Resumen de Derechos humanos y comercio: una perspectiva ética
María Magdalena Fabián Maldonado
El propósito de generar y acumular riquezas que persigue el capitalismo ha propiciado la elaboración de campañas publicitarias que inducen a las personas a consumir más allá de lo que necesitan. Lo que en su origen era un mercado de subsistencia y luego de comodidad, se convirtió en una carrera desenfrenada por comprar la mayor cantidad de productos que salen al mercado creándose una nueva necesidad que gira en torno al mantenimiento de nuestra imagen.
La globalización, impulsada por los adelantos tecnológicos, ha acercado las fronteras de nuestro planeta contribuyendo de manera extraordinaria a que las transacciones comerciales, muchas de ellas derivadas de tratados de libre comercio, se lleven a cabo muy fácilmente. Ha modificado el andamiaje en que millones de transacciones se llevan a cabo dando la vuelta al mundo en segundos.
Son diversos los resultados que esta acelerada producción, impulsada por la globalización, ha tenido. Especialmente preocupantes son los que se manifiestan mediante unas prácticas de producción abusivas y en el daño al medio-ambiente.
A base de lo encontrado, se hace imperativo la introducción de un elemento moral en las relaciones comerciales y de producción, que muy bien podría estar representado por los postulados de los Derechos Humanos, de manera que estas relaciones adquieran un carácter más humano y por consiguiente, mediante el desarrollo de esta conciencia, más respetuoso del medio ambiente que nos rodea.
Los planteamientos de Eugenio Ma. De Hostos, quién pensaba que era necesaria la elaboración de una moral individual que diera paso a una moral social para aspirar a una vida mejor, se proponen como alternativa para generar unas relaciones comerciales más humanas. Se propone además, incorporar a estas relaciones comerciales, la idea de Hans Jonas relacionada con la necesidad de crear conciencia sobre una responsabilidad orientada hacia el futuro, ante las amenazas que constituyen ciertos adelantos tecnológicos. Por último, como requisito indispensable para que estas propuestas puedan llevarse a cabo, es necesario que dentro de esas actividades comerciales, se mantenga un respeto por las libertades básicas del ser humano y su pleno ejercicio, según las ideas de Amartya Sen.
El Comercio Justo y el Comercio Ético son dos tendencias que se discuten como alternativas que han venido a llamar la atención sobre un grave problema que para muchos es aún desconocido. A pesar de las desventajas que se manifiestan en su práctica, constituyen una herramienta sobre la cual se puede trabajar y mejorar, para procurar un cambio positivo en las relaciones comerciales y de producción de manera que sean de provecho para todos por igual y respetuosas de nuestro entorno natural.
