A pesar de la condición republicana de Albacete hasta el final de la guerra (el 29 de marzo de 1939), no hubo demora de intervención. Pues en el mismo mes de abril comenzaba el Proceso de la Depuración con la separación del servicio, por parte de la Inspección de Primera Enseñanza, de la totalidad de los maestros de la provincia hasta la rehabilitación provisional del Magisterio. La Depuración del Magisterio Nacional no fue una amalgama de universos aislados, si no una acción deliberada, planificada y de extrema crueldad. Una maniobra muy poco profesional, que tuvo mucho de violencia política, intelectual y personal; podemos hablar de historias de vidas rotas, truncadas.
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