El pico de masa ósea se adquiere en la infancia y adolescencia y determinará el riesgo de fractura en la edad adulta lo que condiciona en ocasiones la necesidad de medir la masa ósea en la población infantil.
El método actual es la densitometría por DXA, pero tenemos la posibilidad de usar los ultrasonidos, un método cada vez más extendido en los adultos, un método accesible, barato, reproductible, carente de radiación que precisa de estudios en sujetos sanos por su aplicabilidad en los que tienen patología ósea.
Para comprobar la hipótesis de que mediante la medición por ultrasonidos en la falange proximal de los dedos de la mano se detectan los cambios madurativos del tejido óseo en niños y adolescentes, se ha planteado el estudio descriptivo de una población pediátrica normal y la relación entre sus características antropométricas y de otras variables que se relacionan con la adquisición de la masa ósea (Ingesta de lácteos, ejercicio físico, índice de Ca/creat) con la variable obtenida del promedio de la medición de los cuatro dedos que es la velocidad del sonido dependiente de la amplitud AD-SIS, que se denomina VMTO en m/s.
Tras analizar los resultados se comprueba que existe una correlación positiva entre los valores antropométricos como la edad, talla, peso, estadio sexual de Tanner con la variable VMTO en ambos sexos con diferencias entre sexos en la edad de 12-14 años y en las agrupaciones de peso de 40-50 Kg y de talla 145-160 cm, en donde es superior en el sexo femenino. Cambios con la edad atribuidos a un aumento del grosor del área cortical más que a un aumento de la densidad, comprobado por tomografía computerizada cuantificada del hueso. Las diferencias entre sexos a una determinada edad, viene condicionada por los estrógenos que de forma más precoz ponen hueso en el área endostal, a diferencias del sexo masculino que posteriormente sólo lo hace en el área exostal. Estas diferencia
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