará a concluir.
Para Cervantes de Salazar, la conquista tiene un carácter providencial. A diferencia de otros autores contemporáneos como Las Casas o Motolinia, que demuestran gran sensibilidad hacia los nativos, nuestro autor contempla la conquista como una acción inevitable y necesaria, en la que una cultura superior sustituye a otra menos evolucionada.
Sin embargo, y a pesar del desafecto que siempre exhibe hacia los indígenas, su cultura y sus tradiciones, Cervantes de Salazar demuestra admiración hacia sus lenguas. Destaca la belleza y la importancia de náhuatl, lengua de «señores y principales», y no duda en enriquecer su obra con casi doscientos términos tomados de las lenguas americanas.
El caso de Cervantes de Salazar es especialmente interesante porque, a diferencia de otros cronistas, como Díaz del Castillo o Hernán Cortés, nunca llegó a vivir en las islas de las Antillas y, por lo tanto, no pudo tener contacto con idiomas como el taíno o el arahuaco, de los que los colonos españoles tomaron numerosas palabras con las que perfeccionaron su castellano.
Solo pudo conocer los términos antillanos ya consagrados, aquellos que habían superado la criba del uso durante décadas, y que los españoles ya no sentían como extraños. No es sorprendente, por lo tanto, comprobar que prácticamente todos los antillanismos que emplea Cervantes de Salazar en su Crónica (un 16% del total de americanismos analizados) son términos consolidados en el léxico del español actual.
En la obra de Cervantes de Salazar hay una gran mayoría de palabras de origen mexicano, que representan prácticamente el 82% de los americanismos localizados en la Crónica. Esta cifra resulta comparable a la que podemos encontrar, por ejemplo, en la Historia general de Bernardino de Sahagún, quien, al igual que nuestro autor, nunca llegó a residir en las islas.
Por otro lado, en nuestro trabajo hemos comprobado que al menos un 27% de los americanismos que aparecen en la Crónica fueron tomados de forma casi literal de párrafos extraídos de la Historia de la conquista de México de Francisco López de Gómara.
Hay, además, numerosos párrafos relativos a festividades religiosas que son similares a textos de códices como el Códice Magliabecchi y el Ixtlilxochitl, lo que indica que nuestro autor debió de basarse para su redacción en un prototipo común a estos libros. Este tipo de americanismos, referidos a festividades religiosas, supone cerca de una veintena del total, apenas un 10% de los que hemos documentado en la obra.
En la última parte de este trabajo, ofrecemos un estudio de todos los americanismos que aparecen en la obra. En cada entrada analizamos el tratamiento que ha hecho del término la Real Academia Española en sus diccionarios a lo largo de su historia, así como su presencia en otras obras contemporáneas a la Crónica y su pervivencia y vigencia actual.
Francisco Cervantes de Salazar was born in Toledo around 1518 and diedin Mexico in 1575. He was one of the first humanists who went to the NewWorld, around the year of 1550. His life, therefore, was divided into two parts,the first in Spain, and the second in the recently conquered Mexico. The reasonswhy he travelled to Mexico to have a whole new life, are still not very clear, butthe fact remains that he was an exceptional man in the society of New Spain, asociety that was still trying to recover from the open wounds of the conquest. Hewas a humanist and a scholar, one of the few of his kind, in a city that was beingreconstructed from its ruins. Soon he became the rector of the University ofMexico, which had just been created a few months before.He was a very religious man, but also very ambitious. He studied Theologyand later tried vainly to promote himself to a new position in the church of NewSpain. Some letters said that he even tried to become a bishop, but the fact isthat he never got a main role in the hierarchy. We have some testimonies thatprove that he had some good friends who protected him, but he also hadrelentless enemies who wanted to destroy his hopes.We have divided our work into several chapters that seek to present acomplete portrayal of the humanist, and then we proceed to study his main workknown as Crónica de la Nueva España...
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