Proyección ideológica del franquismo en Chile: diplomacia, intelectuales y política cultural
- Autores: Isabel Jara Hinojosa
- Directores de la Tesis: Josep Fontana Lázaro (dir. tes.)
- Lectura: En la Universitat Pompeu Fabra ( España ) en 2002
- Idioma: español
- Tribunal Calificador de la Tesis: Borja de Riquer i Permanyer (presid.), Josep M. Delgado Ribas (secret.), Josep Fontana Lázaro (voc.), Ramon Garrabou i Segura (voc.), César Yáñez Gallardo (voc.)
- Materias:
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- Resumen
La dictadura del general Pinochet (1973-1990), entre los símbolos ideológicos con los que acometió su restauración conservadora en lo sociocultural, acudió al de la "Hispanidad", que había sido un mito nodal del discurso cultural franquista y eje central de su política exterior hacia Latinoamérica. Este discurso, entonces, fue utilizado para legitimar, desde el terreno cultural, el autoritarismo chileno años después de que fuera elaborado y "consumido" en la península. Precisamente, esta tesis se propone explicar el proceso histórico que permitió esta proyección ideológica, evidenciar el punto de contacto entre la ideología de los hispanistas chilenos y las necesidades de proyección cultural del franquismo y el vínculo entre éste y las necesidades de legitimación de la dictadura chilena.
El exámen de los grados y formas de socialización de los valores culturales franquistas en Chile condujo a la definición de tres etapas. La primera, se centra en la actividad de la Embajada española, ya que que fue ésta la primera responsable de representar y divulgar oficialmente la "Hispanidad" en Chile, entre 1938-48. La segunda etapa, entre 1948-73, describe la actividad del Instituto Chileno Hispánica (sucursal del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid) porque éste relevó en estos años a la Embajada de su labor cultural, y llegó a "encarnar" la "Hispanidad" en Chile; por ello la denominamos fase de "institucionalización" de los valores franquistas. La tercera etapa, durante la dictadura chilena, expone como el estado chileno se convirtió en un agente socializador, al no limitarse a cooperar con el Instituto Chileno de Cultura Hispánica sino que al asumir su propio papel difusor; por ello la caracterizamos como fase de "estabilización" de los valores franquistas.
Entre los grupos sociales que colaboramos en esta proyección ideológica, sobresalieron unos intelectuales que decidieron perfilar su proyecto político autoritario no desde la política militante sino desde las formas superiores del pensamiento, proveyéndolo, así, de la mejor legitimidad que otorgaba la cultura, antes que la política. Ellos se dieron a la tarea de elaborar el conocimiento que diera sentido a la acción política del conservadurismo chileno, concibiendo su función como un "apostolado", un combate de fe contra la degeneración moderna, en una actitud maniquea y acientífica que los homologó perfectamente al perfil intelectual que el franquismo promovía. De este modo, fueron capaces de "nacionalizar" la oferta cultural franquista, conservarla en el tiempo y ligarla a las propias ideas del tradicionalismo/autoritarismo chileno.
La eficacia de la política cultural franquista de la "Hispanidad", en conclusión, no residió en el campo político de corto plazo, puesto que en él cumplió sólo objetivos de supervivencia. Por el contrario, su éxito se midió en el largo plazo, al mostrarse capaz de desplegar un universo ideológico al cual los intelectuales conservadores chilenos pudieron acudir, familiarizados por una historia común y por el dogma católico, y que años después se convertiría en uno de los principales componentes ideológicos de la dictadura del general Pinochet.
