El estrés oxidativo, base de las complicaciones crónicas en la diabetes mellitus se encuentra aumentado debido principalmente al aumento de la peroxidación lipídica, y también a la disminución de antioxidantes. En nuestro estudio, realizado sobre una población de 76 niños afectos de diabetes mellitus tipo 1 (edad media de 13,8+-0,28 años y tiempo de evolución de la enfermedad 5,78+-0,34 años) constatamos ese aumento de la peroxidación lipídica (LPO) frente a una población de niños sanos mediante la determinación conjunta de dos de sus parámetros terminales, el 4-hidroxinonenal y malonildialdehído.
Asimismo objetivamos una disminución del mismo tras la realización de tratamiento con dosis modestas de vitamina E (10 mg/kg/día durante un mes), fundamentalmente mediante la valoración del índice LPO (vitamina E/colesterol), propuesto por algunos autores como marcador más sensible de daño oxidativo, que llega a estar incluso al nivel de la población sana. Observamos también en nuestro estudio un aumento del estrés oxidativo en niños diabéticos frente a niñas, independientemente del control metabólico, y entre sexos entre sanos y diabéticos.
También se analiza el riesgo aterogénico, valorando tanto valores lipídicos, de lipoproteinas e índices aterogénicos confirmándose un aumento conforme empeora el control metabólico de la enfermedad.
Los antioxidantes no enzimáticos (vitamina E, A y selenio), así como la proteína transportadora de retinol (RBP) también son estudiados, constatándose un descenso de la vitamina A, ascenso de la vitamina E plasmática y RBP respecto al grupo control de niños sanos. Los cambios en las concentraciones de las vitaminas podrían ser debidos en el caso de la vitamina A por consumo y en el de la vitamina E como respuesta al incremento oxidativo. Los cambios en la RBP podrían ocurrir para mejorar el transporte de la vitamina A, relativamente insuficiente. Esta proteína s
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