En la epoca actual domina, no una, si no un conjunto de muchas crisis. Las ciudades desarrolladas después de la II Guerra Mundial son el escenario de estas nuevas condiciones. El desarrollo infraestructural y la expansión del sistema capitalista junto al turístico han hecho posible que nuevas ciudades se sumen al círculo economico mundial, caso que se da especialmente en España. “Burbuja inmobiliaria” será el término que defina a una euforia en la construcción. En España, a partir de la segunda mitad de 1990, se ha permitido una planificación, proyección y ejecución de enormes cantidades de infraestructuras, viviendas, espacios y edificios públicos gracias a los inversores y unas nuevas leyes neoliberales. Para obtener el apoyo de los ciudadanos, los políticos han incentivados proyectos culturales siguiendo el “Efecto Bilbao”, del cual habla Safdie. Museos, auditorios, e infraestructuras para el ocio intentan atrapar el flujo de turistas y de su economía ampliando los deseos de los consumidores en las ciudades postmodernas descritas por Amendola. La peculiaridad de estos proyectos firmados por arquitectos de fama mundial, son las inversiones realizadas con dinero publico. La prensa, la cultura popular y muchos investigadores han definido estas operaciones como megaproyectos. El campo de estudio es España durante los veinte años comprendidos entre 1997 y 2007. La mayoría de las inversiones publicas han sido concedidas gracias a prestamos. A causa de un efecto dominó iniciado en 2007 por un terremoto especulativo-financiero, muchos de estos megaproyectos se han quedado sin solvencia paralizando las obras, imposibilitando la finalización de estos, no iniciándolos nunca o provocando una difícil gestión económica obligando a cerrar los edificios recién inaugurados. Los esqueletos de las estructuras, sus fachadas rápidamente obsoletas, los espacios vacíos o deshabilitados constituyen un conjunto de nuevas arquitecturas, ruinas de la contemporaneidad.
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