El diagnóstico de muerte cerebral se establece mediante parámetros clínicos y electroencefalográficos. El resto de pruebas complementarias sirven de confirmación diagnostica. Los métodos de imagen, y en particular la angiografía, están orientados en valorar el flujo sanguíneo cerebral. La tomografía computadorizada (tc) sin contraste no se ha empleado de manera rigurosa en la determinación de la muerte cerebral, excepto la tc dinámica para constatar la ausencia de flujo. Para evaluar la utilidad de la tc en el diagnostico de la muerte cerebral se efectúo un estudio retrospectivo sobre 108 pacientes con criterios clínicos de muerte cerebral, analizándose los hallazgos angiográficos en 33 casos a los que se efectúo esta exploración. El traumatismo craneoencefálico severo (tces) fue la causa mas frecuente en 75 casos (69%), seguido del accidente cerebrovascular agudo en 23 (21%). En 28 casos (26%) se encontró edema cerebral generalizado en tc, en 26 casos (24%) edema hemisférico y en 23 (21%) edema generalizado asociado con hipodensidad difusa del parenquima cerebral (signo de inversión). El análisis angiográfico en 33 pacientes reveló que el contraste se detenía con mas frecuencia en la porción cervical de la carótida interna (64%), mientras que en el sistema vertebrobasilar la detención se producía a nivel del atlas en todos los casos. El nivel del stop se relacionaba con el grado de presión intracraneal existente. Solo el signo de inversión se relaciona claramente con la descripción de muerte cerebral, aunque apareció solo en el 21% de los casos y de forma tardía cuando el diagnóstico clínico es obvio.
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